Si se dan de nuevo los -25 en Calamocha no quiero pensar que temperaturas mínimas pueden alcanzarse en muchas localidades incluyendo capitales como Teruel, Cuenta y Albacete, seguramente alguna caería un récord aunque no se llegue a considerar esto ola de frío.
O Burgos, Salamanca o Valladolid, que tienen mínimas absolutas más bajas o similares y nadie se acuerda no sé por qué.
Los temporales de levante fuertes como Gloria en meses invernales no son habituales, pero tampoco tan extraordinarios. En Enero de 1911, un potente temporal de Levante arrasó las flotas pesqueras de Catalunya y Valencia dejando más de 50 muertos. Diciembre de 1932 dejó un diluvio en Catalunya, así como Febrero de 1944; este último con más de un metro de nieve en Lleida, interior de Tarragona y Maestrazgo. Y más recientemente, los mayores temporales de mar que he visto han sido invernales: Diciembre de 2008 y Enero de 2017. Pero quizás sí que entremos en una dinámica en que estos temporales invernales serán más frecuentes.
Efectivamente, te has tenido que ir a principios del siglo pasado para ver algo igual, y separados 20 años (y 50 muertos con las infraestructuras de antes, ahora con la misma intensidad de temporal tal vez serían ninguno). Sin embargo, en los últimos nueve meses, ha habido 3 temporales históricos para el mediterráneo que han batido récords de todo tipo, (de altura de nieve, de oleaje, de precipitación max en 24 horas, rayos caídos en un mismo día.....) abril del 2019, septiembre de 2019 (7 muertos) y enero de 2020.
En el último lustro, hablo por Murcia, los temporales están siendo históricos, en invierno y fuera del invierno. Habría que añadir el episodio de las nevadas a nivel del mar de Enero de 2017, en zonas donde según algunas fuentes, hacía cien años que no se veía. Otro del que no se suele hablar y que causó muchas pérdidas económicas fue en diciembre de 2016, la cosecha de naranjas y limones se vio muy afectada y en la zona del Mar Menor, San Javier- Los Alcázares, por ejemplo, ya ocurrió lo mismo que se ha repetido durante este año varias veces.
Estos temporales mediterráneos se podría decir que son correlativos a la falta de entradas frías-húmedas por el noroeste (a excepción de la comentada de 2018), es un poco el mundo al revés, como si se invirtieran los papeles.
Al margen de entradas polares o continentales, es llamativa la disminución de la dinámica típica de borrascas atlánticas con sus frentes fríos asociados, lluvias y nieves al menos en las montañas, con posterior anticiclón y heladas que mantengan en el suelo esa nieve. Solo hay que mirar como están los sistemas montañosos del centro-noroeste, que dan pena.