joer klipsus que pasada el fuji,no tenias una montaña mas cerca
que envidia me das condenao.
Tes gusto japon??con lo diferentes que son al resto del mundo.
un saludete
Efectivamente; es otro mundo. Otra galaxia casi. Exotismo garantizado, aun en el contexto actual de 'globalización'. Choque cultural total. Pero me gustó en general.
Lo mejor: el respeto a los demás y al entorno, la organización y la puntualidad (solo uno de las docenas de trenes que cogimos llevó retraso, dos minutos... pero lo recuperó después).
Lo peor: la falta de iniciativa personal y el amor excesivo al trabajo y a las normas.
Sigo con el fotorrepor
Estación de Otsuki, inicio de la línea férrea que nos llevaría hasta la base de la montaña:
'Decoración' del tren de vía estrecha que sube a Kawaguchiko (900 msnm):
Lago de Kawaguchiko, el anochecer previso al día-F:
El día-F amanece con cielo radiante, una 'ventana de buen tiempo' en el habitualmente nuboso panorama de los meses cálidos en Japón (la estación 'monzónica'). Una auténtica suerte, la verdad:
Plaza de la estación de Kawaguchiko, con una temperatura llamativa para la hora y la altitud. Los meses de verano son muy calurosos en todo el Japón, lo que explica la ausencia de nieves perpetuas en el Fuji (aunque algún nevero muy residual sí puede persistir):
Al parecer, tanto el Matterhorn y el Fuji como los trenes que suben hasta sus bases están hermanados o algo:
La ascensión al Fuji puede hacerse por cuatro vías distintas, todas muy bien señalizadas y 'equipadas' (recordemos: esto es Japón, que hace llorar a Suiza en cuanto a domesticación de montañas y previsionismo, que ya es decir). Nosotros escogimos la nordeste, llamada Yoshida.
Desde Kawaguchiko, un bus de línea nos lleva hasta el término de la carretera asfaltada, un punto conocido como Kawaguchiko 5° Tai-Shi-Kan (=estación, etapa). Antiguamente, por el carácter sagrado de la montaña, la ascensión debía hacerse por etapas, diez en total, e ir superando cada una de ellas tenía un valor simbólico-religioso. Hoy, en la práctica, una etapa o kan equivale a un amontonamiento de refugios y chamizos dedicados básicamente a la venta de bebidas y souvenir a precio de oro.
Lo propio es pues subir el Fuji desde el llano, pero nosotros no tenemos todo el tiempo del mundo, y nos servimos del bus que nos lleva hasta los 2300 msnm del 5° Tai-Shi-Kan para empezar a patear. Este son paneles que describen/ilustran la ruta. Como en todo Japón, imposible mejorar la calidad y cantidad de información:
La subida es al principio suave, con una amplia senda que zigzaguea sobre la todavía verde ladera:
No hay fatiga de momento, pues, y una buena variedad de nubes en principio inofensivas se suman a la fiesta:
Cartelitos de todo tipo van jalonando la senda y aleccionando al caminante, pero sin duda el más repetido es el de "go slow":
Un fuerte repecho sobre los 2500 msnm nos abre una amplia vista sobre la ladera y el inicio de la ruta, saturado de visitantes:
A 2700 msnm (7° Kan) las masas empiezan a brillar por su ausencia. Fijaos en los palos de la cesta al lado del rótulo. Son bastones (simples varas de madera en realidad) que venden al simpático precio de 1200 yen (unos 10 €)
Trepando hacia el 8° Kan. Bueno, lo de trepando es un decir, porque la roca es muy segura y en los tramos un poco más empinados hay cadenas y hasta flechas pintadas que te guían:
En el 8° Kan, ya aspirando el 'vent dels 3000' pero con todavía tres horas restantes de ascensión hasta la cima (a ritmo normal son unas seis desde el 5° Kan):
Aquí los antes inofensivos cumulus han tomado un aspecto un tanto amenazador. Pero una gozada para la vista y para el objetivo de la cámara en cualquier caso: