No es sólo un problema de aumentos, sino de resolución óptica y de estabilidad de imagen. Por eso los prismáticos sólo son útiles astronómicamente para observar los grandes rasgos de la Luna, los cometas y los campos estelares. Pero si les sabes sacar un buen partido son excelentes.
Yo te recomiendo que los asientes sobre un trípode. En algunas tiendas de fotografía venden unas anillas con la tuerca correspondiente para instalarlos en un trípode. La mejora es notable en todos los terrenos. Por ejemplo, en Júpiter, aunque no distinguirás grandes cosas del planeta sí que podrás seguir los cuatro satélites galileanos (Europa, Io, Ganimedes y Callisto), que aparecen junto a él como estrellas brillantes
En Saturno intuirás los anillos y en Venus podrás contemplar las fases, aunque en éste da lo mismo que se observe con telescopio. Sólo se ve la superficie sin detalles.
En cualquier caso, como te decía, se trata también de un problema de resolución y de estabilidad de imagen. La resolución no depende de los aumentos, sino del diámetro del objetivo. Para los planetas, por ejemplo, se empiezan a obtener buenos resultados con refractores a partir de 80 mm. de diámetro.
La estabilidad depende de una buena montura. A muchos aumentos no puede observarse sin estabilidad de imagen, porque el campo angular es muy pequeño y es complejo centrar el objeto celeste si el aparato es inestable y se mueve.
Saludos