CAPITULOS ANTERIORES:Capitulo ICapitulo IIRESUMEN DE LO PUBLICADO:A través de un sendero que se inicia en las proximidades de la Isla de la Virgen del Mar, recorremos toda la zona denominada Costa Quebrada, donde se ponen de manifiesto los procesos geológicos que dieron lugar a esta parte de la costa. En la ensenada de San Juan de la Canal (Soto de la Marina), la misma playa divide los materiales antiguos y los más recientes. Siguendo hacia el oeste se llega a la playa de Arnía, donde se ha formado una extensa plataforma de abrasión en la que se pueden encontrar fósiles de más de 60 millones de años de antiguedad.
DE LA PLAYA DE ARNIA A LA ENSENADA DE CERRIASEste capítulo, penúltimo del recorrido por la zona de Costa Quebrada, es el más corto de todos ellos, pero no por ello menos interesante. En el itinerario de hoy se podrán ver las tres líneas de costa, de la mas antigua a la más reciente, así como otras curiosidades geológicas de interés.
Se sale en esta ocasión de la parte superior de la plataforma de abrasión de Arnía (en el capítulo anterior estuve en la parte más baja de la misma, casi al nivel del mar). Se puede observar la inundación producida por la pleamar y la alineación que forman los murallones calizos que pertenecían a la anterior línea costera.
Al fondo tenemos la Isla de El Castro y parte de la Playa de Covachos:
Continuado siempre hacia el Oeste, en los bordes de la senda florecen plantas como el Tojo (Ulex europeaus)...
junto a una planta arbustiva denominada
Lathyrus japónica, que tendrá que esperar al mes de junio para mostrar unas bonitas flores de color ojo...
El suelo está tapizado de una hierba larga y resbaladiza cuando se encuentra mojada y que el caminar sobre ella es lo más parecido a hacerlo por encima de un colchón: La festuca:
El sendero sigue en dirección a una especie de escarpe que se sitúa frente al camino:
Pero que en realidad es la boca de una inmensa sima con una caída en vertical de más de 60 metros. En su fondo y por medio de un túnel excavado por la erosión del mar, el agua penetra por su parte inferior.
Las medidas (obtenidas con Google Earth) son las siguientes:
Eje N-S: 25,3 metros en su mayor anchura
Eje E-W: 52 metros en su mayor anchura
Distancia del borde del acantilado al borde de la sima: 19,6 metros:
En el fondo de la sima, el túnel que conecta con el otro lado del acantilado:
El mar fué socavando un túnel por el que entraba con toda su fuerza y, al tiempo, iba desmoronando el techo de una cavidad submarina que acabó por ceder a la erosión y se conectó con el exterior. La erosión posterior al derrumbe de la parte superior de la caverna, siempre teniendo como protagonista al mar, ha ido agrandando y dando forma y profundidad a este enorme abismo.
Este embudo, conocido también como "ojo de mar", con sus paredes casi completamente verticales hace de caja de resonancia cuando en los duros temporales el mar entra por su fondo con gran estruendo, perfectamente audible a varios kilómetros de distancia:
El vapor que asciende desde el fondo de la sima, cargado de sal, es completamente letal para algunas de las plantas que crecen en los bordes:
La total ausencia de señalización de este gran agujero (sólo te das cuenta de su presencia cuando se está ya próximo al borde) hace que el caminar por esta zona con poca luz y sin conocer la zona resulte un peligro. Si a ello le añadimos que el terreno de su borde superior no es muy estable, el riesgo se acentúa. Aquí ya han ocurrido algunos accidentes, todos ellos con resultados fatales.
El sendero bordea el ojo de mar y desde la parte superior del acantilado, que aquí alcanza su máxima altura sobre el nivel del mar, se tienen a la vista los primeros Urros de Liencres:
...continúa...