Playa del Espigon de Huelva
El mar engulle varias casas de pescadores y dunas en DoñanaEl temporal destroza la tubería de saneamiento y aguas fecales de Matalascañas · Ayuntamiento y vecinos solicitan la repoblación urgente de los espigones de la playaEl mar está devorando, literalmente, la costa de Matalascañas. Los daños más graves perpetrados por el temporal de lluvia y viento de los últimos días se han registrado en la zona de Los Palos -que hace de frontera entre la playa almonteña y la de Doñana-. Precisamente aquí, hasta ayer, las olas habían engullido por completo la casa tradicional de uno de los pescadores del espacio protegido, parte de otra y una extensa zona de dunas de Doñana.
Casi la mitad del Paseo Marítimo, unos 500 metros, se ha derrumbado, al igual que el muro de una de las viviendas colindantes, ubicada en primera línea de playa. Esto ha provocado, además, la rotura de las tuberías de saneamiento y aguas fecales de la localidad, según confirmó ayer a este diario el concejal de Turismo en el Ayuntamiento de Almonte, Domingo Núñez. Si la Dirección General de Costas no resuelve la situación con celeridad, los vertidos pueden transformarse en un verdadero problema medioambiental "de cara a la Semana Santa, cuando la población de Matalascañas se multiplique".
Además de esta actuación, el Consistorio almonteño ya ha reclamado a Costas que se declare "obra de emergencia" la reconstrucción del paseo, que se regenere la arena y que se repueblen con piedras los espigones que recorren perpendicularmente, a modo de peine, los 4,5 kilómetros del litoral de Matalascañas (existe uno cada 100 metros). Estas escolleras están enterradas o hundidas desde hace "unos 40 años", explicó el presidente de la Asociación de Propietarios de Matalascañas, Juan Gómez. Para Domingo Núñez, ésta sería -a corto plazo- la actuación más beneficiosa para proteger la línea costera almonteña: "Es una obra de bajo coste, que podría realizarse en diez días y que nos traería muchos beneficios", una solicitud que ayer mismo envió por escrito el Ayuntamiento de Almonte a la Subdelegación del Gobierno en Huelva y a la Dirección Provincial de Costas.
Ambos coinciden en que, si Costas hubiera actuado a tiempo -es decir, cuando se produjo el temporal que asoló la costa onubense el pasado año y que se cebó con Matalascañas e Isla Cristina-, "no estaríamos hablando de esto ahora". De hecho, el Gobierno central "no realizó ninguna inversión de gran calado en la zona".
El concejal de Turismo en Almonte puso de manifiesto que "hemos notado que, a pesar de que los espigones estén hundidos o enterrados, protegen bastante" el área en la que están apostados, un hecho que puede constatarse en que las áreas más vulnerables son las de Los Palos y la que recorre la costa desde La Piedra hacia Mazagón. Por ello, sería necesario "reforzarlas con espigones" similares.
El chiringuito El Navegante ha desaparecido bajo las aguas atlánticas. Muchos otros establecimientos "han perdido toda la tierra" que soportaba sus estructuras y descansan ahora sobre pilares de hierro y madera. Matalascañas, aseguró Juan Díaz, "se muere" y el principal temor de los comerciantes es "no poder ofrecer al turismo nada más que desolación".
La lluvia anega varias viviendas en la barriada onubense de El TorrejónVarios vecinos de El Torrejón están viviendo una auténtica pesadilla pasada por agua. Sus pisos, ubicados en las calles Alhelí y Azucena, registran innumerables goteras como consecuencia, señalaron, de la inacabada rehabilitación de la techumbre de los edificios. Los afectados son, en esencia, los habitantes de los inmuebles de la cuarta planta, que aseguraron a este diario "no tener ya más cacerolas que colocar por la casa para que no nos llegue el agua al cuello".
Las obras en sus viviendas están motivadas por el Plan de Rehabilitación Autonómica de la Junta de Andalucía, que emprendió hace aproximadamente un año "la empresa Garasa, que se fue a la quiebra y lo ha dejado todo roto y a medio hacer". Aunque otra sociedad se ha hecho cargo recientemente de la ejecución de las actuaciones, "no les ha dado tiempo a arreglarnos los techos".
