Si no pasa nada porque no se cumplan los mapas... Les puede pasar algo a nuestras expectativas, pero nada más. Los modelos a medio plazo a veces son bastante fiables a veces no. En el cercano largo plazo lo mismo, a veces se cumplen las salidas y otras no. Lo sabemos y contamos siempre con un desvanecimiento de las posiciones invernales.
De momento tenemos una dorsal sur que va a más, salvo pequeñas ondulaciones que se notan en el noroeste y oeste en forma de lluvia, dorsal que, como estaba previsto, el domingo llega a su culmen.
Los cambios llegan a partir del lunes en el que el nuevo azoreño no se va tanto al norte a bloquear el Atlántico en Europa sino que se va precisamente hacia el Cantábrico a bloquearlo en nuestra península generando una nueva dorsal hacia Francia. Es lo que tiene. Estar cerca del azoreño y sus alargamientos hacia el este significa vérnoslas con días de dorsal.
Estamos en pleno invierno en donde la bolsa fría polar ocupa su mayor espacio y por tanto, esté compactada o dividida se va expandiendo por diversos lugares moviendo sus extremidades sur hacia el este. Ver una retrogradación fría no es fácil. Lo que más predomina es el Atlántico y sus bloqueos azorianos. Es por eso que las volutas de frío hacia el este es más fácil que bajen por Italia-Balcanes que por aquí. Y aún así estamos viendo excepciones muy interesantes.
Desde el punto de vista estratosférico el calentamiento siberiano ya está en marcha con lo que la bolsa fría estará en el norte de Europa un buen tiempo.
Vemos en el mapa del europeo, que no iba tan desencaminado, que el A sigue al oeste de Irlanda como estaba previsto. Lo que cambia es un panceamiento desde el principio hacia el Cantábrico, no modelizado, que desvía la entrada hacia el este y resta su fuerza al curvarse antes de ocupar nuestra posición, que es más sur.
Este cambio isobárico en la dorsal supone dos diferentes cambios en cuanto a los dos enroscamientos que prometían ayudar:
1. La baja atlántica se desvía a Francia.
2. La baja subtropical se disipa bastante antes de llegar a Portugal.
GFS manda todo al traste al ubicar la dorsal en el oeste gallego.