Eso llevamos decadas haciendolo y se llama basicamente "mierda en el aire". Se llama "global dimming" (oscurecimiento global). Es cierto que enfria la tierra pero no soluciona nada (en realidad significa que el calentamiento real es mayor de lo que percibimos). Es como tomarse una aspirina cuando tienes cancer. Ademas, esa contaminacion ya provoca suficientes problemas como para incrementarla.
Supongo que a los de la “mierda en el aire” te refieres a los sulfatos y no a los gigantestos espejos que podrían llegar a colarse para reflejar los rayos solares. Claro que eso se llama “global dimming” (oscurecimiento global) muy bien explicado por el Dr. Travis durante los días siguientes al 11S y cuya entrevista por la BBC está por ahí. La diferencia es que en esa ocasión hablaban que ese “global dimming” se había producido por la eliminación de los gases de condensación al prohibir el vuelo de aviones. Efectivamente el calentamiento real sería mayor, pero la sensación de enfriamiento, al reflejar los rayos solares al espacio, también sería mayor y el oscurecimiento también sería mayor... ¿Y entonces cómo llegaríamos a conocer el calentamiento real enmascarado por esas soluciones drásticas? Qué cantidad de interrogantes se plantean!!!
"Demasiado dinero y demasiado tiempo para pensar"
Por ahí arriba se dice que el Premio Nobel estima que los costes para esta cura radical ascenderían entre 25 a 50 mil millones de dólares anuales. Lo que no nos dice es de donde sale ese dinero y quien lo paga.
Pues a ver que informe preliminar presenta mañana el IPCC, porque por lo que cuenta “The Guardian” EE.UU. es el solicitante de esas medidas drásticas que Crutzen ya había mencionado previamente, cita textual: “Su temor es que, con medios menos drásticos, prácticamente ya no podría detenerse el calentamiento global.” Incluso los consorcios energéticos de EE.UU. han presionado al gobierno norteamericano a actuar. La Casa Blanca ya no puede hacer oídos sordos a esos llamamientos, según cuenta “The Guardian”. Según este periódico Washington despliega todos sus esfuerzos para que las recomendaciones del documento del IPCC incluya algunas medidas drásticas, tales como la colocación de espejos gigantescos en el espacio o la distribución de grandes cantidades de “polvo” en la atmósfera para reflejar la luz solar. El mismo periódico informa que el gobierno estadounidense ha intentado impedir que el nuevo informe del IPCC contenga el requisito de un nuevo acuerdo internacional para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Este sería un acuerdo posterior al actual protocolo de Kyoto, que EE.UU. no ha firmado hasta el día de hoy y que expira en el 2012 (y si no lo ha firmado, porque ahora hay que tomar esas medidas drásticas, no sería otra opción seguir sin firmarlo??)
El año pasado los gobiernos recibieron una versión previa del informe del IPCC, cuyos detalles científicos deberían corresponderse ampliamente con la versión definitiva. “The Guardian” ya dispone de la respuesta del gobierno norteamericano a las Naciones Unidas. Esta respuesta contiene la condición de que la parte del informe del IPCC con recomendaciones a los políticos contenga una influencia directa sobre la radiación solar.
Asimismo, Washington se queja de que el informe del IPCC “exagera las consecuencias negativas del cambio climático”. Las diversas argumentaciones que EE.UU. son en parte abstrusas.
Y por último las soluciones que se han brindado:
· El astrónomo norteamericano Roger Angel ha propuesto colocar un arco de una longitud de 100.000 km compuesto de 16 billones de pequeños espejos entre el sol y la tierra. Las láminas sintéticas con un diámetro de 60 cm cada una deberían impedir que llegará aprox. un 2% menos de energía solar a la tierra.
· El Premio Nóbel en química Paul Crutzen del Max-Planck-Institut para química atmosférica ha desarrollado el plan de esparcir en la estratosfera enormes cantidades de azufre para bloquear una parte de la luz solar, pero los críticos advierten de consecuencias impredecibles y critican que habrían que distribuir el azufre durante muchas generaciones, para no correr el riesgo de tener un repentino calentamiento masivo..
· En el National Center for Atmospheric Research en el estado de Colorado, investigadores colaboradores del físico atmosférico John Lathan han desarrollado la idea de atomizar grandes cantidades de agua marina. Con ello quieren que nubes bajas reflejen más luz al espacio.
· Investigadores del Instituto Alfred-Wegener para la investigación marítima de Bremerhaven abonaron en los años 2000 y 2004 en el océano antártico 200 km2 de superficie marítima con sulfato de hierro para estimular el crecimiento de las algas en la superficie. Si el fitoplancton crece, atrae dióxido de carbono que más tarde es arrastrado a la profundidad y así se elimina de la atmósfera.
· Con láminas sintéticas flotantes sobre los océanos y blancas lonas de plástico en los desiertos también se podría reflejar al espacio una parte de la luz solar, según otros investigadores.
Fuentes:
http://www.guardian.co.uk/usa/story/0,,1999966,00.html y
http://www.spiegel.de/wissenschaft/natur/0,1518,462636,00.htmlEl tema resulta intrigante y da la sensación de tratarse de todo un concurso de “medidas drásticas” donde al público de a pie se le permite apostar por la mejor opción. Ya hay apuestas que apuntan a la que más beneficios económicos aporta, ¿alguien se atreve a apostar por esta? Yo me la imagino, pero de momento me la reservo.
Saludos