CUERPOS MENORES (Meteoritos, Cometas, Asteroides)

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Re: Cuerpos menores (Meteoritos, Cometas, Asteroides)
« Respuesta #60 en: Viernes 15 Febrero 2008 10:29:15 am »
Un topic muy interesante
Que malas son las prenociones

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Re: Cuerpos menores (Meteoritos, Cometas, Asteroides)
« Respuesta #61 en: Viernes 15 Febrero 2008 13:16:06 pm »
Muy interesante todo lo que escribes. Gracias por tus aportaciones.  :sonrisa:

Un topic muy interesante

Muchas gracias a vosotros.
Simplemente busco noticias interesantes, y las pongo aqui.

Un cordial saludo  ;)



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Re: Cuerpos menores (Meteoritos, Cometas, Asteroides)
« Respuesta #62 en: Domingo 17 Febrero 2008 00:41:42 am »
Se estima que los impactos de bólidos de diámetros mayores a 2.5 Km ocurren cada 10 millones de años

Las consecuencias de un impacto
 
Los pasos cercanos de asteroides a la Tierra y las noticias habituales al respecto hacen que nos replanteemos con mayor frecuencia la pregunta de qué efecto tendría sobre el planeta Tierra y la civilización humana una colisión con un pequeño cuerpo cometario o asteroidal. Ciertamente parece una posibilidad remota, pero... ¿y si sucediese de verdad?

Nuestro satélite natural fotografiado por la sonda Galileo en su largo viaje hacia Júpiter. Miremos donde miremos, los efectos de los impactos están por todas partes.

Si echamos un vistazo a nuestro satélite natural, la Luna, bien mirando una fotografía o sencillamente a través de unos prismáticos apoyados en un trípode, lo primero que saltará a nuestra vista es que su superficie se halla completamente craterizada. Incluso aquellos terrenos que se nos antojan más libres de cráteres de impacto (mares lunares) no son más que el resultado de violentas colisiones que excavaron sus tierras altas. Estos eventos tan catastróficos –y habituales– tienen como protagonistas a los cuerpos menores de nuestro sistema planetario (asteroides y cometas) y constituyen parte fundamental de la historia de éste.
Imagen tomada por el telescopio Espacial Hubble de los impactos de trozos del cometa Shoemaker -Levy 9 contra la atmósfera de Júpiter.

Efecto hipotético de uno de los impactos del Shoemaker-Levy 9 contra la Tierra, 100 minutos después de producirse éste.

Naturalmente no sólo se han producido impactos contra la Luna, sino contra todos los cuerpos que forman el Sistema Solar, incluida la Tierra. De hecho, estas colisiones siguen ocurriendo con cierta frecuencia, tal como se ha constatado, por ejemplo, cuando el tren de cometas Shoemaker-Levy 9 impactó contra el planeta Júpiter, hecho que acaparó la atención de la comunidad científica durante julio de 1994.

Los estudios geológicos llevados a cabo durante las últimas décadas nos han mostrado que nuestro planeta ha sido sometido a un bombardeo meteórico similar al sufrido por la Luna, e incluso más intenso.

Diversos cráteres de impacto en la superficie terrestre, testimonio de episodios violentos e instantáneos desde el punto de vista geológico.

En realidad, debido a su mayor fuerza de gravedad, la tasa de impactos en la Tierra es 1.5 veces más alta que la de nuestro satélite natural. Aunque los investigadores han hallado un buen número de cráteres de impacto en la superficie terrestre, la cantidad total de éstos es aparentemente baja, lo cual puede ser fácilmente explicado debido al hecho de que la actividad geológica los ha ido borrando en el transcurso de millones de años. Se pueden invocar algunas causas que expliquen la “desaparición” de estas estructuras de impacto:

- Han sido erosionados (sobre todo los cráteres antiguos y principalmente los de pequeño diámetro).
- Se hallan ocultos, cubiertos por materiales volcánicos o sedimentarios, sólo detectables como anomalías geofísicas.
- La actividad tectónica los ha deformado, de tal modo que resultan irreconocibles.
- Los impactos en las zonas marinas han desaparecido por subducción.


El impacto y sus consecuencias

El efecto de los impactos de asteroides y/o cometas contra la Tierra es diferente en función de varios factores: el diámetro del impactante, su velocidad, su densidad, el lugar en el que se produzca el impacto (océano o tierra firme), etc...

Para intentar comprender cuales serían los efectos de una colisión con un asteroide o núcleo cometario de unos 10 Km de diámetro podemos haceruna comparación viendo un resumen de los efectos que produjo hace casi un siglo el llamado “Suceso Tunguska”:


Restos de árboles hechos añicos en Tunguska a consecuencia de la onda de choque producida por la explosión en la atmósfera terrestre de un pequeño cuerpo de menos de 100 metros de diámetro en junio de 1908.

 
El 30 de junio de 1908, una explosión ocurrida en Siberia, concretamente en la región del río Tunguska, destrozó 2150 Km2 de taiga siberiana, derribando de golpe cerca de 60 millones de árboles. Los estudios realizados con posterioridad han mostrado que este suceso podría haber sido el resultado de la explosión en la atmósfera de un pequeño cometa o asteroide menor de 100 metros de diámetro, que habría provocado una explosión de más 10 megatones de energía, lo equivalente a más de un centenar de bombas atómicas con una potencia como la de Hiroshima. Dicha explosión liberó toda su energía en la atmósfera, produciendo una reducción del flujo solar que pudo ser observada desde el Norte de Europa y California. Se estima que la explosión de este bólido originó gran cantidad de NOX, que durante varios años causaron una reducción de los niveles de O3 en un 30-45% en el hemisferio Norte terrestre.


El suceso Tunguska no es más que el resultado de un pequeño impacto sobre nuestro planeta que –en cierto modo– ha pasado desapercibido, debido a que éste tuvo lugar sobre un paraje del planeta prácticamente despoblado. Los efectos que habría ocasionado esta explosión si se hubiese producido sobre un núcleo urbano o una zona densamente poblada bordean el límite de nuestra imaginación.

