-LAS DOS CARAS DE EMPLEAR ARBOLES PARA FRENAR EL
CALENTAMIENTO GLOBAL:
Un nuevo estudio sugiere
que la ubicación es un factor importante cuando
se valora la eficacia de proyectos de captura de
carbono basados en la absorción de éste por
árboles.
Plantar árboles y preservar los bosques
en los trópicos es muy probable que retarde el
calentamiento global. Pero el estudio también
concluye que plantarlos en ciertos lugares
específicos del planeta podría en realidad ayudar a calentar la Tierra.
Este estudio combina los efectos que sobre el
clima y el ciclo del carbono ejerce la
deforestación a gran escala en un modelo
tridimensional completamente interactivo clima-carbono.
La investigación ha sido dirigida por
Govindasamy Bala, del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
Según el trabajo, plantar nuevos bosques en
zonas de latitudes medianas-altas, en realidad
provocaría un calentamiento neto.
Específicamente, más árboles en lugares de
latitudes medias, como Estados Unidos y la mayor
parte de Europa, sólo tendría efectos
beneficiosos marginales desde la perspectiva
climática.
Pero estos árboles extra en los
bosques boreales de Canadá, Escandinavia y
Siberia podrían en realidad resultar contraproducentes.
Los bosques afectan al clima de tres maneras
diferentes: absorbiendo de la atmósfera gases de
efecto invernadero (dióxido de carbono), lo que
ayuda a mantener fresco el planeta; ayudando a la
evaporación de agua hacia la atmósfera, lo que
incrementa la nubosidad con el consiguiente
efecto refrigerante sobre la superficie; y,
debido a que los árboles son oscuros, absorbiendo
radiación solar (el efecto albedo), lo que
provoca un calentamiento del terreno.
En las
estrategias de mitigación del cambio climático
que promueven la plantación de nuevos árboles,
sólo se ha venido teniendo en cuenta el primer efecto.
Este nuevo estudio muestra que sólo las selvas
tropicales resultan muy eficaces en ayudar a
frenar el calentamiento global, porque los
árboles en los trópicos, además de absorber
dióxido de carbono, promueven la formación de
nubes convectivas que ayudan a enfriar el
planeta.
En otros lugares, el calentamiento
producido por el aumento en el albedo iguala o
incluso sobrepasa al efecto refrigerante neto de los otros dos efectos.
Otros investigadores, del Instituto Carnegie, la
Universidad de Stanford, y la Universidad
Montpellier II, en Francia, contribuyeron a la investigación.
Una de las conclusiones del estudio es que
alrededor del año 2100, los bosques en las
latitudes medias-altas harán que algunos de los
lugares por ellos ocupados sean 5 grados
centígrados más cálidos que si no existieran allí esos bosques.
Los autores advierten que la deforestación fuera
de los trópicos no puede verse como una
estrategia para mitigar el cambio climático. La
preservación de los ecosistemas es un objetivo
primario de la prevención del cambio climático, y
la destrucción de ecosistemas con el propósito de
impedir el cambio climático podría ser una
estrategia contraproducente además de perversa.
Información adicional en:
http://www.llnl.gov/pao/news/news_releases/2007/NR-07-04-03.html