Como dije anteriormente, Muri, lo más interesante es lo que sucede cuando las temperaturas comienzan a descender, pese al mantenimiento de los niveles altos del CO2.
[...]
¿por qué, a pesar de haber alcanzado sus niveles máximos el CO2 y, por ende, su potencial máximo sobre el sistema climático, y que además estaría apoyado por varias retroalimentaciones propias y de otros gases de invernadero, esta poderosísima influencia es incapaz no ya de continuar aumentando sino de siquiera sostener las temperaturas alcanzadas?
Esta es la pregunta no contestada ni por Muri ni por su aplaudidor constante en estos foros, HCosmos, ni por ninguno de los proponentes de la conjetura. De hecho, ni siquiera se atreven a mencionarla, tal vez porque deberían reconocer que su venerada propuesta no es más que un montón de especulaciones que solo existen en sus modelos fallidos.
Lo que yo expliqué en mi anterior mensaje es la dinámica general en la covarianza temperatura-CO2 durante los ciclos glaciales del Cuaternario, incluido el Holoceno. Es una explicación simplificada de brochazo gordo a la que habría que añadir detalles si se quiere profundizar en cada una de los eventos particulares.
A la vista de tu pregunta y de la gráfica que colgaste antes, lo que parece que te interesa es el tránsito desde el penúltimo interglacial hacia el último periodo glacial. Ese interglacial se denomina
Eemiense y se sitúa entre los 130 y 115 mil años aprox, entre los periodo glaciales Riss y Würm. Recomiendo echar un vistazo a la gráfica de mi mensaje anterior donde se ve el último pico en temperatura y GEIs correspondiente al Eemiense antes del Holoceno (cronología de izq a derch).
El Eemiense fue más cálido que el óptimo holocénico debido a una configuración orbital que favorecía mayor insolación en latitudes altas (+50 W/m2 en veranos árticos respecto al presente). La temperatura media global era 1ºC superior al máximo holocénico, con hasta +5ºC en el ártico, y un nivel base del mar 6 m superior al máximo actual, con picos de hasta +9 m. En la deglaciación previa se observa el típico patrón de aumento térmico precediendo al aumento del CO2 (y otros GEI). Lo que sucede hacia el final del interglacial es que en el intervalo inicial de descenso de temperatura entre los 120 y 115 mil años, los niveles de CO2 se mantiene constantes (no aumentan como tu insinúas en tu mensaje inicial) provocando un desfase de hasta 5 mil años entre temperatura y CO2. A partir del año 115 mil se recupera de nuevo la covariación de tendencias descendientes de la temperatura y CO2 camino de la última glaciación Würm. Por tanto, es en ese periodo de 5 mil años donde no se da la habitual correlación positiva temperatura-CO2 y por el que tu preguntas (ver figura inferior).
Resulta que, a diferencia de lo que tu crees y llevas grabado a fuego en tu discurso, esta asincronía al final del penúltimo interglacial lleva estudiándose desde hace al menos 20 años en trabajos como los de Fisher et al. (1999;
http://science.sciencemag.org/content/283/5408/1712) o Hodell et al. (2001;
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0012821X01004307), a partir de los datos extraídos de los núcleos de hielo y sedimentos obtenidos a finales de 1980s. Una explicación más actualizada y detallada se puede encontrar en el artículo de Schneider et al. (2013;
https://www.clim-past.net/9/2507/2013/cp-9-2507-2013.pdf). Basta con leer el apartado 4.3, titulado "
Lag of the CO2 decrease behind the temperature drop during the last glacial inception" (Desfase en el descenso del CO2 posterior a la caída de temperatura durante el inicio de la última glaciación). Es decir, justo lo que necesitas leer. Además es breve y bien explicado a nivel cualitativo. Para una cuantificación explícita de los factores contribuyentes a ese patrón temperatura-CO2 recomiendo leer el artículo de Brovkin et al. (2016;
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0277379116300300#bib100), donde se comparan las dinámicas entre el Eemiense y el Holoceno.
En la siguiente figura (fig. 2 de Schneider et al. 2013) se muestra primero el nivel de CO2 total (puntos azules) y proxy de temperatura basado en deuterio (línea negra), a continuación nivel del isótopo 13C atmosférico (línea roja con intervalos en gris), y 13C corregido (línea negra) según SST reconstruida para océano libre de hielo (línea azul; SST = temperatura superficie del mar). Recuerdo que la vegetación terrestre (y por tanto toda la biomasa terrestre) tiende a absorber C12 preferentemente, lo que genera un ligero aumento relativo de C13 en la atmósfera, mientras que la absorción oceánica presenta una ligera tendencia a capturar 13C, provocando una reducción relativa en la atmósfera. La última gráfica es menos importante para lo tratado aquí, pero representa el % de CaCO3 en dos núcleos de sedimentos distintos (triángulos rojos: influencia indopacífica circunpolar; y magentas: influencia atlántica profunda) y polvo en suspensión (línea gris). Las líneas verticales discontinuas marcan periodos relevantes, entre ellos el periodo entre los años 120 y 115 mil que nos ocupa.
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Puesto que el CO2 se mantiene constante en ese lapso entre los años 120 y 115 mil, debe darse una compensación de factores de aumento y reducción del CO2. Si nos fijamos en el isótopo 13C en la amósfera se observa una reducción clara de 0.2 ‰, lo que indicaría una liberación de CO2 de la biomasa terrestre con mayor contenido relativo de 12C o una absorción de CO2 con más C13 por el océano. La tasa de absorción por el mar está estimada en 0.1‰ por cada 1ºC de bajada de la SST, por lo que sería necesaria una disminución de 2ºC para que el océano pudiese ser el responsable de la deflación de 13C atmosférico en ese lapso al final del Eemiense. Sin embargo, en toda la última deglaciación la SST global subió sólo 1.9ºC, por lo que es muy improbable que la temperatura bajase tanto durante el descenso más sutil observado en ese "pequeño" lapso. Además, de ser la solubilidad en el océano la única responsable debería observarse una reducción marcada de los niveles de CO2 total, cosa que no sucede. Es por tanto necesario un aporte de CO2 pobre en 13C desde la biomasa terrestre para compensar la absorción de CO2 por el océano a la vez que se reduce el nivel relativo de 13C en la atmósfera.
Por tanto los mecanismos que explican la constancia del CO2 al mismo tiempo que decrece el 13C y se inicia el descenso de temperatura son los siguientes:
- Al reducirse la temperatura se enfría la superficie del océano, aumenta la solubilidad de gases en el agua y se absorbe CO2, con preferencia por el 13C.
- Condiciones progresivamente más frías en altas latitudes (y altitudes) menguan los reservorios orgánicos de carbono terrestre (regresión de la biomasa) que es liberado a la atmósfera desde la biosfera en forma de CO2 empobrecido en 13C.
- La reducción de CO2 atmosférico por absorción en los océanos es compensada con la liberación desde la biosfera, al tiempo que ambos procesos favorecen una menor proporción de isótopo 13C.
- Al final del periodo (a partir del año 115 mil) se recupera la correlación temperatura-CO2 con una reducción paralela. El CO2 desciende debido probablemente a la estabilización de su fuente terrestre (biomasa) con un aumento asociado del 13C mientras continua la absorción oceánica.
Por último, no hay que olvidar que además del CO2 hay otros GEIs. En concreto, el metano puede jugar un papel importante aunque sea secundario. Si nos fijamos en la gráfica del núcleo de Vostok de mi anterior mensaje, se observa como el metano sí sigue el descenso de temperatura al final del Eemiense, sin mostrar la estabilidad transitoria del CO2. El inicio de la glaciación al final del Eemiense implica una progresión del permafrost, mayor aridez, menor actividad biológica en humedales en regresión y posible depósito de hidratos de metano oceánicos, todo lo cuál provoca una rápida disminución en los niveles atmosféricos de metano.
Espero que al menos le des una oportunidad a esta explicación del lapso de 5 mil años del tardo-Eemiense basada en Schneider et al. (2013). Creo que hay datos y fundamento teórico como para tomarlo seriamente.
Por lo tanto, Muri, nada nuevo bajo el sol en lo que concierne a la inconsistencia lógica y científica de la conjetura CGA, por más que sus sumos sacerdotes y fanáticos seguidores busquen soluciones inverosímiles para mantener viva su creencia... tal como el caso de las 67 o más excusas para explicar La Pausa que, al mismo tiempo, reputan como inexistente.
A veces pienso que el debate es un "pelín" asimétrico en cuanto a fundamentos y evidencias.
En fin, que hasta que contestes la simplísima pregunta que os he hecho, o que aparezcas con algún dato nuevo o evidencia empírica relevante que no intente fundarse en modelos GIGO (Garbage In, Garbage Out), tus esfuerzos siguen siendo fútiles.
Saludos, y hasta el (improbable) momento en que lo anterior suceda.
Lo dicho, dale una oportunidad a la ciencia y un descanso a los blogs de Curry y cía. A lo mejor te das cuenta de que hay mucha más información fundamentada sobre lo que preguntas de lo que tu crees.