Al menos en el corto y medio plazo no se ve que el azoreño cantabrée. Eso es bueno para el riego zonal.
A largo plazo todo va cambiando y más cuando nos vamos acercando a la impredecible primavera. La pinta que tiene todo es parecida sólo que más meandrizada. Parece que seguiremos con el enorme y contínuo transvase de frío siberiano, este año no extremo, hacia el norte canadiense y el oeste groenlandés, frío que muscula fuertemente el Atlántico norte mandándonos a Europa occidental, como estamos viendo, una fuerte zonal. Esta zonal está embistiendo con mucha fuerza Irlanda y las británicas, pero a veces baja hacia Francia y el norte ibérico.
A partir del jueves, gracias al no panceamiento del azoreño hacia el Cantábrico, tenemos de nuevo la vía noroeste libre para que entre frío húmedo. Una baja el jueves y una segunda más fría el viernes, con bajada de cotas, precipitarán en degradado desde el noroeste al sureste como es lo habitual en estas entradas.
El fin de semana un último embate noroeste podría desembocar para la semana en el advenimiento de la dorsal, también pasajera.
La situación actual favorece la banda verde dejando el interior, el sur y el este protegidos, por las montañas, y por la posición norte de la zonal.
Acumulados de aquí a largo plazo:
A modo general no se ven tendencias a altas en Groenlandia. El frío canadiense no baja este invierno al sur y su escape hacia el este incluye la isla con lo que no hay espacio para las altas presiones térmicas. Asia no produce potentes altas, y para cuando las hay son muy aplanadas. Continuamos entonces con una amplia rotación al este que impide de momento grandes desalojos norte-sur, si bien se van viendo más meandrizaciones.
En el lejano plazo se ven mapas con buena cobertura de nieve. Hace días que en alguna salida GFS intuye una dorsal cálida de Azores a Escocia que rompería el contínuo tráfico de la zonal enviándolo muy al norte. Esto haría que el frío se pudiera enroscar sobre la península.
La tendencia actual es a no bajar al sur las altas canadienses con lo que el frío es empujado al este de forma más horizontal (zonal):
A largo plazo parece verse un debilitamiento del pertinaz bloqueo norpacífico. Esto podría generar una vuelta a la "normalidad" con altas más sures en Norteamérica y así un cambio en las presiones atlánticas:
Todo esto no son nada más que posibilidades. El escenario quedaría más invernal para nuestra posición como podemos ver en los mapas para el lejano largo plazo.