Las localidades de Moratalla, Bullas, Calasparra, Cehegín y Cieza, así como zonas de Lorca y Sierra Espuña, registraron durante la tarde de ayer una serie de fuertes tormentas, acompañadas de aparato eléctrico y rachas breves de granizo.
Las tormentas se extendieron a la caída de la noche hacia la comarca del Altiplano, hasta Yecla.
En casi todas estas poblaciones se repitieron las mismas consecuencias: apagones, bajos anegados y problemas de tráfico por las balsas de agua formadas en cruces de calles y carreteras, con algún que otro coche atrapado.
Una de estas tormentas se cebó especialmente con Moratalla y, muy especialmente con Calasparra, donde dejó hasta 55 litros por metro cuadrado en un intervalo de sólo 50 minutos.
Como consecuencia de tal tromba, se inundó una docena de viviendas en el centro urbano de Calasparra, así como un bajo comercial en la calle Lavador. Las tapas de alcantarilla saltaron en todas las calles.
La Policía Local informó de que hubo un desprendimiento del tejado de una casa de la calle Bullas, sin que hubiera que lamentar daños personales.
Por otro lado, la carretera comarcal 3314 se cortó a la entrada del casco urbano tras la formación de una gran balsa de agua en la que quedaron inmovilizados doce vehículos que tuvieron que ser retirados con grúa. En ese mismo punto se produjeron inundaciones en un matadero industrial.
Durante la tormenta, que comenzó a descargar sobre las 16.15 horas, el suministro eléctrico se vio interrumpido en varias ocasiones. El agua cayó mezclada con granizo, afortunadamente de pequeño tamaño, por lo que tanto el olivar como los arrozales no resultaron dañados.
Sin embargo, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Arroz Calasparra indicó que todavía resulta muy prematuro determinar si ha habido o no desperfectos, por lo que habrá que esperar al miércoles para saberlo.
Las huertas del Argos sí que registraron daños considerables. Hasta diecinueve caminos rurales quedaron afectados por las torrenteras. Numerosos bancales quedaron literalmente sumergidos, hasta la altura de la rodilla. El propio río Argos, a su paso por Calasparra, experimentó una importante crecida.
Ya en la Vega Alta, dos carreteras, la que une la estación de Blanca con El Rellano y la que enlaza Cieza con Calasparra, quedaron cortadas al tráfico a partir de las 19.00 horas. En el primer caso fue por las balsas de agua formadas sobre la calzada. En el segundo, por el desbordamiento de la Rambla del Judío.
La lluvia fue tan intensa que los automóviles que circulaban por la autovía de Albacete tuvieron que reducir al mínimo su velocidad, ya que la visibilidad no superaba los quince metros.