El tema es que ser propietario de una finca de caza mayor y al mismo tiempo legislar en favor de una mayor presión cinegética no es ilegal, salvo que contravenga una legislación de ámbito superior. Es una cuestión moral, y por tanto no entra en la jurisdicción de los tribunales, es la gente la que debe valorar eso y obrar en consecuencia donde corresponde, que es en las urnas.
Precisamente por estas cosas es bueno que se aireen este tipo de noticias, para que los ciudadanos sepan cómo, dónde y por qué se gestionan las cosas de una determinada manera.