Gracias por vuestras respuestas. Otra cosa que me comentaron es que, al parecer, en anteriores cambios climáticos, lo que sucedía era que aumentaba la temperatura por causas externas (radiación solar y características orbitales) y como respuesta aumentaba la concentración de CO2, ya que a altas temperaturas el mar no disuelve CO2 y pasa de ser sumidero a ser una fuente (aunque no sé a partir de qué punto ni nada de eso). En la actualidad es al revés; a aumentado el CO2 y como consecuencia está aumentando la temperatura.
Lo que no me cuadraba con el óptimo climático medieval es que no decían nada de causas externas ni internas. Si no son externas serán internas, y la de la naturaleza de la superficie terrestre es una de ellas y puede que cuadre.
Estimados Iridiscencia y resto del foro:
Estoy de acuerdo con la tesis de que es el aumento de la temperatura de la Tierra, mares y atmósfera lo que produce que el mar libere CO2 y hace que aumente la concentración de este gas en la atmósfera.
Hay una ley física perfectamente conocida y contrastada con la realidad que dice que la solubilidad de los gases en los líquidos es una función lineal de la temperatura de la disolución pero con un coeficiente de proporcionalidad negativo: si la temperatura sube la solubilidad baja.
Con la solubilidad de los sólidos en los líquidos también se da la linealidad con la temperatura, pero con un coeficiente de proporcionalidad positivo: si la temperatura sube, la solubilidad también.
Pero yo voy a más: El CO2 apenas influye en el calentamiento global. Comparado con el efecto invernadero del vapor de agua, el del CO2 es prácticamente nulo... gracias a Dios, porque, si para no morirnos de frío dependiésemos del CO2, hace muchísimo tiempo que nos hubiésemos muerto de calor.
El mar, que contiene cantidades inimaginablemente grandes de CO2, cuanto más se calienta más CO2 lanza a la atmósfera sin freno alguno. Si el CO2 pudiese dar lugar a un efecto invernadero medio-apreciable, produciría un terrible círculo vicioso de calor - más CO2 procedente del mar - más calor - más CO2 - más calor, etc. etc. sin freno ni final. No habría mecanismo capaz de frenar esto.
El CO2 produce su poquitito de efecto invernadero con sólo tres franjitas muy estrechas del espectro infrarrojo. La mayor parte de los fotones infrarrojos atraviesan el CO2 sin romperlo ni mancharlo, ni crear el mínimo efecto invernadero.
El efecto invernadero, que, por cierto, es necesario para la vida en la Tierra, lo produce en su casi totalidad el vapor de agua. Bendito gas este vapor de agua, que lleva consigo los mecanismos para que la temperatura de la Tierra esté siempre dentro del rango en que la vida es posible.
Evidentemente el mar también lanza vapor de agua a la atmósfera cuando sube la temperatura. Si no existiese un mecanismo de auto-frenado, los océanos llegarían a hervir (excuso decir con que consecuencias), pero, de nuevo gracias a Dios, el vapor de agua tiene la bendita costumbre de formar nubes que, por efecto albedo (reflexión de la radiación solar) impiden la llegada de mucha de esa radiación a la Tierra y a las capas más bajas de la atmósfera. El círculo vicioso se corta por efecto de que el aumento de temperatura también produce más nubes que permiten que se llegue a un punto de equilibrio.
Aunque a mí me parece un razonamiento menos fiable, hay quien afirma que, además de producir efecto albedo, el vapor de agua que asciende, al formar nubes, libera los calores de vaporización y de sublimación en zonas con menor concentración de vapor de agua, lo que facilita que los fotones sean devueltos al espacio con más facilidad. Este sería otro efecto de auto-frenado del calentamiento.
Saludos a todos de
Juan Mendos