Coincido con los demás en que las merindades burgalesas son una zona con muchos alicientes, tanto nivológicos como naturales y culturales.
Yo tengo la suerte de muestrear de vez en cuando por el Valle de Mena, y aquello es una auténtica explosión de vegetación, con gran variedad y cursos de agua a raudales.
Respecto a los míticos puertos de Estacas de Trueba, Lunada y La Sía, poco tengo que añadir, de todos es sabido que son números 1 en recogida de nieve, especialmente con advecciones norte, dada su proximidad al cantábrico.