¿Estamos cambiando el clima?

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Re: ¿Estamos cambiando el clima?
« Respuesta #1872 en: Domingo 20 Febrero 2011 21:26:42 pm »
Mejor te lo dejo, a ver si viendo el dato te das cuenta de lo que dices:


1,7 ºC para una sensibilidad climática de 3 ºC por doblar [CO2]

0,85 ºC para una sensibilidad climática de 1,5 ºC por doblar [CO2]

Es decir, una diferencia de 0,85 ºC sobre un total de 5-6 ºC. Brutal  :rcain:





"No soy escéptico porque no quiera creer, sino porque quiero saber" ~Michael Shermer~
Javier.
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Re: ¿Estamos cambiando el clima?
« Respuesta #1873 en: Sábado 26 Febrero 2011 14:11:01 pm »
Lo realmente interesante de todo esto es lo siguiente.

El IPCC atribuye en su último informe un forzamiento de 8W/m2 a la diferencia entre el máximo del último periodo glaciar y  la época preindustrial.

Teniendo en cuenta que el forzamiento provocado por el cambio de concentración de CO2 es de 2,2 W/m2, implica que la sensibilidad climática por doblar el CO2 tiene por fuerza que ser de 2,65+/- 0,25 ºC. Es decir, entre 2,4 y 2,9 ºC.

A partir de ahí podemos hacer una pequeña simulación, imaginar que todo el forzamiento (8W/m2) ha sido provocado por el CO2. De nuevo la sensibilidad climática por doblar el CO2 tiene que ser por fuerza entre 2,4 y 3 ºC.


Sin embargo, en el informe previo (borrador) que no vio la luz, se dan unos margenes de incertidumbre de 6 a 11 W/m2 entre el máximo glaciar y la época preindustrial. Eso significa que la la sensibilidad climática por doblar el CO2 tiene que variar 1,5 y 4,3 ºC. Toma Ya!

Pero habemus un problema: solo conocemos bien el cambio provocado por los gases de efecto invernadero, lo cual supone solo un 35% de las variables en juego. Aún así su incertidumbre se situa en torno al 20% del valor más probable.

De los cambios en el albedo y el nivel del mar tenemos un conocimiento pobre y su incertidumbre, o posible error, supera en en más de un 25% al valor más probable. Vamos, que ese hipotético 40 % que supondría los cambios en el albedo y del nivel del mar, bien podría ser un 50% o más. Pero lo ajustamos al 40%

Del 25 % que queda, provocado por cambios en la vegetación, o en los aerosoles, no tenemos ni pastelera idea: en el caso de la vegetación ni siquiera contamos con incertidumbres y en el caso de los aerosoles pueden llegar al 70% del valor más probable.

En resumen, que conociendo tan solo el 35 % de las variables, conseguimos inferir una sensibilidad climática por doblar el CO2 que se situa entre 1,5 y 4,3 ºC, siendo el valor más probable entre 2,4 y 2,9 ºC.

Que me perdonen, pero suena a magia potagia, por no utilizar un término más fuerte: manipulación haciendo cuadrar los números.  

        
« Última modificación: Sábado 26 Febrero 2011 14:25:51 pm por metragirta »
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Re: ¿Estamos cambiando el clima?
« Respuesta #1874 en: Domingo 27 Febrero 2011 19:35:32 pm »
¿Y a todo esto? ¿Sabemos realmente como funciona el efecto invernadero?
¿Estamos seguros de ese 35%?
Este tio al que echó la NASA a la calle no está muy de acuerdo.

http://met.hu/doc/idojaras/vol111001_01.pdf




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Re: ¿Estamos cambiando el clima?
« Respuesta #1875 en: Martes 18 Octubre 2011 20:20:04 pm »
La industria del calentamiento global avanza imparable; Al Gore y su séquito de augures catastrofistas, oenegés y demás organismos adalides de la verdad incómoda, con el Panel Intergubernamental del Cambio Climático a la cabeza, han invertido miles de millones de monedas y lanzado a la atmósfera miles de millones de toneladas de CO2 y porquerías aún mayores en pro de la difusión y general aceptación de una verdad innegable e incuestionable.

El planeta se abrasa y en 10 años seremos todos carbonilla. Y el que ose siquiera discutirlo, es condenado en juicio sumarísimo a galeras. Se nos acusa de irredentos, de infieles, de negacionistas.
Hoy día en el ascensor cualquier desconocido te atiza una prédica sobre el calentamiento global que te sume en un estado de perplejidad y confusión mental del que no es fácil salir. Ayer mismo el portero de casa volvió a la carga...

-Vaya nochecita hemos pasado, mi señora no paraba de dar vueltas en la cama toda sudada, y yo me he tenido que refrescar las axilas varias veces... Esto del cambio climático va muy en serio.

-Pero Pepe, por Dios, que todos los veranos son así, lo que tienes que hacer el escender el ventilador, tío roña.

-¡Si hombre, para consumir más recursos limitados y contribuir al calentamiento global! ¡Tu es que eres un incrédulo, que estamos matando al planeta y éste se rebela y se defiende con huracanes, volcanes, terremotos y viruses de todo tipo! ¿Qué te crees que es el sida? ¿Y la salmonela de la mayonesa?

Así se las gastan estos abanderados del cambio climático, este ejército de zombies que repiten una y otra vez el mismo mantra hasta que consiguen sumar un adepto más. O un millón.
Cada vez que se publica un estudio "científico" que va en esta dirección todos los medios de comunicación, hasta la hoja parroquial, se hacen eco, lo difunden y magnifican. Cuando lo que se publica es contrario a estas tésis, las redacciones se van pasando la información de mano en mano, cual moneda falsa y lo miran de soslayo recelosamente. El grosor del hielo en el polo sur aumenta en los últimos años y sus temperaturas bajan mostrando una tendencia opuesta a las teorías impuestas por este ejército de salvación, redentores y papanatas varios, y ningún medio de comunicación ofrece la noticia, que podría causar estupefacción generalizadas y mermar los ingresos de las arcas del sin fín de empresas-organismos-instituciones que viven de esta historia.
Fíjese el lector que la he llamado historia, y no pamema o pamplina, porque intentando ser riguroso y medianamente científico en el análisis, sí parece claro que salvo casos puntuales donde se da el efecto contrario, en general se puede afirmar que en los últimos 50 años, la temperatura media del planeta ha aumentado en varias décimas de grado, y esta tendencia parece más acusada en los últimos 10 años de la serie. Pese a lo cual, sigue habiendo lugares de la tierra donde avanza la extensión de los glaciares y el grosor de la capa de hielo y donde en defintiva, bajan las temperaturas de forma sensible. Aún no sabemos de forma incotrovertible cómo afectan las emisiones del dióxido de carbono, de ese mismo CO2 que el jet privado de Al Gore emite con profusión cada vez que viaja en pos de un nuevo talón millonario.

