Como se está indicando en mensajes anteriores, parece que con situaciones de Niño hay en nuestras latitudes una mayor variabilidad y dinanismo del Jet con mayor profusión de dorsales y vaguadas. Esta situación en invierno podría propiciar una mayor abundancia de entradas polares en la península. Por contra una situación de Niña propiciaría circulaciones del Jet más zonales.
Pero también, como se ha indicado arriba, es cierto que con situaciones zonales propicidas por Niña es posible que el Jet tienda a dilatarse hacia sur de Europa provocando la llegadad de sucesivas borracas atlánticas a la Península con un tiempo húmedo y templado en por lo menos en la fachada atlántica de la misma como en el invierno 95-96.
Por tanto, habría que introducir al menos otra variable más a nuestro intento de explicación. ¿Podría se ésta el índice AMO? Índices positivos de la misma parecerían relacionarse con una temperatura de Atlántico en nuestra zona más altas que la media, mientras que valores negativos de la misma parecen relacionarse con el efecto contrario. A su vez, esto incidiría en el reforzamiento o debilitamiento del anticiclón de las Azores.
Así, ¿índices positivos de AMO propiciarían un debilitamiento del Azoreño que a su vez provoque un jet más dilatado hacia nuestras latitudes?