La cebolla es un cultivo minoritario en la zona (tal y como ha quedado demostrado). Es un cultivo que necesita el agua que necesita y cuando la necesita. Ahora están recién trasplantadas (la mayoría), su sistema radicular es muy escaso aún y poco desarrollado. Por lo que, a poco que desciende el nivel de humedad superficial del suelo, hay que hacer aportes de agua (muy escasos también).
Para vuestra información os diré que existe un Régimen Anual de Extracciones. Cada pozo tiene asignado un volumen de agua determinado. Según los casos son: 700 m3/ha (pozos regularizados por el Plan Especial del Alto Guadiana para riego de leñosos), 2.000 m3/ha (pozos legalizados con derechos generados por cultivos herbáceos) ó 1.500 m3/ha (pozos legalizados con derechos generados por cultivos leñosos).
Con la dotación que cada pozo tiene, el agricultor utiliza el agua en aquel cultivo que más beneficio económico piensa que le va a proporcionar. Pero no por cultivar cebollas, patatas, maíz o melón, se está haciendo algo ilegal (ni tampoco algo malo desde la perspectiva ecológica; bueno, según seamos de exigentes o tolerantes).
Desde el punto de vista del balance hídrico, da igual regar 3 hectáreas de cebada que 1 hectárea de cebollas. Aquí entra a funcionar la visión empresarial del agricultor.
Por cierto, a ver qué regadíos de España tienen dotaciones menores a estas que os he citado anteriormente.
Por otra parte, se está autorizando en el Régimen de Explotación un volumen de agua para riego mucho menor a los recursos renovables (recarga). Por tanto, cumpliendo la normativa (y en conjunto se cumple en un porcentaje elevadísimo), el acuífero no hará sino seguir su recuperación.
Si la precipitación media de la zona son 350 mm/año, todo lo que suponga una carga de cultivos (entre secano y regadío), con necesidades hídricas y consumos efectivos inferiores a esta cantidad, necesariamente generarará un superávit hídrico (y es el caso).
Escandalizarse es el primer paso para la corrección de una conducta errónea, pero habiendo tomado medidas y comprobado que están funcionando, sólo queda seguir vigilando y no alarmarnos sin demasiado fundamento.