Lo de la ONU es lastimoso, perdida cualquier influencia como conciliador militar de los bloques, resiste como adalid del cambio climático, acogiéndose a todos los dogmas del IPCC y los que la propia ONU elabora. Un degradación funcional con el abuelito Guterres como portavoz.
Pero como le queda la marca, la marca ONU, todavía concita el interés y la atención de los medios y en consecuencia de la ciudadanía.
Qué tristura de ONU...