Resulta desesperante ver cómo una y otra vez, año tras año, cuando el mar está más caliente y la atmósfera que está por encima de él con un estrato húmedo potente, tiene que llegar alguna vaguada o DANA que se comen los italianos o que se pierde en el Mediterráneo, eliminando el momento en que hay mayor potencial para tener las tormentas más intensas en la península y enfriando el mar por la entrada de vientos más frescos y secos. Luego se puede volver a recargar la atmósfera inferior, sí, pero con algún grado menos de punto de rocío, que equivale a menos inestabilidad. ¿Todavía potente? Sí, mucho, pero menos que lo que se puede conseguir entre mediados de julio y mediados de agosto, de modo que oportunidad perdida.
Por de pronto, hoy ya ha bajado ligeramente la humedad en el Mediterráneo occidental, aunque no lo suficiente como para producir un enfriamiento superficial del mar, por suerte. Pero es mirar los modelos y deprimirse viendo oportunidades perdidas y un futuro a 5 días (más allá las diferencias entre modelos son demasiado grandes) cuyas modelizaciones nos son ligeramente positivas pero con mucha incertidumbre. Ha cambiado un poco a mejor, en general, la salida de las 12, pero no sería (a día de hoy) una situación del otro mundo. Se apunta inestabilidad y cizalladura, los dos elementos principales del cóctel tormentoso, pero para los detalles queda un mundo y habrá que ver qué tal se advecta la humedad hacia el interior del SE, que parece que podría ser la zona más beneficiada. GFS y NAVGEM son los más favorables, GEM y JMA se lo llevan todo a Italia, el resto se queda a medio camino.