Explosiones más pequeñas son relativamente frecuentes en la Tierra: en 1996, satélites militares de los EEUU destinados a localizar posibles detonaciones nucleares sobre nuestro planeta producidas en ensayos armamentísticos detectaron sobre Groenlandia una explosión producida por un meteoro equivalente a 100 Kilotones. Si esto hubiese sucedido sobre un área poblada, cientos de miles de personas podrían haber perecido. El 6 de junio de 2002, otra explosión tenía lugar en la atmósfera terrestre, sobre el mar Mediterráneo, esta vez de 12 Kilotones. Un tema que actualmente se discute es si ésta podría eventualmente ser la “chispa” que produjese una ola de pánico, encendiendo un importante conflicto bélico entre dos potencias nucleares rivales.

Pero las consecuencias del impacto de un asteroide o cometa con un diámetro de unos 10 Km convertirían cualquiera de estos sucesos en incidentes insignificantes. Un cuerpo de dicho diámetro liberaría en el impacto unos 100.000 megatones de energía, lo equivalente a más de cinco millones de bombas atómicas como la que destruyó Hiroshima o 100 veces los actuales arsenales de armas nucleares. El impacto, que produciría una compresión de 10000 GPa, provocaría un terremoto de magnitud 12 en la escala de Richter, vientos de más de 500 Km/h y un calentamiento del punto de impacto en unos 100.000°C, temperaturas capaces de fundir instantáneamente entre 10 y 100 veces la masa del proyectil. Si el impacto tuviese lugar sobre el océano, el meteorito y una gran masa de agua pasarían a estado gaseoso, generándose una gran pluma de vapor con un diámetro de unos 700 Km, 50 veces mayor que el espesor de la atmósfera terrestre. En total una masa de vapor de agua, material fundido y vaporizado entre 10 y 100 veces mayor que la del propio meteorito sería eyectada a gran velocidad hacia la estratosfera, pudiendo llegar un pequeño porcentaje de los fragmentos a alcanzar la velocidad de escape suficiente (11.2 Km/s) como para huir de la gravedad de nuestro planeta.

El tsunami generado por el impacto barrería áreas costeras, zonas en las que la densidad de población es muy alta. 
La violencia del impacto generaría un cráter de unos 150 Km de diámetro con una protuberancia central causada por rebote elástico y produciría movimientos en masa en márgenes continentales y turbiditas en la base del océano. La colisión en el océano daría como resultado un cráter algo mayor y más plano que el producido en tierra firme (debido a la inestabilidad de la pared o borde del cráter bajo las aguas del océano), existiendo la posibilidad de la ruptura de la corteza oceánica, lo cual dejaría una marca morfológica, gravitatoria y magnética importante.

Uno de los efectos inmediatos de esta colisión sería la elevación en el mar de enormes olas marinas (tsunamis) que barrerían los océanos de la Tierra hasta batir contra la costa. La altura inicial del tsunami en el punto de impacto sería igual a la profundidad del océano. Así, por ejemplo, un choque de un bólido de 10 Km de diámetro en un océano de 5 Km de profundidad formaría un tsunami de 5 Km de altura inicial que habría disminuido hasta “sólo” 150 metros tras haber recorrido medio planeta en unas 27 horas. Esta enorme ola erosionaría violentamente todas las plataformas externas e inundaría las áreas continentales.


Una de las primeras consecuencias directas del impacto sería el traspaso de energía calorífica a la atmósfera. Esto se puede producir mediante cuatro mecanismos:


1.- Calentamiento directo por fricción mientras el proyectil atraviesa el aire.
2.- Explosión atmosférica y desintegración del objeto (o parte de éste) en el aire.
3.- Expansión explosiva del proyectil y de las rocas situadas en el lugar del impacto tras la colisión.
4.- Movimiento de los materiales eyectados a través del aire y calentamiento de éste por las propias eyecciones.


La generación de incendios en la superficie terrestre sería una consecuencia directa de un impacto de un cometa o asteroide
Tras el impacto se produciría un masivo desplazamiento de aire caliente y partículas incandescentes desde el lugar del choque, lo cual provocaría importantes incendios durante meses en áreas continentales cercanas, pudiendo llegar a consumirse hasta un 20% de la reserva forestal mundial. El abrasamiento de la vegetación daría como resultado la formación de hollín de carbono puro, que oscurecería el planeta impidiendo la llegada de luz solar a la superficie. Durante meses o incluso años, el calor generado por el impacto y la caída de las eyecciones procedentes de éste producirían un importante calentamiento de la atmósfera (+10°C) y de la superficie terrestre, principalmente en las zonas más próximas al lugar de la colisión: se calcula que la temperatura podría incrementarse en más de 400°C en un radio de 5000 Km y aún mucho más aún en un radio de 1000 Km. Si el impacto tuviese lugar en el océano, éste provocaría la ebullición de las aguas y el vapor generado se eyectaría desde un punto en la superficie hacia una zona de pocos miles de Km de diámetro en la estratosfera. Pronto todo este vapor recondensaría en lluvia y nieve “sucia”, debido a la mezcla de ésta con parte del material sólido eyectado, tardando en retornar a la superficie de nuestro planeta varias semanas o meses.


El bloqueo de radiación solar tras el impacto sumiría al planeta en un periodo de gran oscuridad que podría persistir durante meses y cuyas consecuencias medioambientales resultarían catastróficas.
 
Una vez sufrido el calentamiento inicial se produciría un efecto opuesto: el polvo generado por el impacto se distribuiría por la atmósfera terrestre en pocos días, provocando lo que se denomina un invierno nuclear: un periodo de varios meses de oscuridad y de descenso de la temperatura global del planeta. Se ha calculado que el bloqueo total de la radiación duraría de días a semanas y que el fenómeno de oscuridad podría persistir entre 3 y 6 meses, hasta que el polvo se sedimentase sobre la superficie terrestre. ¿Qué implicaciones tendría todo esto?:

1) Una reducción drástica de la temperatura atmosférica, llegando a ser ésta en el interior de los continentes inferior a la del punto de congelación del agua. Podrían producirse importantes nevadas de hasta 6 metros de altura en los continentes, a excepción de las zonas costeras, en donde la temperatura se halla amortiguada por las masas de agua oceánicas. Los océanos no sufrirían un enfriamiento tan radical, debido a su gran capacidad calorífica. Las temperaturas por debajo del punto de congelación en una buena parte del globo terrestre y las importantes nevadas podrían incrementar el albedo de la Tierra, lo cual conllevaría un mayor descenso de las temperaturas e iniciaría una glaciación que persistiría durante un periodo de tiempo indeterminado.


