TEMPORAL
Las tormentas causan inundanciones en Villafranca y Monreal del Campo
Casas, campos y calles anegados y el tráfico cortado en la carretera N-234 fueron las consecuencias más devastadoras de las crecidas registradas por el río Jiloca y las ramblas
Teruel/Zaragoza. Las intensas lluvias que desde primeras horas de la tarde descargaron en distintas zonas de la Sierra de Albarracín y de la cuenca del Jiloca provocaron el desbordamiento del río a su paso por las localidades de Villafranca y Monreal. Casas y campos de estos dos municipios quedaron inundados y los habitantes de la primera localidad se vieron obligados a recluirse en sus viviendas ante la imposibilidad de salir a las calles.
Un vecino de Villafranca tuvo que ser auxiliado por los bomberos al haberse quedado su coche atrapado en una rambla. La acumulación de arrastres y agua hizo que uno de los vehículos de la dotación de bomberos, procedente del parque de Calamocha, quedase bloqueado a la entrada del pueblo. Fue necesaria la intervención de una grúa que no pudo retirar el vehículo hasta las ocho de la noche.
El alcalde de Villafranca, Miguel Ángel Navarro, señalaba que los vecinos estuvieron durante buena parte de la tarde "sin poder salir ni entrar a sus casas", agregó que la situación del núcleo urbano, bordeado en su margen derecha por el río Jiloca, y en la izquierda por la rambla, "hace que, cuando estas se desbordan, prácticamente todo el pueblo sufra inundaciones". "En las casas más cercanas a la rambla y al río -añadía el alcalde- se ha metido hasta medio metro de agua".
Navarro señalaba que, aunque las tormentas descargaron durante casi todo el día sobre el pueblo, estas no tuvieron la intensidad de otras veces. "Las responsables -aclaraba- han sido las lluvias que han caído en los montes de Peracense, Almohaja y Villar del Salz, que han sido mucho más intensas, y han provocado que la rambla baje con tanto caudal".
El primer edil de Villafranca dijo que los cultivos de maíz, los únicos que todavía no habían sido recolectados, así como las huertas, "han quedado completamente anegadas", y recordó que la última crecida de grandes dimensiones del río Jiloca se produjo en el municipio hace diez años.
Corte de la N-234
Monreal fue otra de las localidades afectadas por el desbordamiento del Jiloca. De hecho, la Guardia Civil decidió sobre las ocho de la noche cortar el tráfico de la N-234 (Alcolea del Pinar-Fraga), en el kilómetro 176 -a la altura Monreal-, para todo tipo de vehículos. La circulación fue desvíada por la A-23.
El alcalde de esta localidad, Jesús Allueva, señaló que la carretera que comunica Teruel con Madrid y las huertas que bordean el Jiloca sufrieron de lleno la crecida del río. "Afortunadamente -subrayaba el edil- el agua no ha llegado a las calles ni a las casas".
Las tormentas se cebaron especialmente con parte del corredor del Jiloca y con algunos pueblos de la Sierra de Abarracín. Un vecino de Alba señalaba que durante unas dos horas la tormenta había descargado sobre el pueblo 50 litros de agua por metro cuadrado, y en Villar del Salz, los habitantes vieron como el granizo llegó a cubrir las calles con un manto blanco. "Menos mal -decía una vecina- que la piedra que ha caído ha sido de pequeño tamaño".
Las lluvias no cesaron en toda la tarde en localidades como Ojos Negros, Ródenas o Peracense. El alcalde del primer municipio, José Antonio García, explicaba que el agua y el pedrisco se sucedieron "de forma intermitente, pero sin llegar a ser muy intensos".
En Ródenas, municipio que se encuentra en plenas fiestas patronales, el alcalde, Carlos Muñoz, manifestó que la lluvia obligó a cambiar la ubicación del escenario previsto para las actuaciones musicales. Agregó que los escasos campos de labor que todavía se mantienen en el municipio no sufrieron daños debido a que ya ha concluido la recolección de los cultivos de cereales, los más abundantes.
Problemas en Huesca
En el Pirineo también llovió con ganas en municipios como Benasque, Bielsa y Castejón de Sos. En Bielsa se registraron 36,2 litros por metro cuadrado, según datos facilitados por la delegación en Aragón de la Agencia Estatal de Meteorología. El alcalde de Bielsa, Antonio Escalona, comentó que la noche del viernes al sábado entre las 22.00 y 23.00 cayeron 64 litros por metro cuadrado, aunque la tromba de agua no provocó ningún problema.
Menos suerte tuvieron en la comarca del Alto Gállego. La carretera local que comunica Lárrede con Biescas y Sabiñánigo permanecía ayer noche cortada desde las 18.30 a causa del aguacero. Los bomberos de la entidad supramunicipal realizaron dos salidas a una residencia de la capital serrablesa y a un bar de Latas.
A pesar de las predicciones, ¿por qué no hizo acto de aparición el granizo? Aunque había una gran inestabilidad atmosférica, las temperaturas suaves propiciaron que no se formara pedrisco de gran tamaño, según explicaron desde el radar de granizo que el laboratorio de física de la atmósfera de la Universidad de León tiene en Zaragoza.