Secundo lo dicho el otro día por Martin. Tenemos dorsal para rato, algo típico en los ultimos años por estas fechas. Es curioso como no nos quiere el frio de ninguna forma, quizás haya algún otro ingrediente que haga que nos esté pasando esto y ya no se base en casualidad o mala suerte.
Nuestra ubicación no ayuda. Siempre ha sido más difícil que llegue aquí el frío que en Alemania o Francia. Estoy diciendo una obviedad, pero estar en el extremo suroccidental del continente europeo y encima rodeado de agua por todas partes no ayuda para tener eventos invernales de categoría con frecuencia. ¿Que si los hemos tenido y los seguiremos teniendo? si, pero siempre serán menos frecuentes que en el resto de vecinos europeos. Por eso siempre se han tenido que dar una serie de carambolas que no son fáciles de producirse con frecuencia. ¿Qué antes la probabilidad de recibir frío era mayor? sin duda, pero eso es extrapolable al resto del continente europeo, solo hay que ver los glaciares alpinos cómo están. Si en todos los lugares el frío ha ido a menos, pues aquí todavía lo notaremos más por esa ubicación que he mencionado que nos penaliza muchísimo. No conviene olvidar eso para no llevarse chascos innecesarios. Tenemos el clima que tenemos debido a nuestra ubicación en el globo y siempre ha sido así. Por contra, tenemos una cierta continentalidad que cuando hay anticiclones invernales generamos nuestro propio frío que puede llegar a ser muy bestia como comprobamos todos los años en el hilo de polos de frío.
Tal cual...
Si vale de apunte (para nada científico, eso sí), mi familia es originaria de un pueblo de la sierra de Ancares, en la provincia de Lugo, situado a unos 1000 m.s.n.m., y un día hablando con mi tío sobre las nevadas me explicó algo de la forma más gráfica que supo: "Antiguamente, el suelo del pueblo permanecía con nieve desde finales de noviembre hasta principios de abril. Caía la primera nevada y, detrás de ella, venían unos días secos pero con mucho frío, que hacían que la nieve permaneciera y se compactase en forma de hielo. A continuación, venía otra nueva nevada que acumulaba más espesor, y volvía a ser seguida de unos días secos y fríos. Y esa sucesión se repetía durante el invierno. Ahora pueden venir nevadas fuertes, puede que incluso más intensas, pero duran muy poco tiempo y, al acabar ese episodio, vienen días de lluvia y temperaturas suaves, que deshacen la nieve en pocas horas". Así es como me supo contar cómo era el invierno hace algunas décadas (aunque supongo que es una impresión general, y que también en esos inviernos tendrían algún día templado y de lluvia).
Desconozco científicamente si eso tiene una explicación, pero parece como si ahora las borrascas vinieran más desde el sur, y no desde el norte y/o noroeste. Y que detrás de una borrasca viene otra, y no un anticiclón que canalice el aire frío continental.
Perdón por la intromisión con comentarios tan poco "científicos"