2) El colapso de la fotosíntesis y la ruptura de la cadena alimenticia, que produciría extinciones en masa de los consumidores primarios y secundarios, herbívoros y carnívoros, dependientes directa o indirectamente de las plantas terrestres o el fitoplancton. La reproducción de los animales terrestres también se vería afectada, sucumbiendo éstos por falta de alimento y por no poder soportar las condiciones climáticas adversas. La alteración de la fotosíntesis del fitoplancton también conllevaría el colapso de la cadena alimenticia marina: en seis meses el zooplancton devoraría al fitoplancton para después acabar muriendo.

No obstante, el nivel al que cesa su actuación la fotosíntesis no del todo conocido y varía en las distintas especies. Se estima que ésta cesa cuando la intensidad de la luz disminuye a un 1% de lo normal, aunque existen algunos organismos que sobreviven con aún menos (algas azulverdosas en la Antártida fotosintetizan con un 0.1% de la intensidad de la luz normal). De todas maneras, hay que señalar que la reducción de la intensidad solar no sería idéntica en toda la superficie del globo terrestre, por lo que habría zonas en nuestro planeta que no sufrirían unos efectos tan perjudiciales. En cambio, en las zonas más castigadas sólo podrían sobrevivir al colapso de la cadena alimenticia algunas criaturas que pudiesen hibernar o permanecer en estado latente, animales de pequeño tamaño que no necesitasen mucha dieta para sobrevivir, los que pudiesen alimentarse de plantas y aquellos capaces de escapar del frío superficial cavando madrigueras bajo tierra.

Tras este periodo de frío se produciría el fenómeno opuesto: desde el lugar del impacto se eyectarían por volatilización, además de otras sustancias tóxicas procedentes del impactante (Ni, Cr, Co...), grandes cantidades de H2O, CO2, SO2 y NOX, que inducirían un efecto invernadero en el planeta y contaminarían toda la superficie del mismo, provocando lluvias ácidas (ácidos nítrico y sulfúrico) que acidificarían la superficie marina y provocarían la extinción en masa de la fauna planctónica. El calor producido por el efecto invernadero (+10°C) no cesaría hasta que el plancton marino y la flora terrestre volviesen a surgir, algo que podría llevar entre 10.000 y 30.000 años.

Los NOX resultarían altamente peligrosos, ya que serían responsables de la reducción de la capa de ozono en más del 90% durante varios años, hecho que afectaría más a los seres vivos terrestres que a los que viven en el océano, debido a los altos coeficientes de extinción de la radiación ultravioleta en el agua marina. La combinación de dichos NOX con el vapor de agua acabaría produciendo HNO3, que al precipitar sobre el océano –ya de por sí más rico en CO2 debido al colapso de la fotosíntesis– haría disminuir el pH de las aguas, alterando el nivel de compensación de carbonatos y amenazando así a los organismos de concha carbonatada delgada. En tierra firme, puede corroer las hojas de las plantas y asfixiar y envenenar a los animales. La oxidación de los NOX también produce HNO2, muy peligroso, al ser venenoso y mutagénico.

Las plantas terrestres serían los organismos más resistentes a la extinción global: sus semillas y esporas, muy abundantes, son capaces de sobrevivir durante largos periodos de tiempo, pudiendo ser transportadas por el viento, agua o animales. Además, cuando tienen lugar lluvias ácidas en bosques maduros, se produce un lavado en varios niveles de hojas, lo cual reduce el efecto de los ácidos en zonas próximas al suelo.


Resumen:

En resumen, podemos decir que los efectos más destructivos que se producen a causa del impacto de un asteroide son:


- Calor inicial producido por el impacto (colisión, incendios...).
- Viento y tsunamis.
- Frío y oscuridad (invierno nuclear).
- Destrucción de la capa de ozono.
- Lluvias ácidas y envenenamiento por toxinas.
- Efecto invernadero.


Naturalmente es importante tener en cuenta que estos fenómenos serán más acusados o severos en función del diámetro, velocidad o lugar en el que tiene lugar el impacto (continente, océano, explosión atmosférica...). Asimismo es importante tener en cuenta que –debido a la diversidad geográfica, climatológica o biológica– no todos ambientes del planeta sufrirían con la misma intensidad las consecuencias de una colisión de un cometa o asteroide contra la Tierra.


Conclusión:

Los efectos del impacto de un cuerpo asteroidal o cometario explicados anteriormente han sumido a la Tierra en periodos de oscuridad y provocado importantes crisis biológicas, afectando muy drásticamente en varias ocasiones la evolución de la vida en nuestro planeta. Los estudios estadísticos –basados en observaciones astronómicas y evidencias geológicas– muestran que un fenómeno como el sucedido en Tunguska tiene lugar cada 2000 años. Se estima que los impactos de bólidos de diámetros mayores a 2.5 Km ocurren cada 10 millones de años y que la frecuencia con la que un cuerpo mayor de 10 Km de diámetro choca contra la Tierra se halla en torno a una vez cada 100 millones de años. Naturalmente todas estas cifras son estimativas, pero claramente muestran que estos catastróficos eventos, tarde o temprano, tendrán lugar de nuevo.

