En otra ocasión hemos hablado de un palacete de Utiel, la llamada Casa de la Cadena, en la cual la Asociación Cultural Serratilla hizo la restauraución de su fachada, ahora hablaremos de su café antiguo que ocupa el bajo, un café que lleva abierto desde finales del siglo XIX y que ahora está siendo restaurado por sus nuevos propietarios, esperemos que pasado el periodo de estado de alarma puedan inagurar el nuevo café, todo ello sin perder su sabor y aire antiguo, pero con otra cara más acogedora. Sin duda alguna un café singular único en toda la provincia. Deseamos lo mejor a sus nuevos regentes y os invitamos a visitar y degustar dicho lugar, os pongo información y fotos de su estado anterior a la previa restauración y limpieza y fotografías de las primeras restauraciones por parte de los nuevos inquilinos.
Café Salon Pérez y Casa de la Cadena:Extracto de la web de la Asociación Cultural Serratilla
"Este edificio fue un palacete hidalgo del siglo XVI. Perteneció a la familia de los Córdova, linaje descendiente de Gonzalo Fernández de Córdova, el Gran Capitán y en esta residencia se alojaron algunos reyes en su paso de la Corte de Madrid a Valencia y Barcelona y viceversa. Felipe II se hospeda en diciembre de 1585 y con ese motivo se ensanchó la Puerta Real para facilitar el paso del séquito real. Felipe III estuvo en Utiel en tres ocasiones. La primera en enero de 1599 organizándose festejos con motivo de su coronación el año anterior. La segunda visita fue el 20 de diciembre de 1603 cuando se dirigía a Valencia a convocar Cortes. La tercera visita fue el 23 de febrero de 1604 cuando volvía hacia Madrid, una vez celebradas las Cortes. Felipe IV visitó Utiel dos veces. La primera visita la realiza en junio de 1632 y, tras pernoctar en Requena, en la Casa de Juan Pedrón, se albergó en la casa de los Córdova, siendo su ocupante Agustín de Córdova Alamanzón y Moratón y su esposa Ana de Monteagudo. En 1645 vuelve a pasar por la comarca acompañado de su hijo Baltasar Carlos que tenía 16 años. Se alojó en la Casa de los Córdova durante dos jornadas. En ellas concedió a Utiel oralmente el título de ciudad frente a su corregidor Leonardo de Saavedra y Guzmán con la famosa frase « Acompáñeme a la ciudad». También le concedió a la Casa de los Córdova el «Derecho de asilo», Este derecho era un privilegio otorgado, generalmente a iglesias, monasterios y otras casas, dando refugio a los delincuentes, que a ellas se acogían, asiéndose simbólicamente a las cadenas que pendían de sus muros, evitando así la acción inmediata y violenta de sus perseguidores. Dicho privilegio se señalaba con una cadena de hierro sujeta por dos argollas, por lo que desde entonces desde comenzó a llamarse este edificio “Casa de la Cadena”.
El último monarca que con seguridad se hospedó fue el primer Borbón, Felipe V. El día 3 de mayo de 1718 junto a su segunda esposa, Isabel de Farnesio, y su hijo el príncipe heredero y futuro rey Luis I de España, reposó en el palacete la familia real cuando se dirigía a hacer antesala en la ciudad de Valencia.
Con el paso del tiempo, la Casa de los Córdova perdió su privilegio como mejor casa de la ciudad. Aun así la residencia se mantuvo aceptablemente, empleándose circunstancialmente para el descanso de algunos de los miembros más influyentes de la corte del monarca José I Bonaparte en su camino a Valencia en el año 1812.
Finalizada la Guerra de la Independencia, la casa pierde su carácter señorial pasando a ser una edificación destartalada y decadente hasta mediados del siglo XIX. Vendida la propiedad, el vetusto caserón cambia de uso y función, modificándose sustancialmente la planta baja y el primer piso, dependencias en las que se instalará ya en el siglo XIX, uno de los establecimientos más populares de la población: el Café Salón Pérez centro de la vida cultural utielana a finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX."
Cafés Burgueses de Utiel,
por el historiador Carlos Javier Gómez Sánchez:El desarrollo de la Edad de Oro utielana supuso entre otros aspectos la llegada de los gustos y las modas imperantes en Europa, y la consolidación de la ciudad como un centro de ocio de primer nivel que abasteció a un vasto territorio. Una de esos servicios que combinaban ambos puntos eran los cafés. Una iniciativa originariamente proyectada a las sociedades burguesas, pero que en nuestra zona supo adaptarse al mundo rural donde se encontraba, contando con una clientela con procedencias sociales muy variadas.
