En esa fotografía se aprecia aún los restos de los incendios de sexta generación que tuvieron lugar en 2019 con -el sotobosque desaparecido del mapa-, y que pasó precisamente sobre ese terreno. Se talaron varios bosquetes de pinus nigra que no se han repuesto con nada y que antes generaban un bontito contraste cromático con el verde pardo del pino canario a modo de paisaje mosaico.
Ardió todo desde Valleseco hasta la cuenca media de Tejeda pasando prácticamente por encima de su casco urbano. Entre eso, la sequía que arrastramos de años, y que a diferencia de Tenerife el Cabildo de Gran Canaria no se ha molestado ni se ha gastado un duro en revertir las secuelas de ese trágido episodio pues nada se ha quedado igual que antes...
El bochorno de la capital cuando entras en movimiento en horas centrales del día se produce en ciudad baja por el efecto isla, el exceso de humedad ambiental para dormir, y la panza de burro que en ocasiones se torna traslúcida. La diferencia con el distrito de Ciudad Alta es muy perceptible siempre. Por ejemplo donde yo vivo no se percibe de igual manera. De todas formas por ejemplo esta semana las temperaturas no han superado los 25ºC en la capital.
Y el suroeste de la isla pues imagínate, el desierto de Atacama. Si en las islas occcidentales se quejan de que no llueve en los sures imagínate aquí...
De todas maneras para conocer la isla en profundidad por carretera hay que visitar los barrios bajos de la Caldera de Tejeda; EL Carrizal de Tejeda, El Chorrillo, La Solana, y como no, Las Cuevas del Rey (visita obligatoria entre otras como bajar o subir de Artenara a La Aldea pasando por la presa de El Parralillo.).