Hola a todos!
Noticia Diario Sur (Málaga 10 Diciembre 2003)
Málaga vive el segundo otoño más lluvioso de su historiaSólo las precipitaciones que causaron las inundaciones de 1989 superan a las caídas en los tres últimos meses Las playas de la provincia presentan una imagen descarnada después del temporal de la última semana
JUAN CANO/MÁLAGA
ANEGADAS. Las intensas lluvias han formado numerosas balsas en las carreteras durante los últimos días. / CARLOS MORET
ImprimirEnviar
DATOS HISTÓRICOS
Octubre de 2003: Cayeron más de 209 litros por metro cuadrado, cuatro veces más que la media (54).
Diciembre: Se han registrado más de 200 litros en lo que va de mes; ya supera la media (101).
Mes más lluvioso: En noviembre de 1989 cayeron 497 litros. El día 14, cuando se desbordó el Guadalhorce, se registraron más de 143 litros en tres horas.
Ocurrió el cuatro de diciembre, después las tres de la madrugada. Una serie de factores climáticos convergieron en un radio de tres kilómetros al noroeste de la capital. Y el agua cayó con toda su furia. Garajes, alcantarillas y ascensores se anegaron en una noche en la que se registraron más de 50 litros. La tormenta no cesó al día siguiente. Ni al otro. No ha habido tregua desde hace seis días: en la capital se han cuantificado más de 200 litros en lo que va de mes. Octubre, un mes poco lluvioso, tampoco le fue a la zaga y se cerró con 209 litros, la cota más alta de los últimos 60 años. Con todo, Málaga atraviesa el segundo otoño más lluvioso de su historia documentada, por detrás de las famosas inundaciones de 1989.
De hecho, las tormentas han dejado más de 486 litros por metro cuadrado en estos tres meses, es decir, poco menos que la media anual de lluvias (unos 560 litros), según los datos facilitados por el Centro Meteorológico de Andalucía Oriental. Con estos guarismos, Málaga supera ya a tres de los otoños más lluviosos de la historia -1957, 62 y 72-, pero se queda aún muy lejos del fatídico 1989. Sólo en noviembre de aquel año se registraron 497 litros -más que en estos tres meses-, y en diciembre fueron 244 más. El año 'negro' de la provincia se cerró con un techo de 891 litros.
Las playas
Los contadores pluviométricos no paran de sumar. El temporal está dando los últimos coletazos, y ayer volvió a dejar más de 20 litros en Málaga. Las lluvias se hicieron extensivas al resto de Andalucía -la alerta se mantuvo en Granada, Jaén y Almería-, aunque Jerez de la Frontera (Cádiz) siguió registrando los mayores problemas.
Las precipitaciones han dibujado una estampa ya habitual de playas descarnadas, aunque sin consecuencias. La Venus, La Fontanilla, El Faro -en Marbella- y la playa de San Pedro presentaban ayer grandes surcos en la arena y arquetas de saneamiento deterioradas. Y en Benalmádena, Fuengirola y Mijas las lluvias han sembrado las playas de cañas y piedras.
Después de una semana caracterizada por los desprendimientos y por las balsas de agua en la calzada, la circulación empieza a normalizarse. Ayer sólo quedaba cortada la carretera A-366 entre Alozaina y Yunquera, y continuaban los trabajos para quitar los charcos de la N-340 -entre San Pedro y Fuengirola- y en la MA-5001. Además, en la capital, la calle Ramos Carrión (El Limonar) tuvo que ser cortada ayer por la tarde ante la acumulación de agua en un badén de la calzada, debido a la crecida del arroyo de la Caleta.
Incidentes
Atascos, calles cortadas, sótanos anegados y ríos desbordados han sido algunas de las consecuencias de la tormenta en los últimos días. Sólo en la capital, los bomberos han realizado un centenar de servicios relacionados con la lluvia. En la provincia, el temporal se ha cobrado la vida de un hombre en Riogordo por la crecida de un río, mientras que otras 30 personas tuvieron que ser desalojadas.
Pero el temporal ha grabado otra marca histórica, casi inédita. En la zona del Cónsul se produjo una fuerte tromba de agua con unos 50 litros por metro cuadrado en una hora durante la madrugada del pasado viernes. Sólo hay dos precedentes documentados -1984, con 67 litros; y 1986, con 51- en los que llovió con semejante fuerza.
Han de confluir varios factores para que las lluvias sean localizadas, según explica el director del Centro Meteorológico, Francisco Sánchez. Nubes ascendentes, cargadas de electricidad, masas de aire frío en la atmósfera, y un frente húmedo cerca del suelo. Las mismas condiciones que, el 14 de noviembre de 1989, provocaron un auténtico diluvio en el aeropuerto mientras en El Palo no caía una gota de agua.