Isabel Contreras lleva más de 32 años viviendo en su piso de la calle Alhelí y "nunca me he mojado en mi propia casa, hasta ahora". Las dos habitaciones en las que duermen su hijo y ella "están completamente inundadas". Por una de las esquinas del comedor "cae el agua como una cascada" y la puerta de su casa está tan hinchada que se ve abocada a "esperar a que llegue mi hijo y la abra para poder salir o entrar en casa".
El olor a humedad invade los hogares de estos onubenses, que en ocasiones no pueden siquiera encender la luz poque los plomos saltan al contacto de las bombillas que cuelgan del techo con el agua. Se sienten, confesó Contreras, "desesperados e impotentes", por lo que solicitan a la Administración autonómica una solución urgente a su problema.
El sector pesquero pide ayudas ante el desastre causado por el temporalLos armadores proponen a la Dirección General de Pesca que reduzca el paro de la flota · Los puertos y las lonjas acumulan pérdidas de más de un millón de euros en plena campaña navideñaEl temporal de lluvia y viento que azota la costa onubense no da tregua al sector pesquero, que cuantifica las pérdidas por estas dos semanas de inactividad en algo más de un millón de euros. Se estima que las pérdidas pueden rondar los 500 euros por tripulante y semana en arrastre, modalidad que en la provincia de Huelva cuenta con alrededor de 170 embarcaciones -cada una de ellas con una media de cinco tripulantes- en los puertos de Punta Umbría, Isla Cristina, Lepe y Punta del Moral.
Por lo que respecta a la flota artesanal o la de la chirla -en Huelva puede haber unas 300 embarcaciones- las pérdidas son algo más bajas, ya que las tripulaciones son menores y el volumen de capturas también desciende. El patrón mayor de la cofradía de pescadores de Punta Umbría, Antonio Albarracín, manifestó al respecto que "la segunda quincena de diciembre es la de mayor venta y a mayor precio de todo el año y esto no se recupera".
Debido a esta situación, el sector pesquero del Golfo de Cádiz ha presentado una propuesta a la Dirección General de Pesca para que el siguiente paro de la flota pactado dentro del Plan de Gestión del caladero para enero tenga una duración de 15 días y no de un mes. En principio, está previsto que el sector pare desde el día 15 de enero al 16 de febrero. "La flota de arrastre ha estado parada dos meses, ahora por el tiempo, casi 15 días y si lo unimos al próximo paro, es demasiado tiempo para poderlo soportar", añadió Albarracín. Esta medida podría ayudar a paliar algunas de las pérdidas ocasionadas al sector por la climatología. El temporal está afectando a las modalidades de arrastre, chirla y trasmallo, ya que el cerco está en parada biológica.
En Punta Umbría serían más de 70 los barcos afectados. Algunos armadores se han arriesgado a salir pero han tenido que volver porque el viento ha llegado a alcanzar fuerza 7 y 8, y con los barcos de la zona es imposible faenar en esas circunstancias.
En Isla Cristina, la ría Carreras estuvo apunto de desbordarse debido a las olas originadas por las fuertes rachas de viento. Algunos barcos, lo utilizados como auxiliares, permanecían boca abajo. La actividad en la lonja fue prácticamente nula; sólo salieron tres embarcaciones de arrastre. Mientras, en la barriada de Punta del Caimán, en un núcleo de viviendas prefabricadas, los vecinos estuvieron en todo momento pendiente de que el agua de la lluvia no entrara en sus casas, al igual que ocurría en algunos garajes comunitarios de la calle Emiliano Cabot. La zona residencial de la playa Central también se vio inundada en algunas calles que no están asfaltadas. La urbanización El Paraíso se quedó sin luz y los operarios tuvieron que instalar un cable provisional para abastecer a las viviendas.
En el Paseo de los Reyes y la calle del Carmen, los problemas se complicaban al ser dos avenidas que se encuentran desde hace meses en obras de remodelación y que ahora están paralizadas por las fiestas navideñas y que ha dejado pendiente el acerado, dificultando el acceso no solo a los clientes de la zona sino a los residentes. Los comerciantes se quejaban de "la racha tan mala que estamos teniendo, las obras han comenzado tarde y nos ha pillado la Navidad y ahora con la lluvia es un desastre", decía Manolo Gutiérrez.
De momento, las previsiones meteorológicas no parece que vayan a dar ninguna tregua y parece que seguirá el viento y la lluvia durante unos cuantos días más.
Fuente: Huelvainformacion
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