Ese tormentón que va derechito a los Madriles en serio que impresiona. Hace una horita se veía desde Ocaña, mirando a cielo abierto allá hacia el Oeste, y no era capaz de contar los relámpagos por segundo que se divisaban. Es igualita a la que ayer martes me cazó en Yepes (ella a mí, que yo no la busqué).
Allí por donde pase, hará daño.