los pasiegos vuelven a las andadas
Vega de Pas
Arden los montes pasiegos
Más de 300 hectáreas arboladas han sido pasto de las llamas Una mujer fue detenida por su implicación en un incendio
MAXI DE LA PEÑA/SANTANDER
Arden los montes pasiegos
FUEGO. En Portilla y La Sierra, los incendios afectan a arbolado, matorrales y herbazales. / DM
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Un hábito arraigado en la población
Más de 300 hectáreas de zona arbolada quemadas. Algunas cabañas vividoras, a punto de ser pasto de las llamas. Cuatro días de angustia en la plaza de Vega de Pas, con el fuego a cien metros. Una mujer detenida en el barrio de Guzemprún. La Guardia Civil investiga a otros cinco cinco presuntos pirómanos. Los montes pasiegos no paran de arder por distintos frentes desde la semana pasada y la guardería forestal actúa sin descanso para sofocar esta oleada de incendios intencionados.
El rápido desnieve por las elevadas temperaturas ofrece las condiciones idóneas para prender fuego en el monte bajo. La vegetación está muy seca, debido a que el hielo ha impedido que empapara el terreno. Desde que el viento comenzó a soplar de componente sur, muchos lugareños han vuelto al ritual de la quema de pastos para el ganado. Pero el problema no acaba ahí. Las venganzas entre particulares y los ajustes de cuentas contra los propietarios de montes han convertido el municipio pasiego en una gran fogata permanente.
Detenida
El pasado 17 de marzo, una finca del barrio de Guzemprún prendía en una zona arbolada. Varios vecinos reconocieron a la autora material del incendio. La rápida extinción con la ayuda de una autobomba impidió que las llamas se propagaran hasta varias cabañas vividoras. Dos días después, la Guardia Civil, en colaboración con la Guardería de Montes, detuvo a M. T. M., una mujer de 60 años, que tras ser interrogada en el cuartel fue puesta a disposición judicial. Se encuentra en libertad con cargos.
Otros cinco individuos, de los que se sospecha de su autoría de otro incendio, están siendo investigados por agentes de la Benemérita.
Viviendas en peligro
A cien metros de la plaza de Vega de Pas, una zona regenerada con robles estuvo ardiendo durante cuatro días. La cuadrilla forestal lograba extinguir el fuego, y horas después se reavivaba. Así, hasta que los presuntos pirómanos desistieron por aburrimiento. Los vecinos del centro neurálgico de la capital pasiega vivieron momentos de auténtica zozobra.
El pasado fin de semana, los guardas de Montes evitaron que se quemara una casa en el barrio de Pandillo, donde el fuego provocado en el monte pudo dejar sin hogar a una familia.
Los medios para combatir los incendios forestales en un área de montaña como Vega de Pas «son insuficientes», en opinión de los expertos consultados. Así, las cuadrillas están reducidas a la mitad de personal por despidos de contratados eventuales (un capataz y tres o cuatro efectivos) y se urge la necesidad de contar con el apoyo de un helicóptero anfibio 'Bell 205', «más adecuado en zonas altas que un avión 'Canadair', ya que es ligero, con monoturbina y puede cargar hasta 1.500 litros de agua».
Otras fuentes señalaron a este periódico que hacía años que no se producía en el municipio una siniestralidad tan elevada en las zonas arboladas. «No es fácil localizar al pirómano de turno, pero se redoblan los esfuerzos para que estos delitos no queden impunes».
COPIADO DEL DIARIOMONTANES.ES
DESDE LUEGO QE YO COGIA A TODOS ESTOS Y LES QUEMABA
VENGA SALUDOS