Básicamente, la banquisa antártica en los últimos años aumenta su extensión porque en la mayor parte del Océano Antártico las temperaturas tanto del aire como de la superficie oceánica se han enfriado.
(
Shu et al. 2012 Sea ice trends in the Antarctic and their relationship to surface air temperature during 1979–2009, RSS MSU, Reynolds SST...)
Ojo, esto en el cómputo total, porque hay diferencias regionales, y hay algunas regiones donde la banquisa ha disminuido en los últimos años. Básicamente, estas zonas donde la extensión de la banquisa ha disminuido se corresponden con aquellas donde las temperaturas han aumentado y donde los glaciares han aumentado su descarga de hielo al océano. Si el calentamiento, la descarga de los glaciares y el aporte de agua dulce fueran los que causan el aumento en la extensión de la banquisa, en estas zonas debería estar ocurriendo exactamente lo contrario a lo observado, y en general la distribución regional de las variaciones en la extensión de la banquisa antártica debería ser exactamente la contraria a la observada. Por tanto, creo que esa teoría casi se puede descartar.
Lo mismo con una disminución de la salinidad por aumento de las precipitaciones. No hay datos fiables de precipitación sobre el Océno Antártico. Los datos en estaciones costeras, no indican tal aumento de precipitaciones, sino que las muestran estables.
En cuanto al porqué, en cómputo general, la banquisa antártica ha aumentado su extensión y las temperaturas del aire y agua en el Océano Antártico han bajado, se suele barajar la mayor frecuencia de la fase positiva de la oscilación antártica (AAO+), con una corriente circumpolar más fuerte, que retendría el frío en el antártico aislándolo de intrusiones cálidas desde el norte.
Estos y otros cambios en la circulación atmosférica y oceánica se relacionarían también con las diferencias regionales en el comportamiento de la banquisa antártica.