Durante todo el siglo XIX, las grandes ciudades del continente contaban con establecimientos donde se podía conversar de política, leer el periódico, reunirse para hacer negocios o simplemente tomar una copa y divertirse. Se trataba de lugares pensados para la burguesía que había alcanzado su cénit en este siglo con el nacimiento del capitalismo.
El primer café utielano nació en la primera mitad del siglo XIX. Se trató del Salón Pérez. Inicialmente estaba pensado por su primer dueño, Matías Pérez, para los grupos aristocráticos y más adinerados que la localidad tenía. Un local de alto postín que tuvo un tremendo éxito, en parte, porque el Café Pérez surgió en el momento idóneo, cuando la ciudad comenzó un gran desarrollo económico debido a la exportación de vino por la crisis francesa del oídium. Llegaría a tener hasta un pequeño teatro burgués anexo más conocido como Cine Pérez. El Café-Salón Pérez se convirtió en uno de los puntos más importantes de la sociedad local y comarca, centro neurálgico para tertulias políticas, y reuniones de amigos y asociaciones.
La mayor prueba del éxito financiero del Pérez fue el hecho de que su modelo sería copiado durante la segunda mitad del siglo XIX por varios empresarios. En su misma calle surgieron los cafés de la Chelvana, junto al ayuntamiento, el del Tío Seba o El 53. Con una importante afluencia estaba el Café-Bar La Unión, el Delirio, el Café de Donato abierto en 1907, el Café de las Camareras en la Puerta de las Eras, regentado por Miguel Marzo, natural de Siete Aguas, o el Café del Humo en la esquina de la Plaza del Ayuntamiento con la Calle Real.
Mención especial merecen otros cafés más que llegaron a tener un papel social muy importante. En la Puerta del Sol estaba el Café del Sol o de Rufá, debido a que estaba administrado por el padre de un famoso banderillero utielano apodado “Rufaíto”. Durante la Dictadura de Primo de Rivera sería sede del partido del régimen, la Unión Patriótica Española, por lo cual se le tendió a llamar Café de la UPE. En los años 40, el café sería demolido, construyéndose el imponente edificio del Banco Valencia.
En 1884 con la fundación del Teatro Nuevo de Utiel (el actual Teatro Rambal) se constituiría el Café del Teatro, regentado por Teodoro Llopis. Llegó a tener una gran afluencia por su cercanía a las posadas de San José y Dos Puertas, y al tener una de las primeras heladeras de la comarca. El gran incendio del 1935 provocó la destrucción completa del teatro, teniendo que intervenir bomberos desde Valencia. El café pudo salvarse parcialmente gracias a la ayuda de los vecinos que evitaron una catástrofe mayor.
El Café Comercial o de los Aspas, por el apellido de la familia propietaria, tuvo un gran billar, juego con mucha fama en Utiel al ser considerado un pasatiempo elegante, además de dos pisos superiores al salón donde se reunían varias asociaciones utielanas: el grupo artístico “Los Cansinos”, el Club Deportivo Utiel, la Peña Taurina y el Rincón Fallero, el primer grupo fallero de Utiel que haría las primeras fallas en la Puerta de las Eras (entonces Calvo Sotelo).
El local fundado en la Calle Cesáreo Yagüe por el Ateneo Mercantil de Utiel, asociación de una gran importancia económica durante las primeras décadas del siglo XX donde iban sus socios, fue el Café del Ateneo Mercantil, que disponía además de una buena biblioteca y sala de lecturas. Posteriormente cambiaría su nombre por el de Sociedad Cultural o Bar Horizontes hasta su desgraciada demolición hace unos años.
Por último, el Café del Belga en la calle Real en la esquina con la calle Arco, era lugar de reunión de los miembros de la Cámara Agrícola. Con la fundación de la Cooperativa de Utiel en 1927 se convirtió en su sede acudiendo a él una buena parte de los labradores utielanos de dicha sociedad. Disfrutó de un dulce momento bajo el nombre de Café de la Cooperativa durante el esplendor del cooperativismo.
Información del café y trabajos de restauración:
https://www.facebook.com/Cafesalonperez/