Yo solamente sé que en el caso del valle del Ebro, su gemelo al norte de los Pirineos, el Garona, que no sufre el efecto barrera de las cordilleras, es todo lo opuesto. Mientras nuestro valle es casi un desierto bíblico, el de ellos es un auténtico vergel verde todo el año.
Esta claro que el problema no es la latitud (tan sólo 100 o 200 Km mas al norte el Garona que el Ebro), sino la orientación y cerramiento que sufre el valle del Ebro.