Estoy en Mendillorri y orientado clarísimamente a Noreste y las nubes todavía no vienen directas. De todos modos es cierto, dentro no mucho cambiará nitidamente el viento y espero también que amaine que es otro de los caballos de batalla de Pamplona y es que sopla siempre demasiado fuerte, recordemos que el cierzo y la tramontana nacen aqui (bueno, exáxtamente en el cantábrico pero donde comienza el embudo que supone el ebro es en Navarra y donde empieza a coger su nombre característico)