Es decir, no niego la evidencia, que salvo manipulación y fraude masivo de registros y datos, parece que apunta en la dirección de un calentamiento más o menos global. A lo que me niego es a aceptar que el único responsable del supuesto calentamiento -esta noche hemos dormido con una colcha, en plena canícula- sea el malvado ser humano que emite más y más CO2.

El clima no ha sido constante a lo largo de la historia conocida, y aunque sólo se tienen registros fiables desde los últimos 100 años, hay otras formas de conocer cómo fue el clima en la antiguedad; a esta ciencia la llamamos paleontoclimatología, y lo que nos dice es que, por ejemplo, la edad media fue en Europa un periodo relativamente cálido, más aún que el actual, y entonces poco CO2 emitíamos a la atmósfera, hasta el punto que la actual Groenlandia era entonces una isla verde repleta de pastos y ganado -Greenland, tierra verde- frente a la actual costra de hielo que la cubre en su mayor parte.
Tendremos que ver en qué medida el hombre y sus deplorables emisiones de CO2 y otros gases llamados de efecto invernadero somos responsables del actual calentamiento, o si éste responde a un ciclo más en el devenir climático del planeta, o si obedece no al CO2 sino al metano que lanzamos con generosidad a la atmósfera muchos de los seres vivos que habitamos el planeta, y que somos, por definición, flatulentos, o si por el contrario responde a un cambio en la física del sol y sus ciclos más o menos regulares, con periodos de mayor y menor actividad termonuclear, que se traducen en mayor o menor presencia de manchas solares en su fotosfera.

Y bien, si al fin y a la postre fuera cierto que nos calentamos -yo aún no noto nada- ¿Qué habría de espantoso en que subiera una décimas la temperatura media del planeta?
Sí, ya sé, los sesudos ecologistas como mi portero Pepe y su mujer Marcela nos han advertido una y mil veces sobre sus posibles efectos adversos, como la desparición de miles de especies de animales y plantas por la destrucción de su hábitat, o la multiplicación de fenómenos meteorológicos devastadores, como tifones, tornados, gotas frías por doquier, sequías de proporciones bíblicas y todo tipo de plagas. Inundaciones, subida del nivel del mar en varias decenas de metros, desaparición de islas, arrecifes de coral y atolones etc etc. Sin olvidar los terremotos, tsunamis y hasta lluvias de meteoritos candentes. Toda una panoplia de infortunios y calamidades que acabaría con todo rastro de vida sobre la faz de la tierra en un satiamén. Y digo de vida, que no de vida inteligente, porque parece que esa se despidió hace tiempo. Sinceramente, yo no me creo nada.

Sin embargo, los posibles efectos positivos de una suave y gradual subida de la temperatura media del planeta, son más visibles, y de ellos nadie se atreve a hablar...
Tiraríamos mucho menos de la calefacción, con un empleo de combustibles fósiles, altamente contamientes, y de electricidad considerablemente inferior. Aquí mis porteros, que son los que se encargan de alimentar la caldera de carbón no me pueden negar que las ventaja son evidentes. Menos trabajo para ellos y menos toneladas de CO2 a la atmósfera. Los seres humanos tendríamos menos necesidad de abrigo; menos animales que sacrificar para utilizar sus cálidas pieles, menos tejidos plásticos y en general menos industria química tan contaminante. Y por supuesto, menos uso del transporte, público y privado, ya que una parte importante de nuestros desplazamientos los podríamos hacer a pie disfrutando de una temperatura más suave y un clima más benigno.
Las cosechas podrían ser mucho mejores y determinados cultivos podrían dar varias veces fruto al año; se acabó la escasez, los precios de las materias primas y los productos agrícolas disminuirían y mucha menos gente moriría de hambre. Y aún más, los excedentes podrían destinarse a la producción de biocombustibles. Hasta podríamos difrutar de vinos tintos cultivados en zonas ahora impensables, ¡y quién sabe si de aceitunas inglesas! Una vez más, todos contentos.
En los países de inviernos más rigurosos moriría menos gente de frío. ¿Sabéis cuántos hombres y mujeres mueren de frío en Rusia trás darse al vodka para combatir el frío y caer desvanecidos en cualquier parque o cualquier acera?

En fín, éstas son sólo algunos de los posibles efectos benéficos, no todos baladíes.

Más en serio, lo único que pido al común de los ciudadanos es que no den por bueno todo lo que nos digan desde los altavoces mediáticos y oficialistas, por mucho que nos den la matraca.

La realidad es mucho más rica y desde luego, mucho más compleja. Pocas veces nos encontraremos ante hechos del todo incontrovertibles; pongamos en marcha la reflexión, el siempre sano escepticismo, la apertura de mentes y la lucha contra el pensamiento único y granítico, por mucho que esto de la reflexión y el disenso "incomode" a los abanderados de la verdad única, a estos augures de la catástrofe que viven de la subvención y de las conciencias confusas y culpables de quienes ofrecen donaciones a todo este tipo de asociaciones que supuestamente trata de alertar y luchar contra el cambio climático.

Acabemos con el borreguismo institucionalizado, dudemos, cuando menos, de quienes no quieren ni pueden escuchar más voz que la suya, y pongamos en cuarentena a esa pléyade de arúspices de la debacle.

Y es que yo nunca fui amigo de rebaños, y mucho menos de pastores.
« Última modificación: Miércoles 19 Octubre 2011 16:25:05 pm por diablo »
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Re:¿Estamos cambiando el clima?
« Respuesta #1876 en: Martes 18 Octubre 2011 22:57:07 pm »
Más en serio, lo único que pido al común de los ciudadanos es que no den por bueno todo lo que nos digan desde los altavoces mediáticos y oficialistas, por mucho que nos den la matraca.

La realidad es mucho más rica y desde luego, mucho más compleja. Pocas veces nos encontraremos ante hechos del todo incontrovertibles; pongamos en marcha la reflexión, el siempre sano escepticismo, la apertura de mentes y la lucha contra el pensamiento único y granítico, por mucho que esto de la reflexión y el disenso "incomode" a los abanderados de la verdad única, a estos augures de la catástrofe que viven de la subvención y de las conciencias confusas y culpables de quienes ofrecen donaciones a todo este tipo de asociaciones que supuestamente trata de alertar y luchar contra el cambio climático.

Acabemos con el borreguismo institucionalizado, dudemos, cuando menos, de quienes no quieren ni pueden escuchar más voz que la suya, y pongamos en cuarentena a esa pléyade de arúspices de la debacle.

Y es que yo nunca fui amigo de rebaños, y mucho menos de pastores.

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Re:¿Estamos cambiando el clima?
« Respuesta #1877 en: Jueves 30 Agosto 2012 11:03:57 am »
http://ametsoc.org/policy/2012climatechange.html


Climate Change

An Information Statement of the American Meteorological Society
(Adopted by AMS Council 20 August 2012)



The following is an AMS Information Statement intended to provide a trustworthy, objective, and scientifically up-to-date explanation of scientific issues of concern to the public at large.