Bien una preguntita.Antes de de romperse la capa de ozono ¿podrian seguir viviendo los humanos?¿cuanto tiempo estariamos viviendo despues de que cayera el meteorito?
Madrid-Hortaleza (NE de la capital) 725msnm

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Re: Cuerpos menores (Meteoritos, Cometas, Asteroides)
« Respuesta #63 en: Domingo 17 Febrero 2008 15:24:52 pm »
Dos meteoritos caen en la Sierra de Huelva en menos de un año

Los investigadores iniciarán el próximo mes la búsqueda de uno de ellos que podría pesar entre medio kilo y un kilo · El otro cuerpo celeste se rastreó por el término de Cumbres de San Bartolomé y no pudo ser localizado

En menos de un año, los científicos tienen constancia de la caída de dos meteoritos en territorio onubense. Uno de ellos, que fue interceptado en mayo del pasado año, será buscado a partir del próximo mes. A partir de 2007, la llegada de estos cuerpos cósmicos a nuestra provincia, está plenamente controlada gracias a la instalación de unos dispositivos de captación, que se encuentran tanto en Sevilla, como en El Arenosillo (Huelva), aparte de otros de carácter portátil. Todos ellos permiten la observación diurna y nocturna, siendo el responsable de este trabajo, el profesor titular de la Universidad de Huelva, José María Madiedo.

Como en otros aspectos, esto no significa que no hayan caído meteoritos antes, sino que ahora se dispone de recursos que van más allá de la simple visualización de sus caídas, aunque los testimonios de aquellas personas que los ven recorrer nuestra atmósfera, sigue teniendo su importancia.

Madiedo se muestra cauto a la hora de señalar el lugar donde se encuentra la piedra y sólo indicó que está en la Sierra. El hecho astronómico está registrado por los dispositivos de observación y tras la presentación de unos informes que este docente ha realizado como consecuencia de sus estudios sobre el meteorito hallado en Puerto Lápice (Ciudad Real), tanto él, como otros miembros de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos, procederán a su búsqueda. La precaución está fundada en el gran interés que estas piedras suscitan en el mercado negro, en donde pueden pedirse elevadísimas sumas de dinero por algunos de estos ejemplares.

Los dispositivos técnicos con los que se cuenta actualmente, calculan la trayectoria, el punto de impacto con una precisión bastante apreciable y si el meteorito realmente llegó a la superficie o no estalló en el aire. De este modo, no hay duda de que el que se va a buscar tendrá un peso de entre medio kilo y un kilo, lo que no resulta nada despreciable.

El segundo meteorito que llegó a la Sierra, fue también el pasado año, concretamente en marzo. Por aquel entonces, el dispositivo de observación no estaba aún completamente instalado por lo que no hay evidencia científica de su caída, aunque los estudiosos lo dan por seguro, por los testimonios recibidos. Los miembros de la Red de Investigación lo buscaron preferentemente en el municipio de Cumbres de San Bartolomé y otras zonas serranas. Madiedo explica que la búsqueda fue infructuosa tanto en el caso de los investigadores como en el de los cazameteoritos que hasta allí se desplazaron. La Red sin embargo, tuvo la oportunidad de acumular testimonios, ya que la trayectoria del meteorito se vio desde las provincias de Sevilla, Huelva y Badajoz, ya que estos cuerpos marcan en el cielo, estelas semejantes a los aviones a propulsión. Otro dato que no ayudó a concretar, es la frecuencia con la que aviones a propulsión portugueses vuelan cerca de esa zona. De este modo, los habitantes de la comarca están acostumbrados al ruido que provocan estos aparatos cuando superan la barrera del sonido, que es lo que también hacen estos meteoritos, por lo que el estruendo es muy parecido.

« Última modificación: Domingo 17 Febrero 2008 15:27:53 pm por MeteoHuelva »



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Re: Cuerpos menores (Meteoritos, Cometas, Asteroides)
« Respuesta #64 en: Domingo 24 Febrero 2008 14:42:04 pm »
El Museo de la Naturaleza y el Hombre de Tenerife presenta un nuevo ámbito para la exposición de meteoritos

El Museo de la Naturaleza y el Hombre, centro dependiente del Organismo Autónomo de Museos y Centros (OAMC) del Cabildo de Tenerife, inauguró ayer miércoles el nuevo ámbito dedicado a meteoritos y cráteres de impacto. Con esta ampliación expositiva el centro se convierte en referente nacional, pues dispone de la mayor colección de meteoritos recogidos en el Sáhara. Entre sus últimas adquisiciones, cuenta con el mayor meteorito encontrado en el norte de África. Pesa 232 kilos y el consejero y presidente del OAMC, Francisco García-Talavera, lo definió como “la joya de la corona”.

García-Talavera explicó que con este nuevo ámbito “se renueva el contenido del Museo de la Naturaleza y el Hombre”, algo que consideró “necesario”. El consejero recordó que esta renovación comenzó el pasado sábado [16 febrero] con la ampliación del módulo 'Ámbito Funerario', integrado en el Museo Arqueológico de Tenerife, que acoge las momias que el Cabildo de Tenerife logró rescatar de Necochea, en Argentina y que ahora se exhiben en este centro.

El Cabildo informa en un comunicado de que el nuevo espacio, presentado en sociedad ante un nutrido grupo de la Asociación Amigos del Museo de Ciencias Naturales, está integrado por paneles informativos que explican la teoría de impacto de meteoritos en África, un audiovisual sobre los mismos y una colección de meteoritos de alto valor científico. La ampliación de esta zona, ubicada en el área destinada al Museo de Ciencias Naturales, surge tras una amplia labor de investigación llevada a cabo por un equipo de científicos y colaboradores del Museo, que en varias expediciones se desplazó al desierto en Mauritania para recabar información in situ.

Las últimas investigaciones indican que los grandes impactos meteoríticos son el principal proceso geológico que tiene lugar en el Sistema Solar. Sus efectos catastróficos han influido de en la evolución biológica y geológica de la Tierra. En el pasado, meteoritos colosales impactaron de forma violenta en el desierto mauritano, liberando una enorme cantidad de energía que, con toda probabilidad, afectó en gran medida a los frágiles ecosistemas canarios, especialmente de las islas orientales.

La mayoría de los meteoritos son fragmentos de asteroides que, después de vagar durante miles de años por el espacio interplanetario, acaban chocando con la atmósfera terrestre, cuya fricción las convierte en bolas incandescentes. En este último tramo del viaje pierden buena parte de su masa. Cuando caen a la superficie de la Tierra acaban mezclándose con las rocas del planeta, dificultando su detección.

