Hasta que las protectoras de animales no estuvieran vacías no se debería permitir que se vendiera ni un solo animal de compañía. Es una vergüenza la situación en la que están prácticamente todas las protectoras de España, hipersaturadas, muy por encima de su capacidad y encima la mayor parte de la gente que trabaja en ellas son voluntarios, no solo trabajando por la cara si no casi siempre poniendo dinero de su bolsillo para comida o materiales. Pero claro todo esto tiene su origen en una sociedad que trata a los animales como juguetes o como herramientas sin más, en cuanto se cansan de ellos o dejan de ser útiles a la basura, y que nadie me salga con el cuento de las generalizaciones, que si él trata muy bien a su perros y tal, que se meta de voluntario a una protectora, a ver qué tal las generalizaciones, que somos el país de Europa que más abandona a sus animales.
En Alemania por ejemplo para adoptar un perro no basta con ir a la protectora, elegir uno y llevártelo, tienes que firmar una serie de documentos, generalmente acreditar que no eres un hijo de puta que va a abandonarlo o a hacerle año, inscribirlo en un registro obligatorio y pagar un impuesto anual. Es decir, no todo el mundo puede hacerse cargo de un animal ya que es una responsabilidad real, no la coña verbenera que es en España.