La foto esa del coche es una típica estampa del invierno de aquí. Nosotros usamos coches que Calar pone a nuestra disposición (llegamos, dejamos en una cochera con calefacción el nuestro y cogemos el que nos corresponde. El mío, concretamente es el número 8, el de la foto era el 12, el del Departamento de Astronomía). Esta mañana, al mío, al número 8, le he tenido que rascar la nieve y el hielo de los cristales de fuera y.... también de dentro. Como estamos acostumbrados, solo quitamos lo justo para poder ver. Pero a veces, ni con eso. Lo quitamos, e inmediatamente se vuelve a formar. Solución: sacar la cabeza por la ventanilla para ver y recibir un agradable frescor matinal. Conducir en Calar en invierno es, cuando menos, muy divertido. Experiencia, práctica y, por supuesto, de vez en cuando, algún sustillo.
Por cierto, los chupiteles que decís, hoy eran pequeños. A veces impresionan más aún.
Sl2