Background

This statement provides a brief overview of how and why global climate has changed over the past century and will continue to change in the future. It is based on the peer-reviewed scientific literature and is consistent with the vast weight of current scientific understanding as expressed in assessments and reports from the Intergovernmental Panel on Climate Change, the U.S. National Academy of Sciences, and the U.S. Global Change Research Program. Although the statement has been drafted in the context of concerns in the United States, the underlying issues are inherently global in nature.

How is climate changing?

Warming of the climate system now is unequivocal, according to many different kinds of evidence.  Observations show increases in globally averaged air and ocean temperatures, as well as widespread melting of snow and ice and rising globally averaged sea level. Surface temperature data for Earth as a whole, including readings over both land and ocean, show an increase of about 0.8°C (1.4°F) over the period 1901─2010 and about 0.5°C (0.9°F) over the period 1979–2010 (the era for which satellite-based temperature data are routinely available). Due to natural variability, not every year is warmer than the preceding year globally. Nevertheless, all of the 10 warmest years in the global temperature records up to 2011 have occurred since 1997, with 2005 and 2010 being the warmest two years in more than a century of global records. The warming trend is greatest in northern high latitudes and over land. In the U.S., most of the observed warming has occurred in the West and in Alaska; for the nation as a whole, there have been twice as many record daily high temperatures as record daily low temperatures in the first decade of the 21st century.

The effects of this warming are especially evident in the planet’s polar regions. Arctic sea ice extent and volume have been decreasing for the past several decades. Both the Greenland and Antarctic ice sheets have lost significant amounts of ice. Most of the world’s glaciers are in retreat.

Other changes, globally and in the U.S., are also occurring at the same time. The amount of rain falling in very heavy precipitation events (the heaviest 1% of all precipitation events) has increased over the last 50 years throughout the U.S. Freezing levels are rising in elevation, with rain occurring more frequently instead of snow at mid-elevations of western mountains. Spring maximum snowpack is decreasing, snowmelt occurs earlier, and the spring runoff that supplies over two-thirds of western U.S. streamflow is reduced. Evidence for warming is also observed in seasonal changes across many areas, including earlier springs, longer frost-free periods, longer growing seasons, and shifts in natural habitats and in migratory patterns of birds and insects.

Globally averaged sea level has risen by about 17 cm (7 inches) in the 20th century, with the rise accelerating since the early 1990s. Close to half of the sea level rise observed since the 1970s has been caused by water expansion due to increases in ocean temperatures. Sea level is also rising due to melting from continental glaciers and from ice sheets on both Greenland and Antarctica. Locally, sea level changes can depend also on other factors such as slowly rising or falling land, which results in some local sea level changes much larger or smaller than the global average. Even small rises in sea level in coastal zones are expected to lead to potentially severe impacts, especially in small island nations and in other regions that experience storm surges associated with vigorous weather systems.


Why is climate changing?

Climate is always changing. However, many of the observed changes noted above are beyond what can be explained by the natural variability of the climate. It is clear from extensive scientific evidence that the dominant cause of the rapid change in climate of the past half century is human-induced increases in the amount of atmospheric greenhouse gases, including carbon dioxide (CO2), chlorofluorocarbons, methane, and nitrous oxide. The most important of these over the long term is CO2, whose concentration in the atmosphere is rising principally as a result of fossil-fuel combustion and deforestation. While large amounts of CO2 enter and leave the atmosphere through natural processes, these human activities are increasing the total amount in the air and the oceans. Approximately half of the CO2 put into the atmosphere through human activity in the past 250 years has been taken up by the ocean and terrestrial biosphere, with the other half remaining in the atmosphere. Since long-term measurements began in the 1950s, the atmospheric CO2 concentration has been increasing at a rate much faster than at any time in the last 800,000 years. Having been introduced into the atmosphere it will take a thousand years for the majority of the added atmospheric CO2 to be removed by natural processes, and some will remain for thousands of subsequent years.

Water vapor also is an important atmospheric greenhouse gas. Unlike other greenhouse gases, however, the concentration of water vapor depends on atmospheric temperature and is controlled by the global climate system through its hydrological cycle of evaporation-condensation-precipitation.  Water vapor is highly variable in space and time with a short lifetime, because of weather variability. Observations indicate an increase in globally averaged water vapor in the atmosphere in recent decades, at a rate consistent with the response produced by climate models that simulate human-induced increases in greenhouse gases.  This increase in water vapor also strengthens the greenhouse effect, amplifying the impact of human-induced increases in other greenhouse gases.

Human activity also affects climate through changes in the number and physical properties of tiny solid particles and liquid droplets in the atmosphere, known collectively as atmospheric aerosols. Examples of aerosols include dust, sea salt, and sulfates from air pollution. Aerosols have a variety of climate effects. They absorb and redirect solar energy from the sun and thermal energy emitted by Earth, emit energy themselves, and modify the ability of clouds to reflect sunlight and to produce precipitation. Aerosols can both strengthen and weaken greenhouse warming, depending on their characteristics. Most aerosols originating from human activity act to cool the planet and so partly counteract greenhouse gas warming effects. Aerosols lofted into the stratosphere [between about 13 km (8 miles) and 50 km (30 miles) altitude above the surface] by occasional large sulfur-rich volcanic eruptions can reduce global surface temperature for several years. By contrast, carbon soot from incomplete combustion of fossil fuels warms the planet, so that decreases in soot would reduce warming. Aerosols have lifetimes in the troposphere [at altitudes up to approximately 13 km (8 miles) from the surface in the middle latitudes] on the order of one week, much shorter than that of most greenhouse gases, and their prevalence and properties can vary widely by region.

Land surface changes can also affect the surface exchanges of water and energy with the atmosphere. Humans alter land surface characteristics by carrying out irrigation, removing and introducing forests, changing vegetative land cover through agriculture, and building cities and reservoirs. These changes can have significant effects on local-to-regional climate patterns, which adds up to a small impact on the global energy balance as well.


How can climate change be projected into the future?

Factors that have altered climate throughout history, both human (such as human emission of greenhouse gases) and natural (such as variation of the Sun’s energy emission, the Earth’s orbit about the Sun, and volcanic eruptions), will continue to alter climate in the future. Climate projections for decades into the future are made using complex numerical models of the climate system that account for changes in the flow of energy into and out of the Earth system on time scales much longer than the predictability limit (of about two weeks) for individual weather systems. The difference between weather and climate is critically important in considering predictability. Climate is potentially predictable for much longer time scales than weather for several reasons. One reason is that climate can be meaningfully characterized by seasonal-to-decadal averages and other statistical measures, and the averaged weather is more predictable than individual weather events. A helpful analogy in this regard is that population averages of human mortality are predictable while life spans of individuals are not. A second reason is that climate involves physical systems and processes with long time scales, including the oceans and snow and ice, while weather largely involves atmospheric phenomena (e.g., thunderstorms, intense snow storms) with short time scales. A third reason is that climate can be affected by slowly changing factors such as human-induced changes in the chemical composition of the atmosphere, which alter the natural greenhouse effect.

