Ante tales supercambios modelísticos, ¿qué podemos analizar? ¿El frío continental modelizado esta mañana para que a la tarde nos venga una dorsal africana? Todo porque hoy se modeliza el estiramiento cántabro del azoreño más al norte, en las Británicas. Sólo eso y todo ha cambiado. La meteo no es una cosa, es un ser. Es lo que tiene ... Sólo podemos analizar lo que hoy hay para mañana. Interpretamos lo virtual frente a una realidad que en el fondo nadie sabe cómo nos va a acabar abrazando. Ahí está la belleza. La naturaleza tiene siempre la última palabra. Los seres humanos también somos naturaleza, ¿no es así? En algún lugar nuestro, mucho más acá de la tecnología, estamos conectados con las masas vivas atmosféricas. Pero nos importa mucho la tecnología. Más que la interconexión. Miramos el cielo y poco sabemos. Miramos los modelos en el ordenador, y, ... poco sabemos. Pero ese poco nos sabe a mucho. Y salva vidas. Las grandes nevadas son sorpresivas. Los grandes incendios son sorpresivos. !Menos mal que es así! La meteo es un ser vivo, y a ello nos acabamos rindiendo. No sabemos qué personalidad tiene aún este febrero que no ha muerto. En la troposfera tenemos aún mucho frío, y no sabemos bien qué puede significar. Pero el frío euroasiático está ahí, pendiendo, como una espada de damocles, en los modelos, o en un futuro real. ¿Vendrá? ¿No vendrá? Queremos que venga, y la búsqueda de cualquier signo que así lo muestre nos fascina. La tecnología es muy inteligente a toro pasado. Pero no sabe mucho de cada toro que viene. Si supiéramos algo sólo a 4 días vista no cerrarían los aeropuertos por una nevada imprevista. Muchas veces a nivel general es obvio lo que viene, pero siempre hay un margen de impredecibilidad, a veces muy amplio, como este hermoso febrero. En este espacio habitamos "cuatro" meteolocos que se divierten analizando posibilidades de tiempo no aburrido. No sabemos muy bien quien nos lee o no nos lee, pero aquí estamos expresando nuestras expecativas y aprendiendo más cosas sobre este ser vivo que es tan complejo y tan imprevisible como una mujer. Ahora algunos modelos nos meten una entrada este bastante invernal. ¿Qué será de eso mañana? Es para volverse loco. Pero aquí estamos ante esta misteriosa mecánica de fluídos. El viernes y el sábado que viene podría cruzarnos una baja de Valencia a Asturias, retrogradada, que recogería humedad mediterránea y a la vez frío continental para derramarlo, ¿quien sabe?, sobre nuestras cabezas. Pondremos muchos mapas. Falta una semana y ya estamos locos porque ocurra. Los meteolocos, los cazatrombas, los buscaindicios, los cultimapas, los fotógrafos de posibilidades ... Hay tanta emoción con que suceda como cuando sucede. Es más bonito ver la nieve que ver el mapa, pero por lo que sea ver el mapa nos fascina, no sólo porque podría ser un indicio de una buena nevada, sino por su propia belleza. Belleza por su forma y belleza por la maravilla arquitectónica que hay dentro de lo que intenta describir. El mapa de esta mañana para el fin de semana que viene es muy bello. Los compañeros ya han puesto mapas preciosos. Aquí tenemos una aproximación de lo que podría ir viniendo por el noreste el jueves, pero siempre sabiendo que esta virtualización predictiva, como tantas veces, podría esfumarse como una gota de rocío bajo el sol: