Si vives en el centro de la Península y anoche te despertó un fuerte sonido o viste cómo el cielo se iluminaba de pronto, no fue un sueño. Sobre las 2:10 de la madrugada y a unos 30 o 40 kilómetros sobre la superficie terrestre, fragmentos estelares se desintegraron en la atmósfera terrestre en algún punto entre Toledo y Madrid. "Todo apunta a un fragmento de un cometa", explica a El Huffington Post José María Madiedo, profesor de la facultad de Ciencias Experimentales de Huelva.
"Fue como un fogonazo en el cielo, como la luz de un faro que salía del cielo", explica Rafael Rojas, un periodista que lo vio mientras trabajaba en su piso de Madrid y que inmediatamente tuiteó lo sucedido en busca de una explicación, un poco asustado. Su reacción no es de extrañar: "ha sido casi tan brillante como el sol, durante un segundo se ha hecho de día. Impresionante", cuenta el investigador de Huelva. Aún están investigando el fenómeno. Este tipo de meteoros muy brillantes reciben el nombre de bólidos.
El destello, explica el experto, ha sido tan fuerte que incluso se ha notado en Sierra Nevada, a 300 o 400 kilómetros. Algunos testigos han hablado en las redes sociales (donde el fenómeno ha sido comentadísimo bajo el hashtag #meteoritomadrid) también de un fuerte ruido. "Probablemente haya venido acompañado de sonido, depende de donde haya estado situado el observador", apunta Madiedo. "En estos casos se oye una explosión parecida a la que se escucha cuando un avión rompe la barrera del sonido".
MÁS QUE UNA ESTRELLA FUGAZ
No es un fenómeno raro, aunque sí es extraño que coincida su caída con la existencia de zonas habitadas. Un suceso similar se produjo cerca de Béjar, en Salamanca, en julio de 2008. En esa ocasión el brillo se observó desde el Pirineo.
Para los que busquen restos del espacio en su jardín, un aviso: sería muy raro que hubiera fragmentos, según Madiedo. Si se ha tratado de la desintegración de un cometa al contacto con la atmósfera, este trozo de cometa se destruye completamente.
El experto lo compara con las habituales estrellas fugaces, pero con una magnitud muchísimo más notable: "Una estrella fugaz es un material del tamaño de un grano de arena que se destruye al entrar en contacto con la atmósfera con una velocidad muy alta, de unos 72 kilómetros por segundo. Eso hace que su temperatura se eleve a los 5.000 grados, como la superficie del Sol, o incluso más. Cuando hablamos de un fragmento más grande, es el mismo fenómeno pero de forma más exagerada y por eso se puede ver una explosión muy brillante", señala.
Expertos de distintas universidades y centros de investigación analizan ahora todos los datos. "Podremos conocer en qué punto comenzó a brillar, sobre qué localidad, su composición química, su tamaño... Prácticamente todo. Y eso es gracias a los detectores situados por toda la Península, que nos permite recoger información cuando hay un evento notable como este", añade Madiedo.
http://www.huffingtonpost.es/2012/07/13/cometa-en-madrid_n_1670340.html?utm_hp_ref=tw