Estos fragmentos de asteroides están presentes en el cinturón orbital situado entre Marte y Júpiter desde la formación de nuestro Sistema Solar hace unos 4.500 millones de años, que al colisionar salen despedidas a grandes velocidades y cuyas órbitas pueden interferir con las de otros planetas. En el caso de la Tierra, al llegar a la atmósfera, a unos 100 kilómetros de altura, las ondas de choque y la gran velocidad que traen hacen que se funda la superficie, dando el aspecto de una bola de fuego y formándose unas estructuras características ya que se alcanzan temperaturas de varios miles de grados. Si el tamaño del meteorito es lo suficientemente grande no se fragmenta en pequeñas partículas, alcanzando la superficie terrestre y formando un cráter de impacto, unas 20 veces superior al diámetro del meteorito.







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Re: Cuerpos menores (Meteoritos, Cometas, Asteroides)
« Respuesta #65 en: Jueves 28 Febrero 2008 13:01:14 pm »
Un granadino gana un premio mundial por sus estudios sobre el choque de un asteroide
 

Una sonda calcularía la trayectoria del asteroide para determinar si representa un peligro.El granadino Juan Luis Cano, ingeniero aeronáutico de la empresa Deimos-Space, ha recibido el segundo premio mundial del concurso Apophis Mission Desing, que organiza The Planetary Society, por presentar un extenso estudio que pretende llevar una sonda al asteroide Apophis, que podría impactar contra la Tierra en 2036. La decisión se comunicó ayer desde las oficinas centrales de la organización norteamericana, en California, y pone de manifiesto la importancia de proyectos tan ambiciosos y necesarios para la protección del planeta.

La probabilidad es muy pequeña, de 1 entre 45.000, pero es real, tan real como el asteroide 99942, Apophis para los no astrónomos, que amenaza con impactar contra el planeta en un futuro cercano y dejar tras su paso un panorama de caos y destrucción hasta ahora desconocido por el ser humano. El estudio, que le ha valido el segundo premio mundial a Juan Luis Cano y su equipo, tiene como objetivo enviar una sonda a Apophis para conocer con total exactitud cuál es el peligro que entraña este posible visitante, un gigantesco trozo de roca de 500 metros de diámetro y más de veinte millones de toneladas de peso.

Reconocimiento

Con la intención de motivar la investigación en torno al peligroso asteroide, The Planetary Society organizó el concurso Apophis Mission Desing, al que concurrieron más de 100 equipos y empresas de investigación tecnológica de 25 países diferentes, y cuyo segundo premio ha ido a parar a manos granadinas. «Es un reconocimiento muy especial a nuestro trabajo; la verdad es que no ha sido fácil -explica Juan Luis Cano-. Aunque la posibilidad de que el asteroide caiga en la Tierra es casi nula, se debe hacer un esfuerzo por estimular los trabajos que vayan enfocados a descubrir y estudiar este tipo de objetos». La empresa española Deimos-Space ya tiene experiencia en este tipo de iniciativas; no en vano fue una de las impulsoras de la misión 'Don Quijote', también enfocada al estudio de este tipo de cuerpos celestes y, en concreto, centrada en proteger la Tierra de una hipotética colisión.

El asteroide Apophis pasará muy cerca de la órbita terrestre en 2029. Aunque en esa ocasión no representará un peligro para el planeta, el efecto de la gravedad terrestre actuará sobre el colosal pedrusco y modificará su rumbo lo suficiente como para que, ya en 2036, pudiera caer sobre una franja que recorre el Océano Pacífico y va desde la península de Kamchatka hasta Venezuela. El efecto sería demoledor. Según Juan Luis Cano, si cayera en tierra, el asteroide arrasaría una extensión de terreno similar a la de Cataluña y tendría repercusiones en todo el planeta. La humanidad no correría mejor suerte si Apophis impactara en el océano, ya que provocaría un tsunami de proporciones casi incalculables que barrería con facilidad todo lo que encontrase a su paso.

Sin embargo. y como explica el ingeniero, «es casi más fácil que te toque la lotería nacional dos veces seguidas antes de que caiga el asteroide en nuestro planeta».



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Re: Cuerpos menores (Meteoritos, Cometas, Asteroides)
« Respuesta #66 en: Miércoles 12 Marzo 2008 12:19:15 pm »
Un estudio revela que el meteorito de Perú es tan antiguo como el sistema solar

Los investigadores tuvieron problemas para acceder al meteorito, que fue custodiado por los habitantes del pueblo en que cayó


Un estudio revela que el meteorito de Perú es tan antiguo como el sistema solar EFE El meteorito que cayó el pasado 15 de septiembre en la región de Puno, fronteriza con Bolivia, tuvo su origen hace 4.500 millones de años, tiempo de formación del sistema solar, según un estudio de especialistas peruanos.
"Se trata de un condrito ordinario de tipo H", precisó hoy a Efe el director de Relaciones Institucionales del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), Hernando Núñez del Prado, al explicar que "estos asteroides han estado navegando por el espacio por millones de años, desde la formación del sistema solar".

Los científicos llegaron a esta conclusión tras diversos estudios del cuerpo celeste realizados fuera y dentro del país andino, en especial gracias al análisis de "isótopos de oxígeno que ha realizado el doctor Greenwood, de la Universidad de Londres".

Aunque, según el científico del Ingemmet, se trata de un meteorito "bastante ordinario", dado que el 74 por ciento de los que impactan contra nuestro planeta son del mismo tipo, lo interesante es que se conoce la hora exacta del impacto y se tiene acceso al cráter.

"Es un caso muy particular, en 2004 hubo otro impacto en Perú y se tardó dos años en encontrar el cráter,"-aseguró Núñez del Prado-"este caso es extraordinario porque conocemos al detalle el impacto".

El acceso al cráter y a muestras de la roca extraterrestre no ha sido, sin embargo, tarea fácil.