Climate models simulate the important aspects of climate and climate change based on fundamental physical laws of motion, thermodynamics, and radiative transfer. These models report on how climate would change in response to several specific “scenarios” for future greenhouse gas emission possibilities. Future climate change projections have uncertainties that occur for several reasons — because of differences among models, because long-term predictions of natural variations (e.g., volcanic eruptions and El Niño events) are not possible, and because it is not known exactly how greenhouse gas emissions will evolve in future decades. Future emissions will depend on global social and economic development, and on the extent and impact of activities designed to reduce greenhouse gas and black carbon emissions.

Changes in the means and extremes of temperature and precipitation in response to increasing greenhouse gases can be projected over decades to centuries into the future, even though the timing of individual weather events cannot be predicted on this time scale. Because it would take many years for observations to verify whether a future climate projection is correct, researchers establish confidence in these projections by using historical and paleoclimate evidence and through careful study of observations of the causal chain between energy flow changes and climate-pattern responses. A valuable demonstration of the validity of current climate models is that when they include all known natural and human-induced factors that influence the global atmosphere on a large scale, the models reproduce many important aspects of observed changes of the 20th-century climate, including (1) global, continental, and subcontinental mean and extreme temperatures, (2) Arctic sea ice extent, (3) the latitudinal distribution of precipitation, and (4) extreme precipitation frequency.

Model limitations include inadequate representations of some important processes and details.  For example, a typical climate model does not yet treat fully the complex dynamical, radiative, and microphysical processes involved in the evolution of a cloud or the spatially variable nature of soil moisture, or the atmospheric interactions with the biosphere. Nevertheless, in spite of these limitations, climate models have demonstrated skill in reproducing past climates, and they agree on the broad direction of future climate.


How is the climate expected to change in the future?

Future warming of the climate is inevitable for many years due to the greenhouse gases already added to the atmosphere and the heat that has been taken up by the oceans. Amelioration might be possible through devising and implementing environmentally responsible geoengineering approaches, such as capture and storage measures to remove CO2 from the atmosphere. However, the potential risks of geoengineering may be quite large, and more study of the topic (including other environmental consequences) is needed. The subject of geoengineering is outside the scope of this statement (for more information see AMS Statement on Geoengineering).

In general, many of the climate-system trends observed in recent decades are projected to continue. Those projections, and others in this section,  are largely based on simulations conducted with climate models, and assume that the amount of greenhouse gas in the atmosphere will continue to increase due to human activity. Global efforts to slow greenhouse gas emissions have been unsuccessful so far. However, were future technologies and policies able to achieve a rapid reduction of greenhouse gas emissions — an approach termed “mitigation” — this would greatly lessen future global warming and its impacts.

Confidence in the projections is higher for temperature than for other climate elements such as precipitation, and higher at the global and continental scales than for the regional and local scales. The model projections show that the largest warming will occur in northern polar regions, over land areas, and in the winter season, consistent with observed trends.

In the 21st century, global sea level also will continue to rise although the rise will not be uniform at all locations. With its large mass and high capacity for heat storage, the ocean will continue to slowly warm and thus thermally expand for several centuries. Model simulations project about 27 cm (10 inches) to 71 cm (28 inches) of global sea level rise due to thermal expansion and melting of ice in the 21st century. Moreover, paleoclimatic observations and ice-sheet modeling indicate that melting of the Greenland and the West Antarctic ice sheets will eventually cause global sea level to rise several additional meters by 2500 if warming continues at its present rate beyond the 21st century.

Atmospheric water content will increase globally, consistent with warmer temperatures, and consequently the global hydrological cycle will continue to accelerate. For many areas, model simulations suggest there will be a tendency towards more intense rain and snow events separated by longer periods without precipitation. However, changes in precipitation patterns are expected to differ considerably by region and by season. In some regions, the accelerated hydrological cycle will likely reinforce existing patterns of precipitation, leading to more severe droughts and floods. Further poleward, the greater warming at high latitudes and over land likely will change the large-scale atmospheric circulation, leading to significant regional shifts in precipitation patterns. For example, the model simulations suggest that precipitation will increase in the far northern parts of North America, and decrease in the southwest and south-central United States where more droughts will occur.

Climate-model simulations further project that heavy precipitation events will continue to become more intense and frequent, leading to increased precipitation totals from the strongest storms. This projection has important implications for water-resource management and flood control. The simulations also indicate the likelihood of longer dry spells between precipitation events in the subtropics and lower-middle latitudes, with shorter dry spells projected for higher latitudes where mean precipitation is expected to increase. Continued warming also implies a reduction of winter snow accumulations in favor of rain in many places, and thus a reduced spring snowpack. Rivers now fed by snowmelt will experience earlier spring peaks and reduced warm-season flows. Widespread retreat of mountain glaciers is expected to eventually lead to reduced dry season flows for glacier-fed rivers. Drought is projected to increase over Africa, Europe, and much of the North American continental interior, and particularly the southwest United States. However, natural variations in world ocean conditions at decadal scale, such as those in the North Pacific and North Atlantic basins, could offset or enhance such changes in the next few decades. For the longer term, paleoclimatic observations suggest that droughts lasting decades are possible and that these prolonged droughts could occur with little warning.

Weather patterns will continue to vary from day to day and from season to season, but the frequency of particular patterns and extreme weather and climate events may change as a result of global warming. Model simulations project an increased proportion of global hurricanes that are in the strongest categories, namely 4 and 5 on the Saffir-Simpson scale, although the total counts of hurricanes may not change or may even decrease. Some regional variations in these trends are possible. Simulations also indicate that midlatitude storm tracks will shift poleward. Interannual variations of important large-scale climate conditions (such as El Niño and La Niña) will also continue to occur, but there may be changes in their intensity, frequency, and other characteristics, resulting in different responses by the atmosphere. Heat waves and cold snaps and their associated weather conditions will continue to occur, but proportionately more extreme warm periods and fewer cold periods are expected. Indeed, what many people traditionally consider a cold wave is already changing toward less severe conditions. Frost days (those with minimum temperature below freezing) will be fewer and growing seasons longer. Drier conditions in summer, such as those anticipated for the southern United States and southern Europe, are expected to contribute to more severe episodes of extreme heat. Critical thresholds of daily maximum temperature, above which ecosystems and crop systems (e.g., food crops such as rice, corn, and wheat) suffer increasingly severe damage, are likely to be exceeded more frequently.

