Una granizada provocó ayer graves daños en CantabriaLas tormentas y las fuertes lluvias se sucedieron a lo largo de toda la tarde, provocando en Santander importantes inundaciones y cortes de tráfico
PILAR CHATO/SANTANDER
SARDINERO. El agua inundó amplias zonas de El Sardinero, especialmente garajes y bajos comerciales.
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Cantabria vivió ayer una tarde de intensas tormentas que dieron comienzo pasadas las tres de la tarde en puntos como el valle de Iguña, Los Corrales o Ucieda con fuertes granizadas. La intensidad de este granizo varió de unos puntos a otros, llegando a caer piedras de hielo del tamaño de una pelota de golf en áreas como Mortera, Liencres o Renedo.
Las horas y los tamaños del granizo evolucionaron hasta las seis de la tarde, donde primaron intensas lluvias que en Santander provocaron importantes inundaciones en toda la ciudad, en un momento que coincidió con la subida de la marea.
Según explicó la Guardia Civil de Tráfico, la circulación llegó a colapsarse a primera hora de la tarde durante varios minutos, especialmente entre Boo de Piélagos y Gornazo, en la autovía que une Santander con Torrelavega, debido a que los vehículos se vieron obligados a ralentizar e incluso parar la marcha.
La tormenta no produjo ningún accidente de circulación grave, aunque si alguna leve colisión con daños materiales.
Los granizos rompieron «numerosas» lunas y abollaron coches, indicó la Guardia Civil de Tráfico, quien explicó que las zonas de más intensidad fueron Los Corrales de Buelna, Liencres y la autovía Santander-Torrelavega. Los 'pedruscos' también rompieron ventanas y toldos, y causaron daños en jardines y campos y alguna que otra brecha.
A partir de las seis de la tarde, en Santander, el Servicio Municipal de Bomberos recibió más de 500 llamadas en un intervalo de menos de tres horas.
Conductores y ciudadanos demandaron su asistencia al verse atrapados en grandes charcos, o inundarse bajos comerciales, portales o garajes. Bomberos y Policía Local se tuvieron que emplear en retirar coches averiados, achicar agua y tratar de poner orden en el tráfico, además de atender a alguna persona que se puso nerviosa por la tormenta y la gran cantidad de agua.
Hasta 32 litros por metro cuadrado cayeron en algo más de una hora, según datos del Centro Meteorológico Territorial, cuyas fuentes precisaron que estas tormentas y granizos son propios de la «inestabilidad típica» de esta época del año. Estos niveles de agua se consideran en el límite de precipitaciones 'muy fuertes', si bien se esperaba que los porcentajes aumentaran debido a que las previsiones para la noche eran de nuevas lluvias.
En Santander, explicaron los bomberos, las intensas lluvias coincidieron con la subida de la marea, lo que causó, como ya ha ocurrido en ocasiones anteriores, que las calles registraran grandes concentraciones de agua, por la imposibilidad de las alcantarillas de absorber el gran volumen acumulado.
Cortes de tráfico
Fue necesario cortar el tráfico en el túnel de la calle Burgos y desviarlo por las calles San Luis y Fernández de Isla. También se cerraron a la circulación las rotondas de la salida del túnel de Tetuán hacia la avenida de los Castros, conocida como Los Delfines, y las situadas a ambos lados del campo de fútbol de El Sardinero según informó a EFE la Policía Local.
Los bomberos municipales también sofocaron un pequeño fuego causado por un cortocircuito en un restaurante de la calle Burgos y que no ocasionó daños.
Asimismo, el Servicio de Emergencias 112 del Gobierno regional recibió numerosas llamadas a lo largo de toda la tarde, sobre todo de las áreas de Santander, Somo-Loredo y Solares, por diversas inundaciones.
El agua, informaron fuentes del Gobierno, también cortó dos carreteras regionales. La que une Liérganes con San Roque de Riomiera, por un desprendimiento, y entre Liérganes y La Cavada por inundación, más de medio metro de agua.
El Parque de Emergencias de Reinosa recibió un sin fin de llamadas por la fuerte granizada y pequeñas inundaciones de garajes y viviendas.
En el resto de la región, la circulación fue muy lenta a lo largo de toda la tarde, explicó la Guardia Civil de Tráfico. Se produjeron algunas colisiones de poca importancia, y las habituales retenciones en la A-8 en dirección a Vizcaya de los fines de semana se vieron agravadas al salir al mismo tiempo todos los visitantes de la comunidad vecina. A las siete y media de la tarde había 30 kilómetros de circulación lenta.
Para hoy se prevén en Cantabria intervalos nubosos y chubascos débiles, ocasionalmente moderados y acompañados de tormentas.
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