Psicosis colectiva

Los pobladores de Carancas, la localidad situada a más de 1.000 kilómetros de Lima donde cayó el cuerpo celeste, sufrieron "una especie de psicosis colectiva por la visita de extranjeros que les aseguraron que el meteorito era un tesoro que valía millones de dólares", según el científico.

Así, los lugareños tomaron especial cuidado en vigilar la zona e impidieron a los extraños el acceso al cráter, incluidos los investigadores del Ingemmet.

Tras una reunión entre pobladores y científicos, se permitió un estudio de magnetismo que confirmó que no había más fragmentos del meteorito en el subsuelo.

El controvertido "cazameteoritos" estadounidense Michael Farmer se trasladó a la zona semanas después al impacto y adquirió unos 300 gramos del cuerpo celeste, que luego vendió por internet al precio de 50 dólares el gramo.

Según Núñez de Prado, el meteorito de Carancas ha despertado el interés en la comunidad científica internacional.

"Nos han contactado unos 10 a 12 científicos y a tres les hemos remitido muestras, además han venido gente de México y en enero llegará un estudioso alemán", relató el peruano.

El objetivo ahora es preservar el cráter, tanto para su estudio como para su posible explotación turística, por ello el gobierno regional estudia el modo de desviar el cauce del río estacionario que circula por el lugar, así como la forma de levantar una carpa que lo resguarde de las lluvias
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Re: Cuerpos menores (Meteoritos, Cometas, Asteroides)
« Respuesta #67 en: Miércoles 12 Marzo 2008 12:27:33 pm »
Voy a hacer una consulta, creo que es aqui el lugar indicado.

Muchas veces, como anoche por ejemplo, vi en el cielo un cuerpo exactametne igual forma y tamaño a una estrella, moverse en forma rapida a traves del cielo (sin cambiar de direccion aclaro, siempre derecho).

Descarto POR SUPUESTO que sea un avion ya que no posee ruido y como dije es IGUAL en tamaño y forma que una estrella, incluso se ilumina de igual forma.

mi pregunta, aunque este casi seguro es.. ES UN SATELITE no es cierto?.

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Re: Cuerpos menores (Meteoritos, Cometas, Asteroides)
« Respuesta #68 en: Miércoles 12 Marzo 2008 18:48:38 pm »
Voy a hacer una consulta, creo que es aqui el lugar indicado.

Muchas veces, como anoche por ejemplo, vi en el cielo un cuerpo exactametne igual forma y tamaño a una estrella, moverse en forma rapida a traves del cielo (sin cambiar de direccion aclaro, siempre derecho).

Descarto POR SUPUESTO que sea un avion ya que no posee ruido y como dije es IGUAL en tamaño y forma que una estrella, incluso se ilumina de igual forma.

mi pregunta, aunque este casi seguro es.. ES UN SATELITE no es cierto?.



¿Cómo de rápido Federico?

Si me hablas de estrella fugaz, es un meteorito que se ha desintegrado en la atmósfera,
sino lo que has comentado un satélite.

Un saludo



Desconectado Federico

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Re: Cuerpos menores (Meteoritos, Cometas, Asteroides)
« Respuesta #69 en: Miércoles 12 Marzo 2008 19:00:05 pm »
Voy a hacer una consulta, creo que es aqui el lugar indicado.

Muchas veces, como anoche por ejemplo, vi en el cielo un cuerpo exactametne igual forma y tamaño a una estrella, moverse en forma rapida a traves del cielo (sin cambiar de direccion aclaro, siempre derecho).

Descarto POR SUPUESTO que sea un avion ya que no posee ruido y como dije es IGUAL en tamaño y forma que una estrella, incluso se ilumina de igual forma.

mi pregunta, aunque este casi seguro es.. ES UN SATELITE no es cierto?.



¿Cómo de rápido Federico?

Si me hablas de estrella fugaz, es un meteorito que se ha desintegrado en la atmósfera,
sino lo que has comentado un satélite.

Un saludo


No lleva cola ni nada parecido (por ejemplo, nada que ver con la lluvia de geminidas que me toco ver, esas SI traian cola visible).

Sino que como dije, la forma y tamaño es como una estrella, y viaja a velocidad moderada y (en algunos casos) me toco ver que desaparecio de golpe (en este caso quizas le haya dejado de dar el sol).


Entonces confimro mi teoria, es un satelite!..


muchas gracias meteohuelva!!.
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Re: Cuerpos menores (Meteoritos, Cometas, Asteroides)
« Respuesta #70 en: Domingo 16 Marzo 2008 13:44:21 pm »
La caída del meteorito en Tunguska, Rusia, hace cien años fue una advertencia del cosmos


Este año se cumplen cien años de la caída del meteorito Tunguska, uno de los fenómenos celestes más extraños ocurridos en la Tierra. Ese suceso, que todavía la ciencia no ha podido explicar tuvo lugar en una zona deshabitada en el centro de Siberia, cerca del rió Tunguska, afluente del Yenisei, en el amanecer del 30 de junio de 1908.


De repente, en el cielo apareció una enorme bola de fuego que tras explotar, se convirtió en un torbellino apocalíptico que destruyó todo lo que se interpuso a su paso. La hecatombe estuvo acompañada de un ruido ensordecedor que hizo temblar la tierra, cuentan las declaraciones de habitantes de Vanavara, una población de cazadores cercana al lugar donde ocurrió el extraño fenómeno.

La explosión, a varios centenares de metros sobre la superficie de la tierra aplastó la taigá o bosque siberiano en un área de varios centenares de kilómetros cuadrados, y en instantes, decenas de miles de árboles se quedaron convertidos en astillas. Todavía, en esa región de Siberia quedan secuelas y anomalías. Por lo visto, la naturaleza no se ha recuperado completamente del efecto de ese impacto colosal.

Se puede decir que en ese entonces, la humanidad tuvo mucha suerte, pues si esa mole proveniente del cosmos hubiera aparecido unas cuantas horas antes, el epicentro del impacto pudo haber sido San Petersburgo, o una de las urbes de la densamente poblada Europa.

