Septiembre se tiemble; o seca las fuentes, o se lleva los puentes.
El hecho de que estemos acostumbrados a que seque las fuentes no tiene porqué condicionarnos, todo sigue siendo probable. Como dice Milibar, sería normal dentro de esta época dinámica. Si las piezas se coordinan se puede llevar los puentes. Los lugares de secano son de secano hasta que dejan de serlo, cosa que puede suceder en cualquier momento. Realmente las lluvias que calan dentro de la tierra son las débiles y continuas.
(Lo de que se llenan los embalses es un invento que lleva muy poco tiempo. Hace que una zona limitada pueda ser provista de agua. Esa zona genera superpoblación humana, monocultivo vegetal, y volvemos a tener el mismo problema pero multiplicado por x. Lo importante son los manantiales. Eso de que hace falta agua es un mito. La naturaleza nos da siempre lo que necesitamos. Lo que debemos de hacer es interactuar con ella en vez de tratarle como si fuera un simple objeto de consumo. Es más fácil decir que hace falta agua que plantar un árbol que le atraiga y sujete la tierra. Septiembre nos puede dar agua o no, la cuestión es qué le damos nosotros a septiembre. El ateísmo no consiste tanto en dejar de creer en un Dios pintado como en dar por hecho que la naturaleza y la conducta humana están separadas. Este ateísmo mata la vida. Ya no llueve como antes, ya no somos como antes. Cambio climático, cambio humano.)
A día de hoy septiembre parece sonreirnos. Los mapas de acumulados del modelo europeo a una semana tienen buena pinta. En contra tenemos el todo al oeste. Una baja que entra por el noroeste puede frenarse sólo con que un pequeño domo de presiones se posicione en algún lugar al sur de Irlanda. Toda esa lluvia quedará en el océano. Y a favor, si se frena a cierta distancia es como el huracán que se queda al borde de llegar horas antes de pasar por encima. A lo que voy es que a día de hoy los modelos selañan esa frenada, y ello podría significar continuidad en la renovación de los frentes y litrada en las zonas propicias.
Aún así los modelos tienen sus diferencias. En la segunda arremetida el europeo atisba el A noroeste en una situación tal que frena la baja más al oeste que lo que barrunta el americano.
Acumulados de agua de aquí a una semana según el europeo.
El americano nos muestra un tren de bajas en el que a medio plazo dos de ellas van a interactuar entre sí, la fría, venida de Terranova, se mantiene con recorrido estable, y la venida de la costa este, más cálida, pivota alrededor de ella.
A 108 horas, la zona Terranova exporta una colina de presiones activada por la tercera baja, bastante profunda, cuya cara oeste empuja las altas hacia el océano, por encima de Azores. Estas altas recién llegadas (Terranova no sólo potencia bajas) harán que el tándem de bajas presiones se frene al oeste de las costas gallegas anulando el todo al este y dejándonos por tanto expuestos a los frentes húmedos durante dos o tres, o mas días.
Estas realimentaciones de aire que hacen que emerjan altas más al norte son las responsables de las meandrizaciones que llegan a invertir lo que en un principio es una zonal definida.
Posteriormente, gran dispersión de la bifurcación de la serpiente del chorro.
El europeo nos da más precipitación en el primer tándem de bajas, que quedarían más cerca por la disposición de las piezas.
Y menos precipitación en la segunda arribada atlántica, ya que las altas terranovenses se quedan más al oeste.
Sin embargo los acumulados de precipitación, a día de hoy por la mañana, son mayores los del europeo (primer mapa, arriba del todo) que los del GFS.
El europeo también indica que en el este podría potenciarse alguno de los frentes con lo que estaríamos pendientes de Cataluña y Aragón. Los sures son bastante impredecibles por su contenido en calor y humedad en conjunción con el frío en altura.
Martes 13:
El lunes 12 ya se notaría en Francia, una vez más, el efecto de los continuos sures.
Iremos viendo qué ocurre con más definición a corto plazo, si es posible.