The Earth system is highly interconnected and complex, with many processes and feedbacks that only slowly are becoming understood. In particular, the carbon cycle remains a large source of uncertainty for the projection of future climate. It is unclear if the land biosphere and oceans will be able to continue taking up carbon at their current rate into the future. One unknown is whether soil and vegetation will become a global source rather than a sink of carbon as the planet warms. Another unknown is the amount of methane that will be released due to high-latitude warming. There are indications that large regions of the permafrost in parts of Alaska and other northern polar areas are already thawing, with the potential to release massive amounts of carbon into the atmosphere beyond those being directly added by human activity. The portion of the increased CO2 release that is absorbed by the world ocean is making the ocean more acidic, with negative implications for shell- and skeleton-forming organisms and more generally for ocean ecosystems. These processes are only now being quantified by observation and introduced into climate models, and more research is required to fully understand their potential impacts. As impacts of climate change are of regional and local nature, more research is also required to improve climate projections at local and regional scales, and for weather and climate extremes in particular.


Final remarks

There is unequivocal evidence that Earth’s lower atmosphere, ocean, and land surface are warming; sea level is rising; and snow cover, mountain glaciers, and Arctic sea ice are shrinking. The dominant cause of the warming since the 1950s is human activities. This scientific finding is based on a large and persuasive body of research. The observed warming will be irreversible for many years into the future, and even larger temperature increases will occur as greenhouse gases continue to accumulate in the atmosphere. Avoiding this future warming will require a large and rapid reduction in global greenhouse gas emissions. The ongoing warming will increase risks and stresses to human societies, economies, ecosystems, and wildlife through the 21st century and beyond, making it imperative that society respond to a changing climate. To inform decisions on adaptation and mitigation, it is critical that we improve our understanding of the global climate system and our ability to project future climate through continued and improved monitoring and research. This is especially true for smaller (seasonal and regional) scales and weather and climate extremes, and for important hydroclimatic variables such as precipitation and water availability.

Technological, economic, and policy choices in the near future will determine the extent of future impacts of climate change. Science-based decisions are seldom made in a context of absolute certainty. National and international policy discussions should include consideration of the best ways to both adapt to and mitigate climate change. Mitigation will reduce the amount of future climate change and the risk of impacts that are potentially large and dangerous. At the same time, some continued climate change is inevitable, and policy responses should include adaptation to climate change. Prudence dictates extreme care in accounting for our relationship with the only planet known to be capable of sustaining human life.

[This statement is considered in force until August 2017 unless superseded by a new statement issued by the AMS Council before this date.]
BENASQUE (Pirineo aragonés). A 1.140msnm 
Zaragoza (Depresión del Ebro). A  220msnm 
       
La comarcalización mola mogollón; pero la Geografía mola más todavía.
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Datos de Benasque en tiempo real: http://casabringasort.com/estacion-meteorologica/

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Re:¿Estamos cambiando el clima?
« Respuesta #1878 en: Jueves 30 Agosto 2012 14:24:58 pm »
http://ametsoc.org/policy/2012climatechange.html


Climate Change

An Information Statement of the American Meteorological Society
(Adopted by AMS Council 20 August 2012)

The following is an AMS Information Statement intended to provide a trustworthy, objective, and scientifically up-to-date explanation of scientific issues of concern to the public at large.
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This statement is considered in force until August 2017 unless superseded by a new statement issued by the AMS Council before this date.]

Este 27 de Agosto Antony Watts comentaba profusamente ésta declaración de la AMS.

Pielke Sr., Curry, and Singer on the new AMS climate statement


Dr. Roger Pielke Senior has weighed in on the new AMS climate statement:

Contradictory Statements By The American Meterological Society – Comments On The New Statement Titled “Climate Change”

The American Meteorological Society has released its Statement
Climate Change - An Information Statement of the American  Meteorological Society
(PDF also here: http://www.ametsoc.org/policy/2012climatechange.pdf)

where its stated intent starts with

The following is an AMS Information  Statement intended to provide a trustworthy, objective, and scientifically  up-to-date explanation of scientific issues of concern to the public at large.


Unfortunately, the Statement then goes on to write [highlight added] ( evidentemente el formato y colores son mios para reproducir el post de Watts)

It is clear from extensive scientific  evidence that the dominant cause of the rapid change in climate of the past  half century is human-induced increases in the amount of atmospheric greenhouse  gases, including carbon dioxide (CO2), chlorofluorocarbons, methane,  and nitrous oxide. The most important of these over the long term is CO2,  whose concentration in the atmosphere is rising principally as a result of  fossil-fuel combustion and deforestation.

The new AMS Statement on Climate Change focus on primarily CO2 has already been refuted as documented in the National Research Council Report:

Read Dr. Peilke’s complete report here:  Contradictory Statements By The American Meterological Society – Comments On The New Statement Titled “Climate Change”

Also, Dr. Judith Curry has weighed in:

http://judithcurry.com/2012/08/27/ams-statement-on-climate-change/

.............


Ver el post completo en :

http://wattsupwiththat.com/2012/08/27/pielke-sr-and-curry-on-the-new-ams-climate-statement/#more-70015

Saludos

Se acerca una Nueva Era Glacial!

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Re:¿Estamos cambiando el clima?
« Respuesta #1879 en: Viernes 31 Agosto 2012 16:15:50 pm »
Video de 26 minutos (en inglés) de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, publicado en julio de este año y titulado

Cambio climático: Líneas de evidencia

Me ha parecido muy interesante y muy bien explicado.

http://nas-sites.org/americasclimatechoices/summaries-and-videos-from-the-acc-series/climate-change-lines-of-evidence-videos/

Desconectado Iced Earth

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Re:¿Estamos cambiando el clima?
« Respuesta #1880 en: Sábado 09 Agosto 2014 19:48:11 pm »
El cambio climático es provocado por causas naturales “dominantes”, no humanos
POSTED AT: 16:02, APRIL 12, 2014 BY LUIS R. MIRANDA

La idea de que el calentamiento global podría provocar guerras y disturbios sociales no sólo es errónea, sino incluso atrasada - es decir, el enfriamiento global ha conducido a guerras y disturbios sociales en el pasado, mientras que el calentamiento global ha coincidido con períodos de paz, prosperidad y estabilidad social.
La idea de que el calentamiento global podría provocar guerras y disturbios sociales no sólo es errónea, sino incluso atrasada - es decir, el enfriamiento global ha conducido a guerras y disturbios sociales en el pasado, mientras que el calentamiento global ha coincidido con períodos de paz, prosperidad y estabilidad social.
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BRASIL – En 2008, un informe titulado La Naturaleza, no la actividad humana, controlan el Clima fue publicado por el Panel Internacional No Gubernamental sobre el Cambio Climático ( NIPCC ). El informe fue un análisis de artículos cientificos y otra literatura publicada que estudió el cambio climático y cómo la humanidad ha contribuido a este fenómeno. Un total de 24 científicos independientes participaron en la revisión, que se tradujo en un documento de 50 páginas sobre las causas y consecuencias del cambio climático. Este estudio fue diferente porque incluía documentos que el IPCC ignoro y también porque no comenzó con el supuesto de que la actividad humana es la principal causa del cambio climático o el calentamiento global.

