Para los que llevéis tiempo sin ver caer una gota y os dé envidia nuestra situación, pensar que todo tiene su contrapartida.
Tratar de manejarse en días como estos con niños pequeños por la calle es más difícil de lo normal y hace que las tardes sean bastante lamentables.
Además tengo comprobado que la paz familiar y el equilibrio neuronal se resienten después de varios días de lluvia (peor si incluye fin de semana) y mejoran muchísimo con los días soleados de parque. Os lo puedo asegurar.
Yo como no tengo huerta ni campo que regar, del tiempo lo que más me preocupa es si los columpios del parque están mojados o no, y creo que esta tarde volverán a estar mojados.