Recuerdo el invierno 92-93 como desesperante, hasta que hacia el 26 de febrero nos vino una ola de frío que dejó algunas marcas y estampas insólitas.
O el siguiente, con un período muy frío en febrero.
O el 95-96, con el gran temporal de nieve en el N en febrero y las nevadas récord en zonas de montaña.
O el 2003-4, que después de un enero que hizo florecer almendros en Calatayud, nos trajo los temporales de nieve de la 2ª mitad de febrero y finales de marzo.
Algunos ya han olvidado las nevadas que acaban de caer en Levante el mes pasado.