La coalición internacional de científicos independientes puso el dedo en la llaga. En el estudio publicado en 2008, los cientificos señalan el hecho de que el IPCC, una organización política de las Naciones Unidas, “es pre – programada para producir informes para apoyan la hipótesis del calentamiento antropogénico y el control de los gases de efecto invernadero, como se prevé en el Tratado Climático Global. “En otras palabras, el IPCC no es una organización científica, sino una animadora de lo que las Naciones Unidas considera que es la contribucion humana al cambio climático que ocurre naturalmente. El IPCC no analiza objetivamente los datos con el fin de llegar a una conclusión científica. En cambio, recoge el material que mejor soporta la teoría del calentamiento global antropogénico.

La conclusión del informe de 2008 fue claro, como indica su título: La  Naturaleza, no la actividad humana, controla el Clima. ¿En qué basa el NIPCC su conclusión? El análisis señala que si bien fenomenos tales como el derretimiento de glaciares y la desaparición del hielo marino en el Ártico estan sucediendo, estos son irrelevantes al explicar las causas de cualquier calentamiento, porque cualquier tipo de calentamiento, ya sea antropogénico o natural podría provocar el derretimiento del hielo. “El análisis del infame “Hockey Stick” revela que este grafico esta plagado de errores metodológicos, como fue demostrado por McIntyre y McKitrick [ 2003 , 2005 ] y confirmado por las estadísticas del experto Edward Wegman [ Wegman et al. 2006 ]“, reza el informe. Esta declaración se refiere a la Teoría del Palillo de Hockey utilizado por Al Gore en su pieza de desinformación ” Una Verdad Incómoda”. En vez de juzgar la influencia humana sobre el clima como la única causa del cambio climatico, el estudio del NIPCC muestra que ha habido períodos de calentamiento extremo que precedieron a la Pequeña Edad de Hielo, como el Óptimo Medieval Climático, que, sin ninguna influencia humana tuvo temperaturas más cálidas que en los siglos 20 y 21.

Otro punto importante que el NIPCC senala en su informe, es la débil relación entre las emisiones de CO2 y el calentamiento planetario. “El IPCC afirma que existe una correlación de la temperatura media global con aumentos en las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono ( CO2) en el siglo XX para apoyar su conclusión. El argumento parece plausible, después de todo, el CO2 es un gas GH y sus niveles van en aumento. Sin embargo, la correlación es pobre y, en cualquier caso, no prueba la causalidad”, dice el documento.

Para explicar su conclusión, el NIPCC proporciona la tendencia registrada a partir del comportamiento climático de 1940 a 1975. Según los datos de los satélites, mientras que la cantidad de CO2 aumentó rápidamente, el planeta no ha experimentado una tendencia al calentamiento. De hecho, no ha habido ningún aumento en el calentamiento desde alrededor de 2001, a pesar de que las emisiones de CO2 siguen aumentando. Además de analizar la relación entre las emisiones de CO2 y el calentamiento, el NIPCC también estudió el papel de los modelos informáticos para predecir el calentamiento global. La conclusión fue que esos modelos no dan ninguna evidencia del calentamiento global. La razón de esta conclusión es que los parámetros utilizados en los modelos de comp??adora son muy limitadas en comparación con el número total de factores. Cada modelo de ordenador utiliza tan solo 6 parámetros de un total de 100 o más. Por cierto, los modelos del IPCC siempre eligen los factores que mejor justifican la teoría comúnmente publicitada del calentamiento antropogénico, dejando de lado el resto. “El IPCC no da valor a las fuerzas que causan variaciones, como la actividad solar ( viento solar y sus efectos magnéticos) – probablemente mucho más importantes que el efecto del CO2. Las incertidumbres relativas a los aerosoles, que tienden a enfriar el clima y se oponen a los efectos de los GH, son aún mayores, lo cual es aceptado por el IPCC en la página 32 del informe AR4″, dice el informe del NIPCC.

En 2009, la organización dirigida por un panel internacional de científicos y estudiosos no gubernamentales publicó otro informe para refutar del Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ( IPCC). La refutación de 2009 tardó tres años en ser elaborada antes de ser publicada en junio de ese año. El documento fue escrito y editado por S. Fred Singer, Ph.D., y Craig Idso, Ph.D. y complementado con la investigacion y opiniones de un grupo de científicos de todo el mundo. El documento titulado “Cambio Climático Reconsiderado” no sólo describe las limitaciones de la tentativa del IPCC para predecir el clima futuro,sino que tambien estudio los datos empíricos de las temperaturas del pasado, los datos de observación sobre el derretimiento de los glaciares, zona de hielo marino, la variación en las precipitaciones y el aumento del nivel del mar, asi como la investigación de un número creciente de científicos que dicen que las variaciones en la actividad solar y no los gases de efecto invernadero, son el verdadero motor del cambio climático. Estas investigaciones desmienten los temores generalizados de que el calentamiento global podría causar un clima más extremo, lo cual es confirmado al examinar los efectos biológicos de la creciente concentracion de CO2 y las temperaturas más cálidas. El informe del NIPCC tambien examino la afirmación del IPCC de que el CO2 aumenta la temperatura del aire y que esto causará extinciones de plantas y animales sin precedentes y ademas, con informacion meramente cientifica, desafiaron la afirmación del IPCC de que el calentamiento global inducido por el CO2 es perjudicial para la salud humana.

En su análisis, los científicos independientes que produjeron el informe de 2009 concluyeron que “los datos mundiales sobre los glaciares no son compatibles con las reclamaciones hechas por el IPCC de que la mayoría de los glaciares están retrocediendo o derritiendose.” Los datos de este análisis provienen de todas partes del mundo, incluyendo lugares como África, la Antártida, el Ártico, Europa, América del Norte y América del Sur.

Sobre la cuestión de la influencia solar sobre los ciclos climáticos, el documento NIPCC reviso la literatura reciente y antigua y llegó a la conclusión de que la actividad solar es el verdadero motor del clima planetario. De acuerdo con la literatura, la “variabilidad de los rayos cósmicos fue el principal impulsor de los cambios en la temperatura del aire en la superficie de la tierra durante el último milenio… los cambios fueron impulsados principalmente por las variaciones en la actividad solar, las cuales fueron moduladas por el cambio lento en la intensidad del campo geomagnético del planeta, lo que a veces aumento la influencia solar y a vezes la disminuyo.” El informe indica que la poderosa influencia de los rayos cósmicos solares dejan poco espacio para sólo un pequeño impacto de las emisiones antropogénicas de CO2 en los últimos dos siglos.

Otro punto importante tocado por el informe de 2009 fue la predicción de fenómenos meteorológicos extremos, como resultado de la actividad antropogénica. Sobre este tema, el NIPCC tomó el toro de la propaganda por los cuernos, mostrando información que científicamente contradice lo que a los alarmistas del clima les encanta usar para asustar al público. “Cuando se revisa el registro histórico, los datos ponen de manifiesto que no ha habido ningún aumento inducido de los eventos climáticos extremos debido al calentamiento. La evidencia científica demuestra que los aumentos en las precipitaciones o en la frecuencia de las inundaciones, sequías o tormentas no son consecuencia de la actividad antropogénica, como afirma el IPCC.