Para tener una idea de la magnitud de ese suceso, cabe recordar que la potencia de la explosión equivalió a la detonación de varias bombas atómicas, y la onda acústica dos veces dio la vuelta al mundo como registraron los observatorios existentes en esa época.

Transcurridos cien años el enigma del fenómeno Tunguska permanece indescifrable. Las versiones sobre lo ocurrido ya son más de 80 y desafortunadamente, ninguna de ellas ha podido ser sustentada con pruebas serias e inequívocas.

Esto se debe a que prácticamente no quedó ninguna evidencia que pueda corroborar las múltiples hipótesis.

Hace 30 años, cuando comencé a estudiar astronomía estaba convencido que el enigma de Tunguska no se descubriría nunca, pero la ciencia evoluciona y ahora, mi opinión al respecto es menos radical.

Los astrónomos han comenzado a comprender mejor la naturaleza de los cuerpos que viajan en el cosmos y cada vez se aproximan más a la comprensión que fue lo que pudo ocurrir en Siberia el último amanecer de junio hace cien años.

El fenómeno Tunguska probablemente fue el fragmento de un cometa desconocido compuesto de materia primitiva del universo.

Esta hipótesis será expuesta en mi intervención en la Conferencia Internacional en ocasión del primer centenario del fenómeno Tunguska el próximo mes de junio en Moscú.

Aunque existen varias clasificaciones, los cometas del sistema solar pueden catalogarse en dos géneros. El primer género son los cometas compuestos de gas y polvo de tamaño micrométrico (micrones) de origen intergaláctico.

El segundo género serían cometas con materiales similares a los del primer género, que además tienen elementos característicos de asteroides y meteoritos (rocas, metales, condritas).

Cuando un cometa de segundo género se desintegra, forma los denominados flujos de meteoros o lluvia de estrellas que tan frecuente se pueden observar durante las noches en el firmamento.

Si uno de esos flujos de meteoros choca con la atmósfera terrestre, sus componentes se subliman y la componente rocosa del meteorito cae en la tierra en la forma de fragmentos de tamaños considerables que a veces se pueden encontrar.

Como ocurrió en 1947 en el Lejano Oriente Ruso donde cayó el meteorito Sijoté-Alin, de al menos 70 toneladas, el meteorito de origen ferroso más grande de los encontrados hasta ahora.

Según estimaciones personales, y de colegas del Instituto de Astrología de Rusia, el meteorito Tunguska tuvo que tener una masa de varias toneladas y parte de esa masa debió quedar en el lugar donde se produjo su caída.

Ya que transcurridos cien años en la zona de la caída no se ha podido encontrar nada. Se puede deducir que el meteorito Tunguska fue el fragmento de un cometa del primer género que no tenía elementos metálicos o rocosos.

Probablemente, fue una masa de hielo gigantesca compuesta de gas y polvo.

Al chocar a velocidad cósmica con la atmósfera, el gas y polvo congelado se sublimaron inmediatamente y su núcleo explotó en la atmósfera originando una onda acústica y sísmica que fue registrada por muchos observatorios del mundo.

La explosión del núcleo en la atmósfera dispersó micro fragmentos que penetraron en los árboles que encontraron a su paso quedando insertados en su corteza.

Si en un comienzo se hubiese realizado las investigaciones pertinentes, se pudieron haber extraído esos fragmentos de los árboles y de esa forma, establecer los materiales del bólido Tunguska.

Pero para el tiempo en que ocurrió el fenómeno, los científicos no sabían esa metodología y se perdió información muy valiosa.

De todas maneras, el fenómeno Tunguska es un hito muy importante para la historia de nuestro planeta porque es una de las evidencias más concretas del peligro que encierran los asteroides.

Tres de meteoritos más sonados y de mayor tamaño como Tunguska, Sijoté-Alin y el meteorito Brasil cayeron en zonas despobladas. Para unos esto pudo haber sido una casualidad afortunada, para otros la voluntad de Dios, y no obstante, el riesgo de una hecatombe de procedencia estelar siempre será posible.

La importancia del meteorito Tunguska comenzó con la era espacial cuando la humanidad comprendió que existen cuerpos celestes que pueden ser un peligro para el planeta.

El problema de los peligros del cosmos fomenta el interés por las investigaciones de los asteroides y cometas como asesinos potenciales de nuestra civilización.

Actualmente existen constelaciones de satélites en torno a la órbita terrestre destinados para detectar los lanzamientos de misiles balísticos y controlar la realización de pruebas nucleares.

Estos satélites cada año registran al menos entre 10 y 15 casos de destellos intensos producidos por explosiones de varios megatones de potencia en la atmósfera.

La mayoría de la comunidad científica considera que esas explosiones se producen a consecuencia de cometas de menor tamaño que penetran en la atmósfera y se desintegran sin dejar huellas.

En estos casos, ¿qué es lo que puede hace el hombre en el caso de una amenaza de cometas?

Probablemente, lo que podría hacer un aborigen armado con arco y fechas ante una estampida de mamuts: echar a correr.

Hasta el momento, la humanidad no tiene las armas suficientes para afrontar una amenaza de cuerpos celestes. Lo único que puede hacer es vigilar permanentemente el cielo para detectar a tiempo el intruso, calcular donde puede ocurrir la caída, y si es necesario, evacuar la población del epicentro de "nuevos Tunguskas".

Considero que el uso de armas debe ser un último recurso. Porque emplear armas contra un asteroide supone convertir una bala en una salva de perdigones de mucho más riesgo.

A mi modo de ver, la variante más optima sería posar cohetes en el objetivo peligroso y con ayuda de esos portadores desviar paulatinamente el asteroide de la trayectoria de la Tierra. En este caso, además de la población, se podrá salvar de la destrucción parte del patrimonio material y cultural de nuestra civilización.

 



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Re: Cuerpos menores (Meteoritos, Cometas, Asteroides)
« Respuesta #71 en: Miércoles 19 Marzo 2008 22:14:55 pm »
Descubren el primer asteroide triple cercano a la tierra
 
 
Lo que se pensaba que era otro asteroide normal, el 2001 SN263 ha sido ahora revelado como el primer asteroide triple cercano a la Tierra jamás encontrado.

