Excelentes fotos José, se puede ver que gozan de un buen estado de salud a pesar del infierno del verano pasado.
Realmente es increíble ya que estas hayas se encuentran en una de las zonas más desfavorables. El suelo es poco profundo y pedregoso y además la orientación oeste no es la mas apropiada pero ahí están. Hay muchos sitios más húmedos en todo el valle.
La mayor de estas hayas es un ejemplar, que a pesar de no ser alto parece bastante viejo, con varios brotes saliendo del suelo, trozas de madera seca, y aunque no lo puedo confirmar da el aspecto de haber sido cortada, y haber rebrotado, aunque también puede ser que hubiera sido comida de pequeña por algún herviboro.
Además sobreviven el robles albares y servales entre las rocas, no por que les guste, sino porque cuando se ordenaba un monte se eliminaba cualquier especie que no fuera la dominante, ya que se trataba de producir madera, no de conservar la diversidad. Un cultivo más, solo que en montañas.
La mayor de las hayas, se ha salvado milagrosamente, ya que hay una regeneración de pino que llega justo hasta ella. Las cortas se han hecho a matarrasa, por lo que si había otras en esa ladera no creo que las hubieran perdonado la vida. Las otras hayas están en un terraplén del camino, que como es lógico está fuera de la explotación maderera.
Al lado de estas hayas más pequeñas existen, como comenta José, jaras, e incluso han hecho alcorques en los que han plantado pinos para evitar que la ladera se venga abajo, cosa que ocurría con solo pisarla, pues bien estos pinos se encontraban en regular estado, lo que da idea de la resistencia de estas hayas.
Una pena el gran haya de 1,40 m de diámetro que fue abatido, esta vez por el viento, en 1988.
Karras, las "tuyas" también tienen un buen aspecto, iré este verano por allí a visitarlas.