Nueva salida del europeo y parece que va tomando fuerza la idea de que coincidiendo con el último fin de semana de noviembre nos va a cruzar una vaguada. En ese aspecto es mejor ahora mismo el europeo que el GFS, pues aquél nos la mete hasta la cocina, mientras que el GFS potencia la borrasca al norte y parece que nos afectarían más el frente que la vaguada. En cualquier caso, todavía son plazos largos para ver detalles, pero la tendencia sí que se va afirmando. Aparte de esto, la situación tal y como la pintan ahora mismo tampoco tiene visos de ser duradera porque no se ve un posible pasillo, pero eso queda más lejos aún y por lo menos sería una ruptura en la monotonía atmosférica.
Noviembre puede salvar por la campana el cerocerismo milimétrico en muchas zonas del centro peninsular.