Creo que seguir demonizando al CO2, es comulgar con el pensamiento único. Sabemos que es un gas inerte, que ahora mismo tiene una presencia del 0,04% en la atmósfera, que es uno de los mejores fertilizantes naturales que existe, que fluctúa a escalas geológicas, y que siempre estará ahí. Quemar combustibles fósiles es retornar a la atmósfera lo que grandes masas vegetales fijaron hace millones de años. Es un ciclo, dentro de un sistema que funciona a otra velocidad. No a la de nuestras miserables y cortas existencias. Tendrá algo que ver el aumento del CO2 con el aumento de la población? La respiración diaria de 7500 millones de seres humanos, sin contar a todas las especies que conviven con nosotros, emite unas cuantas Gigatoneladas a 1 kg diario por persona, no? Redondeando 7500 millones de Kgs? Cómo eliminamos ese aporte? Y no hablemos del gigantesco negocio que supone en los mercados de compra venta de derechos de carbono. Resumiendo, el CO2 es una forma de negocio más en un mundo en el que hay que buscar constantemente formas de ganar dinero a costa de falacias e injusticias. Si no que se lo digan a los indígenas de zonas donde los recursos minerales para fabricar las baterías de los vehículos eléctricos, son esquilmados igual que a ellos si se posicionan en contra. Y no entro en el tema de la gestión de las baterías cuando acaben su vida útil.
Con todo esto no quiero decir que el camino sea seguir contaminando y quemando petróleo y sus derivados, pero el otro camino tampoco nos lleva a ningún lugar. Debemos intentar cambiar el sistema y no empeñarnos en mantenerlo. Mientras tanto el matra del cambio climático seguirá siendo utilizado hasta la saciedad.