Lo que pudiera parecer una ironía tratándose de una urbe por la que pululan a diario unos cinco millones de personas no es más que la realidad palpable a la luz de los datos: la ciudad de Madrid, con sus cerca de 300.000 ejemplares, es la segunda del mundo con mayor número de árboles en sus calles, por detrás de Tokio. Se da la circunstancia, asimismo, de que el coloso japonés supera a Madrid en unos 100.000 árboles, pero hay que tener en cuenta que también triplica su población -la capital nipona es la segunda mayor ciudad del mundo-.
Estos datos, facilitados por Federico Sepúlveda, director general de Patrimonio Verde del Ayuntamiento, ponen de manifiesto lo que es "un valor enorme de la ciudad" que, a menudo, pasa de puntillas a los ojos de los ciudadanos. De los cerca de 300.000 árboles, 216.000 son de alineación, o lo que es lo mismo, se encuentran en alcorques en plena acera.
Sin embargo, la "gran sombra" que cubre la capital no queda ahí, sino que se completa con 5.000 hectáreas de zonas verdes públicas, correspondientes a parques y jardines. Aunque no hay un censo oficial del número de árboles en estas áreas, se calcula que, en la de mayor extensión, la Casa de Campo -con 1.700 hectáreas, que equivalen a la superficie del término municipal de Griñón-, puede haber alrededor de medio millón.
Por detrás del gran pulmón urbano, por extensión, se encuentran el Parque Juan Carlos I (160 hectáreas) y el Parque del Retiro (118). En este último existen más de 15.000 ejemplares. Estas cifras vienen a testimoniar que la capital se sitúa en los primeros puestos de patrimonio verde del mundo. Las zonas verdes madrileñas se dividen en grandes parques públicos, como El Retiro, El Capricho, la Quinta de los Molinos o la Fuente del Berro, y en áreas forestales (Casa de Campo).