Bueno, me he animado a colgar unas fotillos, que hace tiempo que no me prodigaba. Son del 2 de mayo, un resumen pequeñito de mi subida al Trigaza (2085 m). Salí por la mañana del pueblo de Pineda de la Sierra, en uno de los mejores enclaves de la provincia de Burgos. En la siguiente foto se aprecia parte del pueblo con la atractiva pala norte del Mencilla (1931 m) cerniéndose sobre él.
Fui ascendiendo por una loma de pendiente muy constante, haciendo camino entre rebollos en un principio, para salir a grandes claros de pasto, y, más arriba, seguir por sendas pedregosas entre brezales. A mi derecha y a mi izquierda, impresionantes barrancos bajan desde Trigaza y San Millán hacia el valle, alimentándolo de agua desde las cumbres. Se aprecia el bosque mixto, con pinos de repoblación, y hayas aún por brotar en aquellas fechas.
A cierta altura comenzaban a despuntar los primeros riscos, señal de que pisábamos ya suelo somero cercano a cumbres, en uno de ellos me encontré este ejemplar de enebro corveño (Juniperus sabina), que yo hasta ahora sólo conocía de las montañas cantábricas y del Moncayo, y que no esperaba ver por estos lares, pero ya sabeis que nuestros Ibérico Norte siempre nos reserva sorpresas por bien que creamos conocerlo. Creo que por el ibérico turolense y conquense le llaman sabina rastrera.
A partir de unos 1800 m el aire ya era fresquito, y encontramos pequeños neveros dispersos. Hubo quien incluso aprovechó para refrescarse un poquito…
Como buen soriano, mi perro detecta enseguida una silueta familiar en segundo término, Urbión nos saluda lejano y blanco en su vertiente norte. En esta foto se ve Neila a la derecha, y a la izquierda Muñalba.
Seguimos ascendiendo, el techo burgalés, San Millán (2131 m), hermano mayor del Trigaza, asoma a nuestra derecha. A la izquierda de esta cumbre, también Cebollera se anuncia blanca en la distancia. Dista unos 50 km en línea recta, sorteando el Gatón.
Vista el este. Entre otras cumbres, destaca el Otero (2045 m). La nieve escasea, destacando únicamente los ventisqueros más próximos a nuestra posición (no visibles en este foto), en las palas norte de Trigaza y San Millán.
Desde la cumbre del Trigaza, el ventisquero norte desafía a la gravedad en voladizo, si bien la grieta que se observa indica que pronto cederá.
Este zurullo me dio que pensar, no tenía claro al autor. Lo encontré a más de 1800 m de altitud, en zonas pedregosas, y llamaba la atención su longitud. Tenía mucho pelo y huesecillos. Finalmente me decanté por mi amiga la gineta (
Genetta genetta), precisamente por la longitud y grosor apreciables del excremento en cuestión, y porque creo que se trataba de dos deposiciones superpuestas, siendo los acúmulos un rasgo típico de la especie en cuestión. Lo único que no me cuadra en exceso es el haberla encontrado en alta montaña, lugar que no es el preferido por el vivérrido, pero existen no pocas citas pirenaicas y de Sierra Nevada que prueban que no ha de ser nada descabellado. De todas maneras, enseguida me acordé del maestro lapoveda, que seguro ha de confirmar mi acierto o descubrir mi error.
El autor de esta huella, sin embargo, estaba bastante claro, la fotografié precisamente por su nitidez, no hay error posible, pero también por su tamaño, este jabalí era de los gordos.
Agua a raudales, qué gusto verla correr.
Finalmente, rebosante, el embalse de Arlanzón.
Un saludo desde mi destierro en tierras madrileñas.