Hombre, Anticiclón, la cartografía oficial tiene errores e inexactitudes, como sabemos todos los que la utilizamos para andar por el monte. Es cierto que a veces los nombres de los parajes se ponen mal, o a cierta distancia de su ubicación real; que a los fotointerpretes, sentados en un despacho, se les escapan caminos poco visibles en las fotografías aéreas y que la urbanización ha sido tan intensa en los últimos tiempos que hay mapas que quedan obsoletos al año de actualizarlos.
Pero de ahí a decir que "no hay que fiarse de Iberpix", media un abismo. La cartografía del IGN es de alta calidad, equiparable a la de los grandes institutos cartográficos del mundo. Y su puesta a disposición de los ciudadanos en Iberpix es, bajo mi humilde punto de vista, difícilmente mejorable.
Me voy a poner un poco
pero es que a veces a los más jóvenes se os olvida que esas herramientas no han estado siempre ahí. Y no está de más recordar lo que era organizar una excursión o hacer un trabajo de campo A.I. (Antes de Internet) hace veinte o treinta años, con mapas en papel, caros y que sólo se conseguían en dos o tres lugares. E intentar componer un mapa de una zona concreta (a 1:50.000, por supuesto, el 1:25.000 estaba empezando), que siempre caía en la unión de cuatro hojas
, unas producidas en los años 40, otras en los 60, unas del IGN, otras del SGE...
Ha hecho falta mucho, mucho esfuerzo para llegar a una herramienta como Iberpix, que a los apasionados a la cartografía de vieja data nos sigue produciendo todavía orgasmos