Un momento, un momento... si el balance térmico es ya positivo, significa que recibe más radiación de la que emite, y no le hará falta por tanto dejar de perder calor para subir de Tª, digo yo...
Por la tarde, hay un momento en el que las pérdidas superan a las ganancias, cosa que ocurre después de alcanzarse la máxima, momento en el que está equilibrado el balance. Al llegar la noche, la tierra sigue perdiendo radiación y recibiendo solo una pequeña parte reemitida por la atmósfera (efecto invernadero causado por el H2O, el CO2, el CH4 y otros), de modo que el balance sigue siendo negativo y sigue bajando la Tª, pero cada vez más lentamente, pues la potencia irradiada va en función de la cuarta potencia de la Tª absoluta. Así hasta que, ya salido el sol, las ganancias se igualan a las pérdidas: ya no baja más y es el momento de la mínima, al alba.
La aparición de una capa nubosa por la noche debe forzosamente reducir las pérdidas, pero no al 100%, pues parte de la energía absorbida por las nubes se irradia hacia el espacio y parte se emplea en los cambios de estado del agua.
La Tª de la superficie no debería aumentar, porque la radiación que se ha perdido previamente es ya irrecuperable hasta que no salga el sol o hasta que no haya una advección cálida. Por eso creo yo que lo que ocurre es que, en situaciones de inversión, al estar las nubes que lleguen más cálidas que el suelo, éstas emitirán a la superficie más radiación de la que ésta les envíe a aquéllas, subiendo el mercurio.
Pero si las nubes están más frías (situación normal, sin inversión -mal tiempo-), solo se conseguirá amortiguar el descenso, pero no invertirlo.