Más tarde, en 2011, el NIPCC publicó una versión actualizada de su informe de 2009 “Cambio Climático Reconsiderado” . Aquí, el NIPCC estudio más a fondo el debate sobre si los efectos del  calentamiento global – natural o no – podrían tener un efecto negativo en la salud humana y el medio ambiente natural. “Nos encontramos con que la última investigación disponible muestra que un mundo más caliente será un mundo más seguro y saludable para los seres humanos y animales por igual. El cambio climático se sigue produciendo, con independencia de que las emisiones humanas contribuyan al proceso o no, y algunos de esos efectos pueden ser positivos y otros negativos para la salud humana y la vida silvestre en diferentes áreas del mundo. Pero el efecto neto de calentamiento continuado y aumento de las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera es más probable que sea beneficioso para los seres humanos, las plantas y la vida silvestre” .

La razón por la que el NIPCC llegó a esta conclusión es que cuanto más CO2 está disponible, más las plantas crecerán, tanto en tierra como en agua. Según el informe, el aumento del volumen de la vegetación tiene la capacidad de afectar el clima de la Tierra en varias formas, casi todas ellos tendientes a contrarrestar los efectos de calentamiento causado por la radiación térmica del CO2. En otras palabras, las concentraciones actuales de CO2 promueven una vegetación exuberante, lo que significa más alimento para los seres humanos y los animales, mientras que las mismas plantas que usaríamos para alimentos también se convertirían en los reductores de los efectos térmicos que el CO2 pueda tener. Suena como un mecanismo natural de auto-regulación bien equipado, ¿no es así ? Prueba de esta conclusión es el Período Cálido Medieval, que la Tierra experimentó hace 1000 años. Durante ese tiempo, hubo un 28 por ciento menos de CO2 en la atmósfera que en la actualidad, pero el clima era más cálido que el mundo de hoy. Los registros históricos indican también que un período de temperaturas superficiales elevadas preceden períodos de clima frío, como sucedió antes de la Pequeña Edad de Hielo.

Puesto que se ha demostrado que no ha habido calentamiento por lo menos desde 2001, a pesar del aumento en las emisiones de CO2, y que los períodos cálidos preceden a tiempos más fríos, no es casualidad que la observación independiente ha detectado el enfriamiento desde la última vez que el planeta tuvo algún signo de calentamiento. Eso es correcto. La tierra se ha vuelto más fría, no más cálida desde 1998.

En el capítulo 4 del informe de 2011, el NIPCC indica que las observaciones sobre los “cambios en la criosfera, los océanos, las precipitaciones, los ríos y caudales, muestran menos derretimiento del hielo en el Ártico, Antártico, y en las cumbres, y que no hay señales de aceleración de la subida del nivel del mar en las últimas décadas o una tendencia de cambio en la circulación meridional atlántica (MOC ) en los utimos 50 anos. Los datos tampoco muestran cambios en los patrones de precipitación o caudal de los ríos que podrían atribuirse al aumento de los niveles de CO2″ .

Un aspecto importante en el estudio del cambio climático, y que el NIPCC no olvida, es el componente económico. Según los estudios gubernamentales, uno de los resultados más nefastos del llamado calentamiento global antropogenico, será el coste económico de las naciones del tercer mundo. Como resultado, el IPCC también deja de producir un análisis preciso sobre este tema. En el capítulo 10 del informe de 2011, el NIPCC llega a conclusiones importantes sobre cómo las predicciones económicas nefastas están llenas de errores debido a la forma en la que se analiza el impacto, y por como se llevan a cabo los estudios recientes sobre los biocombustibles y la relación entre el clima, la guerra y los disturbios sociales. El análisis del NIPCC encuentra tendencias que se ha desarrollado por decadas de que le calentamiento es sinonimo del bienestar humano, de acuerdo con las medidas que son sensibles al clima. ¿Por qué las estimaciones del IPCC son erróneas? Debido a que “subestiman la capacidad de adaptación de la sociedad al no tener en cuenta los mayores avances que estarán presentes en el momento en que los impactos sucedan”, dice el documento. “Incluso en los peores escenarios, la humanidad va a estar mucho mejor en el año 2100 de lo que esta hoy, y por lo tanto, sera capaz de adaptarse a cualquier reto presentado por el cambio climático.” Esto es suponiendo que algunas de las peores predicciones hechas por organizaciones gubernamentales y supranacionales  lleguen a materializarse, por supuesto.

La idea de que el calentamiento global podría provocar guerras y disturbios sociales no sólo es errónea, sino incluso atrasada – es decir, el enfriamiento global ha conducido a guerras y disturbios sociales en el pasado, mientras que el calentamiento global ha coincidido con períodos de paz, prosperidad y estabilidad social.
El trabajo científico completado por el Panel internacional No gubernamental sobre el Cambio Climático ( NIPCC ), que es apoyado por el Proyecto de Ciencia y Política Ambiental ( SEPP ), el Centro para el Estudio del Dióxido de Carbono y Cambio Global y el Insituto Heartland, continuó ininterrumpidamente hasta hoy con dos nuevos informes publicados en 2013 y 2014. En su última versión, el NIPCC aborda temas que a menudo son ignorados por los alarmistas del clima y ambientalistas falsos. Entre ellos se encuentran los impactos biológicos del cambio climático, el bienestar humano, las necesidades energéticas y las nuevas políticas derivadas del debate sobre el cambio climático.

El último número de la serie Cambio Climático Reconsideredo comienza con una afirmación que es tan aguda como la ciencia proporcionada por los científicos independientes que componen la organización. El título es “La Crisis del Calentamiento Global Acabo”. Las conclusiones de este último documento es un impresionante resumen de lo que estudios previos han confirmado en los últimos 6 años. En el lado científico de las cosas, la NIPCC dice:

No existe un consenso científico sobre el papel del hombre en el cambio climático.
El calentamiento futuro debido a los gases de efecto invernadero será probablemente mucho menor de lo que las previsiones del IPCC afirman.
El dióxido de carbono no ha causado que el clima se torne más extremo. Tampoco han causado el derretimiento de los hielos polares y el hielo marino, ni han causado el aumento del nivel del mar. Estas fueron todas falsas alarmas.
Los posibles beneficios del calentamiento global superan los costos probables.
 

Los impactos de las conclusiones anteriores son de todo menos exagerados. De hecho, no afectan uno, sino varios aspectos del desarrollo humano. Cuando se trata de la política pública, la herramienta de elección de los burócratas que empujan programas com la Agenda 21 y recomendaciones similares procedentes de las propias Naciones Unidas, por ejemplo, el NIPCC dice:

El calentamiento global no es una crisis. La amenaza fue exagerada .
No hay necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono y no tiene sentido intentar hacerlo.
Es hora de derogar políticas innecesarias y costosas.
Las políticas futuras deben orientarse a fomentar el crecimiento económico para adaptarse al cambio climático natural.
 

