BÉLGICA
Mariquitas, moscas y ranas desorientadas. Por María Ramírez.
Como cada año, las mariquitas belgas se cuelan por el resquicio de las ventanas, trepan hasta el techo y vuelan hacia las superficies blancas (si se posan en la mano de una joven, según la sabiduría popular, la chica se casará en menos de un año).
Pero esta temporada, los escarabajos de bonito abrigo han invadido las casas hasta diciembre, junto a mosquitos, moscas y otros insectos improbables.
"Se está extendiendo una nueva especie de mariquitas, más agresivas, y, con las temperaturas altas, este año se han movido mucho más", cuenta Johan Bogaert, naturalista experto en este insecto.
El científico relata que sus colegas en Lovaina ya han visto este mes ranas pardas y salamandras, que no suelen aparecer hasta marzo. "Algo está cambiando y aparecen nuevas especies. En Bélgica ahora hay hasta libélulas, lo nunca visto", subraya.
En los 174 años desde que el Instituto Meteorológico Real de Bélgica registra la temperatura, nunca había habido un otoño tan cálido,
que también ha seguido al verano más caliente documentado hasta ahora. La temperatura media de septiembre a diciembre, 13,9 grados centígrados, ha superado en más de 1,6 el récord anterior.
"Es posible asegurar, con una proyección estadística, que 2006 ha sido el año más caliente en Bélgica en cerca de 500", explica el meteorólogo Marc Vandiepenbeeck