El asteroide, con tres objetos orbitándose entre sí, fue descubierto esta semana por astrónomos usando el telescopio radar de la National Science Foundation (NSF) en el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico.

El astrónomo de Cornell y Arecibo Michael C. Nolan dijo que él y sus colegas hicieron el descubrimiento cuando estaban obteniendo imágenes de radar el pasado 11 de febrero.

Tras el descubrimiento el grupo tomó más imágenes para aprender como estos tres objetos (a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra), están rotando unos alrededor de los otros.

El cuerpo central principal es esférico con un diámetro de unos 2 kilómetros, mientras que la mayor de las dos lunas tiene la mitad del tamaño.

El objeto más pequeño tiene unos 300 metros, o el tamaño del propio telescopio de Arecibo.

Otros asteroides triples existen en el Cinturón de Asteroides y más allá, pero este es el primer sistema cercano a la Tierra, donde las formas actuales de los objetos pueden ser vistas.

El telescopio de Arecibo está operado para la NSF por el National Astronomy and Ionosphere Center de Cornell.

"Este descubrimiento tiene implicaciones extremadamente importantes para las ideas acerca del origen de los asteroides cercanos a la Tierra y los procesos responsables de sus propiedades físicas", dice Nolan.

"Los sistemas dobles o binarios son muy frecuentes: alrededor de uno de cada seis asteroides cercanos a la Tierra es binario, pero este es el primer sistema triple cercano a la Tierra en ser descubierto".

El asteroide triple fue descubierto visualmente por primera vez el 19 de septiembre de 2.001 por el proyecto LINEAR.

La órbita de los sistemas de asteroides binarios - y ahora triples - descubren la masa y permiten a los astrónomos saber si son estables durante milenios o se han formado recientemente.

Anteriores investigaciones con radar de asteroides binarios cercanos han permitido saber las extraordinarias características físicas y dinámicas.

Nolan dice que este descubrimiento provoca varias cuestiones importantes: ¿Están estos objetos orbitando en el mismo plano? ¿Cómo de rápido cambian sus órbitas con el tiempo? ¿Se formaron las lunas cuando se formó el asteroide en el Cinturón o después de llegar al espacio cercano a la Tierra?.

Debido a sus pequeños tamaños y las formas irregulares de sus componentes, el 2001 SN263 podría ofrecer pistas únicas relativas a los mucho mayores sistemas triples del Cinturón principal, dice Nolan.

"Examinando las órbitas de las lunas mientras continuamos observando al 2001 SN263 durante las próximas semanas nos permitirá determinar la densidad del asteroide y el tipo de material con el que está hecho", dice.

"Además estudiaremos la forma y las estructuras de la superficie y las propiedades del regolito (el material que lo cubre).

" Las observaciones con radar del Observatorio de Arecibo pueden realizar imágenes de una mayor fracción de la población de asteroides cercanos a la Tierra que una nave.

Por ejemplo, Arecibo ha descubierto más de la mitad de los sistemas de asteroides binarios cercanos a la Tierra descubiertos desde 1.999.

Mientras el telescopio de Arecibo es capaz de realizar estas investigaciones, el futuro del programa de radar y del telescopio al completo están en duda debido al recorte de presupuestos de la NSF.

La mayoría de los asteroides que se hallan en nuestro Sistema Solar, poseen órbitas semi-estables entre Marte y Júpiter, pero algunos son desviados a órbitas que cruzan las de los planetas mayores.

Desde la redefinición de planeta de 2006 llevada a cabo por la Unión Astronómica Internacional, el término clásico asteroide no desaparece, pero se ve englobado dentro de los denominados cuerpos menores del Sistema Solar (excepto Ceres, que se considera planeta enano), junto con los cometas, la mayoría de los objetos transneptunianos y cualquier otro sólido que orbite en torno al Sol y sea más pequeño que un planeta enano.

¿CÓMO LOS NOMBRAN? En principio, cuando un asteroide es descubierto recibe del "Centro de Planetas Menores" (Minor Planet Center o MPC) un nombre provisional compuesto de una clave que indica el año, el mes y orden del descubrimiento.

Esta denominación consta de un número, que es el año, y de dos letras: la primera indicando la quincena en que aconteció el avistamiento y la segunda reflejando la secuencia dentro de la quincena.

De este modo, 1989 AC, (Tutatis), indica que fue descubierto en la primera quincena de enero (A) de 1989, y que fue el tercero (C) descubierto en ese período.

Una vez que la órbita se ha establecido con la suficiente precisión como para poder predecir sus futura trayectoria, se le asigna un número (no necesariamente el del orden en que fue descubierto) y, más tarde, un nombre permanente elegido por el descubridor y aprobado por un comité de la Unión Astronómica Internacional (International Astronomical Union o IAU).

Inicialmente, todos los nombres con los que se bautizaba a los asteroides eran de personajes femeninos de la mitología griega y romana pero pronto se optó por formas más modernas.

El primer asteroide que recibió un nombre no mitológico fue el número 125 de la serie, Liberatrix (liberadora en latín) que le fue otorgado en honor de Juana de Arco, aunque también se especula con que tal nombre es un homenaje al primer presidente de la República Francesa, Adolph Thiers.

Por su parte, el primer nombre masculino, lo recibió el número 433, Eros. Hoy en día, las denominaciones son mucho menos restringidas y van desde nombres de ciudades y países como Barcelona (945), Hiroshima (2247), Austria (132), China (1125) y Uganda (1279) hasta nombres de personas famosas como Zamenhof (1462) o Piazzia (1000) en honor a Piazzi, personajes de ficción como Mr. Spock (2309) y otros conceptos como razas, géneros de animales y plantas, etc. Las efemérides de los asteroides se recogen anualmente en un volumen titulado "Ephemerides of Minor Planets", que publica el Institute of Theoretical Astronomy, Russian Academy of Sciences, Naberezhnaya Kutuzova 10, 191187 St. Petersburg (Russia).