A pesar de que el calentamiento global es por lo menos un fenómeno discutible, hay quienes, en el gobierno y las organizaciones no gubernamentales financiadas por corporaciones y organizaciones ambientales, todavía creen que el calentamiento global es una crisis, que el cambio climático y el calentamiento global son la misma cosa, o que los seres humanos tienen la culpa de estos dos fenómenos. En este sentido, la NIPCC dice:

El nuevo informe de la ONU se basa en casi una docena de afirmaciones antiguas, contiene más de una docena de errores, y trata de encubrir los nuevos descubrimientos que contradicen sus afirmaciones anteriores.
La Agencia de Protección Ambiental ( EPA) se basa principalmente en los informes de la ONU para su conclusión de que el dióxido de carbono es un contaminante. Esta conclusión es falsificada.
Los grupos ambientalistas se niegan a admitir que estaban equivocados. Para ellos nunca se trató aceptar los datos cientificos.
 



Fuente:

http://real-agenda.com/2014/04/12/el-cambio-climatico-es-provocado-por-causas-naturales-dominantes-no-humanos/

Desconectado nikhotza

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Re:¿Estamos cambiando el clima?
« Respuesta #1881 en: Domingo 17 Agosto 2014 23:32:18 pm »
Se que esto que voy a decir no es un dato a tener en cuenta en el computo global, es solo un dato mas que viene a cuenta de la discusion que se dio aqui con una persona afin a la teoria del ipcc (no recuerdo su nick, sorry) y que aportaba el dato del tremendo calor que estaba secando hasta los pinos mas duros en la parte este de la peninsula(no se si quedara alguno en pie a dia de hoy vivo) y al que yo respondia que igual en otras zonas estaba haciendo mas frio, bien, puesno he tenido que buscar datos en groenlandia o en bering, este verano que yo recuerde es el mas frio y humedo  con diferencia en la zona norte de navarra, no hablo de numeros ergo no digo que con ellos en la mano no haya habido otros veranos mas frios y mas humedos aun pero si que esta siendo un verano extrañamente frio y humedo...Veremos como viene el otoño...
Somos menos importantes de lo que creemos, antes de aparecer por aqui el clima ya habia cambiado un millon de veces lo mismo que hara despues de que desaparezcamos y aun asi me apetece saber si llovera mañana o si vivire una nueva glaciacion o el deshielo de los polos; soy humano que voy a hacerle...

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Re:¿Estamos cambiando el clima?
« Respuesta #1882 en: Sábado 27 Septiembre 2014 08:47:58 am »
He leido esto por facebook y me ha parecido una explicacion bastante sensata.

Citar
Respecto al cambio climático... la respuesta más válida la han dado al principio: la velocidad del proceso es lo que denota su origen antrópico.
Y las causas las han explicitado después... Pensar que puedes aportar a la atmósfera en dos siglos el CO2 que ha ido acumulándose durante todo un período geológico (el Carbonífero) que no duró tres días precisamente... y que no va a pasar nada, es de lo más ingenuo.
De todas formas, hay un problema con la nomenclatura del fenómeno que induce a confusión.
Más que "calentamiento global" (que lo es) quizá deberíamos hablar de "aporte de energía calorífica y/o elementos termocaptadores" a la atmósfera.
Así podríamos derivar el debate hacia la comprensión de los aportes energéticos a los fluidos y entender mejor el proceso. Porque no se resume en "que hará más calor"... sino en "que todos los ciclos atmosféricos-terrestres (para diferenciarlos de los ciclos astronómicos que también influyen y mucho en el clima) que componen lo que llamamos "régimen climatológico terrestre"... tienen más energía.
Dicho en plata... si hay sequía, será más gorda (porque tiene más energía). Si hay un tifón, igual. Si viene frío, ídem. Etcétera.
De hecho, muchas de las publicaciones que corroboran el origen antrópico del cambio climático establecen el camino inverso (empírico): ¿los fenómenos atmosféricos están ganando en intensidad? sí; ¿es por que tienen más energía? sí; si el sol está en mínimos y nuestra posición con respecto a la galaxia ahora mismo es neutra, ¿queda otra opción que el proceso de ganancia energética sea "interno" (es decir, terrestre)? no; ¿hay algún proceso que esté ocurriendo en el planeta que haga ganar energía al sistema climático? sí, varios; ¿qué procesos son esos? incremento de gases de efecto invernadero (CO2, SO4Hs, CH4, H2O en forma de vapor, ...); ¿esos gases de dónde salen? ...
<a href="http://www.wunderground.com/swf/pws_mini_rf_nc.swf?station=IPVIRN2&amp;freq=2.5&amp;units=metric&amp;lang=EN" target="_blank" class="new_win">http://www.wunderground.com/swf/pws_mini_rf_nc.swf?station=IPVIRN2&amp;freq=2.5&amp;units=metric&amp;lang=EN</a>

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Re:¿Estamos cambiando el clima?
« Respuesta #1883 en: Sábado 27 Septiembre 2014 11:43:06 am »
Sith, hace años yo también tenía un pensamiento similar, pero con el tiempo he ido contrastado información y ahora lo veo de otra manera,

el aporte energético del "carbonífero" (que no es tanto, también había reciclaje) no solo se debería notar en intensidad de fenómenos meteorológicos (que tampoco es remarcable salvo que lo hagamos en relación a la deforestación), también se debería notar en la circulación general de vientos, no parece que la distribución haya variado especialmente, también se debería notar en el tamaño de la atmósfera, algo que tampoco es apreciable, al contrario, todo parece indicar que son las variaciones solares las que predominan,

el sol está en mínimo, si, pero debemos tener en cuenta que los últimos ciclos han sido intensos y que hay procesos de acumulación y realimentación,
en este sentido el parón de temperatura de los últimos años podrían ser una consecuencia,

también tengo en cuenta la situación energética global y la reserva de hidrocarburos, que condiciona enormemente cualquier investigación real sobre el tema,

ahora entiendo que el ser humano si que condiciona la vida en la tierra, pero no especialmente la parte climática, sino que lo ha realizado mediante la colonización de la tierra y un uso extremo de sus recursos, contaminando enormemente todo (incluso acústica y electromagnética), haciendo de esta manera cada vez más difícil la vida,
en fin, que para mí el problema es el jabón y la penicilina más que ninguna otra causa, pero ninguna de ellas condiciona significativamente el clima en comparación con los procesos astronómicos, geológicos y naturales, que de un plumazo son capaces de hacer que vuelva el carbonífero.

Pero vamos, que el debate desde hace unos años es ese, comprobar esas "ingenuidades" y otras más, y no quedan claras para nada.