El fin de semana pasado estuve con unos amigos en Albarracín y sus alrededores. Está a dos horas de Valencia y a tres de Madrid, y desde luego, el que no lo conozca, no se lo debería perder, es todo un espectáculo de la naturaleza.
El viernes al llegar el aire estaba perfumado y las últimas luces despedían la semana de trabajo. ¡Que sensación la de tener un fín de semana por delante lleno de cosas por hacer!
La mañana del sábado, después de una noche conociendo la gastronomía local y pasando incluso algo de frío, apareció luminosa, y nos preparamos para una excursión por los alrededores, por unos senderos con abrigos de pinturas rupestres (Fuente del Cabrerizo, Toricos del Navazo y Lázaro) . Las previsiones apuntaban a algún tipo de desarrollo por la tarde, y ya algunos cúmulos aparecían al oeste.
En esta foto pueden observarse las murallas que rodean al pueblo en casi su totalidad. Albarracín se encuentra encajonado en un cortado, con unos de sus costados bordeados por el río Guadalaviar. Un verdadero pueblo tridimensional, situado a 1.150 msnm, precioso se mire por donde se mire. Todas sus casas están perfectamente restauradas y es una maravilla pasear por él…salvo si se va en coche. Algunas calles son tan estrechas que casi nos quedamos atascados en más de una…Lo mejor, dejarlo en las afueras y hacer un poco de ejercicio por sus empinadas calles.
Ya en el camino, nos introdujimos en un cortado de riscos moldeados por el agua, areniscas, piedra roja y mucha vegetación. También disfrutaban del día estos caballitos…
Los cortados son espectaculares, y la mezcla de los verdes, los rojos y los azules, una maravilla.
En el Abrigo de los Toricos del Prado del Navazo pueden verse unas rupestres muy bien conservadas…
…y alguna que otra sorpresa…
Jalonando el camino hay multitud de piedras erosionadas, formando miles de formas, a cada cual más espectacular:
A partir de ese punto, y después de una parada y fonda en un merendero a 1.400 msnm, iniciamos la bajada, ya con síntomas claros de convección. Sólo faltaba una tormentita para completar una jornada perfecta…
…pero no llegó la sangre al río, y sólo se oyeron truenos lejanos y la virga que podeis ver arriba. Otra cosa fue lo que pasó al día siguiente…Al llegar a Albarracín, un rayo de sol la iluminó para que podamos verla mejor:
Efectivamente, al día siguiente la cosa meteorológicamente hablando fue mucho más interesante, aunque sólo lo pillé de refilón, ya que tuve que volver a comer a Valencia. Pero desde la parte baja del pueblo pude tomar estas fotos de la convectividad a las 11 de la mañana, bajo un pequeño y refrescante chaparrón:
En el camino de vuelta pude fotografiar un mostruito que tenía encima la Sierra de Gúdar. Los cumulonimbos de Albarracín se veían desde Valencia, y la cosa estuvo chunga, como comenta algún forero en otro hilo.
Espero que os haya gustado y os animeis a visitar la zona. Algunas de las fotos son de mi amigo Fernando, ¡gracias!
Salud, CumulusHumilis.