Yo la más alta que he vivido fue en un verano de hace 5 o 6 años en Plasencia (Caceres) , había 39ºC a la sombra, y en Salamanca lo máximo que he vivido fue en Julio del 93 o 94 con casi 39ºC también . Nunca he sentido la sensación de 40ºC o más.....
Tampoco yo he saltado nunca la mítica barrera de los 40°C. Es mi asignatura pendiente ... y ya le tengo ganas. Todos los extremos son buenos jajajajaja! En Luxemburgo lo máximo hasta ahora han sido los 34° del 18.6.02.
Lo más cerca que estuve:
4 julio 1994 en Igualada: 39,5°C . Muchos recordaréis ese infausto día. Pavorosos incendios asolaron Cataluña. Especialmente dramático fue el de Montserrat, en el que murieron varias personas. Recuerdo que aquel día salí de trabajar a las seis de la tarde y la primera sensación fue de fin del mundo (en la oficina tenía aire acondicionado, y aunque no funcionaba muy bien al menos permitía respirar). El cielo estaba teñido de un naranja apocalíptico y por el aire navegaban nubes de ceniza procedentes del incendio cercano. El aire era como bocanadas de fuego salidas de un horno recién abierto. Al ir a buscar mi coche, el termómetro de interior marcaba 60°C (el máximo posible) y eso que hacia ya una hora que le daba la sombra. Tuve que dejar abiertas las ventanillas un buen rato antes de arrancar, y aun así tampoco sirvió de mucho. Al llegar a casa di gracias al cielo por haberme asegurado, por la mañana, de haber dejado todo cerrado y en sombras. Aun así, la temperatura interior debía superar con creces los 30°. Durante horas no hice otra cosa que estar tumbado, bebiendo agua y zumos fríos, y mirando la tele a ratos. Diosssss, qué calor. Inimaginable para mí concebir el calor de Murcia o Sevilla en situaciones extremas. Sencillamente no me cabe en la cabeza.
Otros momentos de sensación de calor extrema:
- Como Moisés, recuerdo como especialmente terribles aquellos días de los partidos finales del Mundial 82. Hasta Naranjito se fundía el pobre. Aquel verano trabajaba yo en un camping de Cambrils y uno de los días (el 6 o el 7) alcanzamos 37°C con bastante humedad encima. Calor extremo y currando en hostelería! Terrible!
- En el tren Pamplona-Castejón el 7 de julio de 1984: 38° o 39°. A la vuelta de un viaje relámpago a los Sanfermines el tren no llevaba aire acondicionado. Mientras el tren estaba en marcha, yo sacaba la cabeza por la ventanilla, y aunque el aire era fuego, aún aliviaba, pero cuando se paraba creía morirme. Recuerdo que en la parada de Caparroso me fui al lavabo y metí la cabeza entera bajo el grifo. El agua era caldo, por supuesto, pero había que intentarlo
- En Budapest a principios de julio de 1987. Es sin duda la mayor sensación de calor que he vivido nunca. La temperatura no pasó de 38° pero la humedad era increíble, brutal. Parecía emanar a mares del Danubio, junto con enormes nubes de mosquitos, y abrazar toda la ciudad. Budapest es una ciudad preciosa, pero mejor evitarla en situaciones de invasiones cálidas.