Con los medios que hay ahora, que además limpian en cuanto hay nieve, y aun así acaban cerrándose los puertos y resulta imposible abrirlos semanas después de la nevada.
Una nevada como esta hace 3 siglos hubiera supuesto la desaparición de comunidades de vecinos enteras, porque el aislamiento se hubiera alargado meses, y los víveres se hubieran acabado y la mortandad de la caza hubiera hecho inviable la supervivencia. No cabe duda de que desde hace ya unos años en el tercio norte nieva más que antes, a la par que en el interior levantino y sureste se han reducido notablemente las precipitaciones invernales, período que ya de por sí era seco. Si durante siglos generaciones han conseguido sobrevivir en esas montañas del tercio norte es porque no caían nevadas como esta de una sentada, o tenían un período de retorno dilatadísimo, porque no vale solo con estar adaptado al medio.
El reflejo más claro de lo que digo de esa descompensación entre norte y levante, es que en un temporalazo como este (que han habido varios en los últimos 15 años) por aquí dejan 4 copos, o como mucho un blanqueo que parece más bien una escarcha fuerte, o una enharinada. Sin embargo antes en estas situaciones tambien caían buenas nevadas por aquí. Echando mano de hemeroteca he encontrado una foto de unos críos jugando con la nieve en Venta del Moro, localidad a unos 25 Km al oeste de Requena. Se ve que la nieve ya lleva días caída, pues el suelo está bastante libre de ella, pero en el tejado se mantiene y el grosor es de 2 cabezas del crío, o sea, entre 30-40 cm:
Por cierto, aquí tenéis una foto bajando por la cara sur de Palombera, a mediados de noviembre, aunque la calidad de imagen no es muy buena (no había mucha luz, estaba amaneciendo, y es del móvil). Ya se ve buena nevada hacia la Montaña Palentina, y un buen escarchón, aunque no hacía nada de frío.