Vigorramen:
-Si cogemos el climograma del más "criogénico" de los observatorios andaluces (Sª Nevada), veremos un régimen mediterráneo a más no poder. Y eso no lo enmarca en ninguna clasificación climática vigente.
¿Dónde enmarcamos a... La Paz, entonces?
Pluviometrico si, termico no...
Por otra parte, Grazalema ya tiene no uno, sino DOS meses secos.
Bien, junio y septiembre tienen 40 mm; ¿no son esas precipitaciones producto de...
-sitios con menos de 40 mm, pero sí un régimen tan torrencial que echa por tierra el aprovechamiento hídrico de esos 40 mm?
-¿O no nos refleja una media sobrevalorada estadísticamente, cuando la MEDIANA nos muestra claramente la verdad?
Esto no lo he entendido muy bien...
Aun asi, te digo que el indice de torrencialidad en la zona de Grazalema no es significativo... te copio...
Por último, conviene mencionar como rasgo común a toda Andalucía la elevada irregularidad interanual de las precipitaciones, pudiendo registrarse en sus observatorios años muy lluviosos junto a otros extraordinariamente secos. En prácticamente todo el territorio andaluz el índice de irregularidad alcanza valores superiores a 3, lo que implica que el año más lluvioso supera en más de tres veces al año más seco. En general los ámbitos de montaña suelen ser los más regulares y en ellos los índices apenas rebasan este valor, pero en las zonas más llanas es común que se supere el valor de 4, e incluso se rebasa el valor de 5 en la costa almeriense. Se trata, sin duda, de una de las limitaciones más severas que el clima impone en la región, no sólo por los problemas que genera a la hora de gestionar los recursos hídricos, sino también porque, en consonancia con esta alta variabilidad, se registra una abundancia de extremos pluviométricos por exceso y por defecto que deberían ser muy tenidos en cuenta en la ordenación y planificación del territorio.
El comportamiento de las precipitaciones de especial intensidad es reflejado por los valores de precipitación máxima en 24 horas para un periodo de retorno de 100 años y por el índice de torrencialidad de la lluvia, que constituyen respectivamente valores absolutos y relativos. La precipitación máxima para un periodo de retorno de 100 años es expresiva de la lluvia diaria máxima que es esperable por término medio una vez cada 100 años, siendo por tanto su probabilidad de ocurrencia muy reducida, de sólo un 1%. En el escenario andaluz la isolínea 150 mms. individualiza los ámbitos en los que estas precipitaciones son realmente muy intensas de aquellos otros en los que la lluvia no presenta comportamientos paroxísmicos reseñables. Entre los primeros cabe situar las estribaciones occidentales de Sierra Morena y la mayor parte de las Cadenas Béticas, pudiendo establecerse en ellas cuatro dominios: el dominio más occidental, correspondiente a las provincias de Cádiz y Málaga, un núcleo central, situado en la provincia de Granada, el sureste almeriense y un pequeño ámbito sobre las sierras de Cazorla y Segura.
A su vez, dentro de estos dominios se individualizan núcleos de especial intensidad de la precipitación, que ya en todos los casos se encuentran en las provincias más mediterráneas de las cadenas Béticas; se trata del entorno de la Sierra de Grazalema, con más de 400 mms de precipitación máxima para un periodo de retorno de 100 años, las Subéticas sevillanas, que alcanzan los 300 mms por este concepto, el sureste almeriense, que contabiliza 200 mms y, por último, el núcleo más destacable, situado en la costa granadina, en el entorno de Nerja-Motril, donde se rebasan los 450 mms de precipitación máxima para un periodo de retorno de 100 años.
Todos estos lugares son lugares en los cuales son esperables ocasionalmente precipitaciones de intensidad extraordinaria; ahora bien, no son todos similares, sino que presentan diferencias de gran importancia entre unos y otros, las cuales se ponen de manifiesto al relativizar estos valores extremos. La torrencialidad de la lluvia, definida como el porcentaje que la precipitación máxima en 24 horas para un periodo de retorno de 100 años supone respecto a la precipitación total del año, nos ofrece esta información y pone de manifiesto cuatro situaciones diferentes para cada uno de estos cuatro dominios. En la Sierra de Grazalema encontramos unas precipitaciones máximas muy altas, pero una torrencialidad muy baja, que se deriva de la elevadísima precipitación media anual que caracteriza a este ámbito. En el polo opuesto se sitúa el sureste almeriense, que no registra las precipitaciones máximas más elevadas, pero sí los mayores valores de torrencialidad (aproximadamente la precipitación máxima diaria registrada iguala a la precipitación total anual). En las Subéticas sevillanas aparece una situación intermedia por ambos conceptos y, por último, en el entorno de Nerja-Motril es donde se registran los valores más elevados en ambas categorías: la precipitación máxima en 24 horas para un periodo de retorno de 100 años supera los 450 mms, igualando e incluso superando este valor los valores de precipitación anual registrados en el área.link larguísimo